La situación está totalmente saneada, tanto en las adyacencias del derrame como a lo largo de todo el perímetro de su recorrido hasta la vera del río", explicó el funcionario a la prensa.

Reiteró que no se detectó presencia de hidrocarburos en el agua, aunque sí aclaró que hubo un aumento de la salinidad debido a que la rotura se produjo en un ducto de "aguas de recuperación", con alto contenido salino, pero no de petróleo puro. "Se derramaron unos sesenta mil litros, de los cuales dos mil correspondieron a petróleo", dijo.

La pérdida se produjo la semana pasada en las áreas de las empresas YPF y Petrobras Argentina, en los yacimientos Desfiladero Bayo y Puesto Hernández, de la provincia del Neuquén. "Desfiladero Bayo es un gran cañadón que baja de las partes altas de la cuenca que, ante la intensidad de las lluvias, produjo la rotura que causó el derrame al norte de Puesto Hernández".

Por último, Lastiri admitió que el río Colorado está en "riesgo permanente" por la propia actividad hidrocarburífera, aunque aclaró que se vienen "haciendo bien" las tareas de prevención a cargo de la Comisión Técnica Fiscalizadora (CTF). "Las estadísticas anuales de todos los incidentes indican que a la actualidad se ha logrado que estos hechos no contaminen al río con petróleo".