Francisco: “El odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida”

Francisco: “El odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida”
El Papa pidió a quienes “ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito político, social o económico” sean “custodios de la creación”. Y agregó: “No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen el camino de este mundo”.

Tras la ceremonia de asunción, el Papa Francisco brindó una homilía en la que pidió a quienes “ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito político, social o económico” sean “custodios de la creación, guardianes del otro, del medio ambiente". Y agregó en ese sentido: "No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. (…) El odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida".

El primer Papa jesuita de la historia instó a los fieles y jefes de Estado y de gobierno procedentes de todo el mundo a no "tener miedo de la bondad" ni de la "ternura".

Durante su homilía en italiano, interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los presentes, el Papa recordó también que el mensaje central de la vida de San Francisco de Asís, en cuyo honor asumió el nombre de Francisco, es el de "tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos".

"Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón", afirmó.

Al comienzo de su homilía, Francisco expresó su "afecto y gratitud" a su predecesor Benedicto XVI, quien renunció el pasado 28 de febrero y hoy no asistió a la ceremonia. Francisco consideró que "una coincidencia muy rica de significado" el que su entronización como Papa coincida con el día de San José, que es también el santo de Joseph Ratzinger.

La Plaza de San Pedro y la anexa Vía de la Conciliación amanecieron repletas de fieles y banderas de muchos países, entre las que se destacaban las argentinas. Para la inauguración del pontificado se dieron cita delegaciones oficiales de 130 países, entre ellos la presidenta argentina, Cristina Kirchner; el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden; la canciller alemana, Angela Merkel; la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, y el jefe de Estado mexicano, Enrique Peña Nieto. Desde España llegaron el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y los príncipes Felipe y Letizia, además de varios ministros.

También asistieron a la misa líderes judíos, musulmanes y de otras confesiones cristianas, entre otros el patriarca ortodoxo de Constantinopla, Bartolomeo I, con quien Francisco se fundió en un abrazo a la hora del saludo de la paz durante la misa.

Tras la misa, el Papa saludó uno a uno en la basílica de San Pedro a los líderes políticos y religiosos presentes, empezando por Cristina Kirchner, quien ayer se convirtió en la primera jefa de Estado en ser recibida en audiencia por el nuevo Papa. Francisco se tomó tiempo para conversar con los líderes latinoamericanos, como Rousseff o el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien saludó afectuosamente al jefe de la iglesia católica.

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