Fracasó la formación de la cooperativa en Interlagos

Fracasó la formación de la cooperativa en Interlagos

La Justicia lo impidió porque no se cumplieron los requisitos.

A los ex empleados de Interlagos se les esfumó la chance de hacerse cargo de la planta embotelladora. Así lo resolvió la Cámara de Apelaciones, que rechazó el recurso de queja interpuesto por la cooperativa en formación.

Según se supo, el recurso de queja fue interpuesto en tiempo y forma por parte de los ex trabajadores, pero no acompañaron la resolución que objetaban, por lo que el tribunal pidió al Juzgado Civil 1 copias del expediente principal.

Salvo algunas pocas excepciones, las resoluciones en los trámites de quiebra son inapelables. Y esas excepciones previstas en la ley no se dieron en los casos que invoca la cooperativa.

Según la resolución judicial, no se da el caso de la “continuación de la empresa” que fija la ley de quiebras, puesto que Embotelladora Comahue dejó de funcionar el primero de febrero, asistiendo sólo algunos empleados administrativos por algunas horas.

Además, no hay insumos, no hay caja (dinero) suficiente para pagos a proveedores y ni siquiera tienen energía eléctrica.

En ese sentido, el fallo especifica que “luego de las innumerables prórrogas que se dieron tanto a la concursada como a los inscriptos para el salvataje de la empresa, donde el tribunal actuante demostró su voluntad de mantener tanto la continuación de la explotación de la empresa y el sostenimiento de las fuentes de trabajo, se decretó la quiebra el 10 de septiembre” del 2018.

La sindicatura, que es la persona designada por el Poder Judicial como responsable de la quiebra hasta el momento del remate, informó que no sería posible la continuación de la empresa por distintos motivos, entre los que se destacan la falta de insumos y de electricidad y las millonarias deudas acumuladas. Por otra parte, a la fecha, no existen eventuales posibilidades de inyección de capital por parte de interesados con el objeto de su reactivación económica.

A su vez, desde la Cámara de Apelaciones recordaron que los jueces hicieron los esfuerzos posibles para producir el salvataje de la firma, pero fue imposible.

Era la última carta de los ex obreros para seguir produciendo la gaseosa cipoleña.

Las razones de un final previsible

El juez Alejandro Cabral y Vedia explicó que la reforma de la ley de Concursos y Quiebras buscó que la actividad de las empresas pudiese proseguir en manos de la cooperativa de trabajo, que debe estar conformada por las dos terceras partes de los dependientes o de acreedores laborales. Algo que no pasó. La magnitud de la deuda y la paralización de la planta fueron otros impedimentos.

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