En Francia, Malcorra pasó el test de candidata a la ONU

En Francia, Malcorra pasó el test de candidata a la ONU

Logró una buena impresión tras reunirse con el canciller Ayrault; voto clave en el Consejo de Seguridad

Dos horas y media de almuerzo con el canciller Jean-Marc Ayrault y sus consejeros, un repaso minucioso de toda la actualidad internacional, una visión mesurada pero decidida de los grandes problemas del planeta. Todo en un excelente francés... El gobierno de Francia pareció prestar ayer particular atención a la candidatura de Susana Malcorra a la Secretaría General de las Naciones Unidas ( ONU ).

La crisis migratoria, el Brexit, el terrorismo, el cambio climático, el dilatado acuerdo Unión Europea-Mercosur, el narcotráfico, las elecciones en Estados Unidos, América latina y la situación de tres países en particular: Cuba, Venezuela y Colombia. En su encuentro, los dos cancilleres intercambiaron reflexiones, incluso, sobre la proliferación del populismo en numerosos países de Occidente.

Si no fuera una falta de respeto, hasta se podría decir que Susana Malcorra pasó ayer en París un verdadero examen. "Por el momento, su prestación podría ser calificada de sans faute (sin errores)", reconoció poco después una fuente diplomática francesa. "Fue sorprendente. Nada de grandes temas generales ni de principios filosóficos: en cada tema que trató, fue a lo concreto", agregó.

Es cierto, sin embargo, que el proceso de selección para la ONU recién comienza. Y, como reconoció la propia interesada ante LA NACION, los cinco miembros del Consejo de Seguridad "se cuidan muy bien de hacer conocer sus preferencias e incluso de decidir hasta el último momento". Precisamente por ello, y respetando el protocolo, durante ese prolongado almuerzo nadie hizo alusión a la candidatura de la canciller argentina a la Secretaría General de la ONU. Ese trámite se hizo poco después, en un aparté de Malcorra con el secretario general de la cancillería francesa, Christian Masset.

Parece obvio. "Sería totalmente inapropiado que el ministro de Relaciones Exteriores de Francia se viera obligado a pronunciarse en uno u otro sentido en presencia del propio interesado", explicó otra fuente del Quai d'Orsay, sede de la cancillería francesa. Susana Malcorra parece haber dejado, en todo caso, una excelente impresión en todos aquellos que la encontraron en Francia, adonde llegó oficialmente para dar seguimiento a la hoja de ruta fijada durante la visita del presidente François Hollande a Buenos Aires.

En su reunión con Ayrault, la canciller argentina describió sin tergiversaciones la situación actual del país. Sí, la inflación es un problema que el Gobierno piensa poder comenzar a controlar en los próximos seis meses. Sí, la visibilidad política será medianamente serena hasta fin de año, pero podría complicarse en 2017 por razones electorales. Sí, su equipo espera poder ratificar el acuerdo de París sobre cambio climático antes de la cumbre del G-20, prevista para el 4 y el 5 de septiembre en China, en la medida en que el Congreso así lo decida.

En el terreno de las inversiones, Malcorra ratificó el interés de la Argentina por el desarrollo energético alternativo y nuclear, por la renovación de los transportes, e insistió en la importancia que reviste la implementación del plan de infraestructura del nuevo gobierno.

En momentos en que Francia intenta superar una profunda crisis económica, signada por un índice de desocupación de más del 10%, todos esos sectores son excelentes oportunidades para su industria. La canciller también recordó que a mediados de junio viajarán a París el ministro de Defensa, Julio Martínez, y el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Ángel Tello; una visita que podría interesar particularmente a los fabricantes de equipamiento militar de este país.

Pero Malcorra no quiere quedarse en hojas de ruta. También precisó la necesidad de pasar a una velocidad superior: "Es necesario implementar metas y plazos", insistió.

Lo mismo subrayó en un encuentro con los miembros del Medef, la poderosa central de empresarios francesa. Consciente de que no es fácil depositar la confianza en un país con una larga y complicada historia de defaults y gobiernos populistas, Malcorra insistió en que "el momento para invertir en el país es ahora.Todos entienden que si no se animan ellos, hay otros, en otros países, que lo harán", dijo.

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