La inexistencia de controles de los organismos fiscales competentes, en este caso de la Provincia de Buenos Aires durante la gestión Scioli, que habilitó este funcionamiento, abre un incalculable margen de recaudación en perjuicio de los bonaerenses, los cuales han sido perjudicados con el funcionamiento del Grupo Aldrey Iglesias y la concesionaria Boldt, que han funcionado durante más de 13 años en el denominado Casino del Mar. 

La investigación judicial puede cobrar una mayor celeridad, a partir de la reestructuración de las causas que ha venido manejando el fiscal Álvaro Garganta, y que van a ser manejadas a través de expedientes que giran como “residuales” en el argot de judicial, y en estos casos son conexas a las que han llevado a Daniel Scioli a un pedido de juicio oral.

¿Cuáles han sido las rendiciones que no constan que hayan sido reclamadas por el Instituto de Loterías y Casino de la Provincia de Buenos Aires? ¿Fue tanta la impunidad que ha permitido la detección de un casino que funcionaba sin habilitación? ¿Y máquinas tragamonedas mellizas en su interior que se explotaban sin registros en beneficio de concesionarios sin control?

El empresario Cristiano Rattazzi, expresó hace pocas horas durante el desarrollo del Coloquio de IDEA “existen los grandes hoteles donde no se vende ni un café ni se lavan toallas, pero los hoteles ahí están” dijo en entrevista con Marcelo Longobardi en CNN, y agregó también a los teatros, con escasa actividad en ese rubro durante pocos meses y que sólo abren sus puertas en verano. Es asombrosa la protección política con la que han contado y han permitido un ilícito de carácter extraordinario, que no ha sido ni motivo de molestia por la ex procuradora de la Provincia, doctora María del Carmen Falbo, hoy incorporada como asesora al Ministerio de Justicia de la Nación.

Cómo era el tráfico de máquinas tragamonedas, no debidamente selladas ni declaradas en el respectivo contrato de concesión de Boldt, cuyo ámbito de recaudación era el Casino del Mar generosamente e ¿ingenuamente? habilitado bajo una excepción en el denominado Paseo Hermitage, por el Concejo Deliberante de General Pueyrredon.

El análisis de la documentación a la cual ha accedido mdphoy.com , permite inferir que estamos ante una escala de dividendos ilícitos que por su extraordinaria magnitud, es de difícil acceso a la economía formal a través de un sistema legal de contabilización, salvo una colosal maniobra de lavado de activos ilícitos y posterior blanqueo de aportes a campañas electorales.

 Así quedó dictaminado en el informe de la UIF (Unidad de Investigaciones Fiscales) en la causa que vinculó a Aldrey Iglesias con Luis Pelusso el ex presidente del Instituto de Lotería de la Provincia de Buenos Aires en la causa se estableció  la transferencia sólo en los papeles de un inmueble valuado a U$S 750.000.-

A través de diversos documentos y fotografías, el ex pro tesorero del Sindicato de Camioneros de Mar del Plata, Ramón “Toto” Alderete, expresó “El propio Aldrey Iglesias me pagó en el Hotel Hermitage $ 120.000.– sobre un total de $ 180.000.- El se hizo cargo de una deuda de Boldt por el transporte de las máquinas tragamonedas”. Recordó que le interesaba sobremanera conocer quién le había dicho que yo (Aldrey Iglesias) era el que pagaba. “Me regaló una palta muy grande – recuerda Alderete- cuando me pagó y ahí mismo me di cuenta que nunca cobraría los $ 60.000.- restantes”. “A mí esto no me lo hace nadie –dijo Iglesias – porque yo manejo a la UOCRA  y a los Trujillo (los dirigentes de la UOCRA)”, relató Alderete.

Las máquinas tragamonedas quedaron en poder de los trabajadores de la empresa Sud Atlántico, que no podían cobrar su sueldo, ante el abandono  de los propietarios de la empresa de transporte que tenían firmado el contrato con Boldt. Alderete tomó las riendas del conflicto laboral, que mantuvo cerrado durante varios días el Casino Central, Provincial y Casino del Mar. Alderete ya había sufrido su desencanto con Hugo Moyano y se alejó de su entorno renunciando al cargo de pro tesorero del Sindicato de Camioneros y la Mutual respectiva.

 Las máquinas de Boldt, que contractualmente debían estar bajo custodia oficial, eran trasladadas de un lugar a otro sin control y hasta estuvieron secuestradas en la playa de estacionamiento municipal que funcionó en el predio de la vieja terminal durante varios años. En definitiva, no existían garantías para los apostadores y el Instituto de Lotería tampoco recaudaba para el erario público como estaba estipulada en el pliego de la licitación.