Una foto de rutina disparó un complot contra CFK

Una foto de rutina disparó un complot contra CFK
No hubo denuncias penales por espionaje, pero el Gobierno acusó al Gobernador de haber espiado a la Presidenta. Fue por una foto del Tango 01, similar a las que se sacan desde hace años en los mismos lugares.

Por Fernando Oz.

El despliegue de seguridad que se activa en torno a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cada vez que llega a Santa Cruz, no se caracteriza por pasar desapercibido. Menos para los periodistas que se dedican a seguir sus huellas para informar al público sobre sus actividades.

Durante los últimos cinco años, cientos de fotos del arribo de la mandataria al aeropuerto de Río Gallegos fueron publicadas por diferentes medios. Y otras tantas sobre sus actividades en la localidad de El Calafate. Lo mismo sucede desde el 2003, cuando su marido, Néstor Kirchner, asumió como presidente y a ella era fotografiada por ser la primera dama, además de senadora.

Ahora una foto periodística fue pintada por el Gobierno nacional como una extraña tarea de espionaje de la que formaría parte el gobernador Daniel Peralta, que desde hace tiempo es objeto de criticas del kirchnerismo. Quien marcó esta situación fue uno de los halcones K, el secretario de Seguridad, Sergio Berni.

Previamente, un pelotón de medios vinculados con el oficialismo instaló el tema: Peralta habría dado la orden de seguir a la Presidenta. El Gobernador reaccionó como resorte y negó las acusaciones.

La confabulación habría sido montada por Peralta y Rubén Lasagno, uno de los directivos del portal de noticias Opi Santa Cruz. Así lo informaron algunos medidos afines a la Casa Rosada, además de refrescar el pasado de Lasagno como un ex espía de la SIDE.

Para el Gobierno nacional no es casualidad que haya sido OPI la que se encargó de divulgar algunas de las cuestionadas fotos del avión presidencial Tango 01. Pero no es la primera vez que ese medio informa sobre las actividades de la Presidenta en el sur.

Paola Knoop, como ministra de Gobierno provincial, intentó echar un poco de luz al asunto a través de un comunicado en el que explicó que la policía provincial viene actuando “con la Unidad de Custodia Presidencial de la misma forma, no solamente desde que la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner asumiera la primera magistratura” sino también durante “el mandato del ex presidente, Kirchner”. Aseguró que la actividad de la policía durante las visitas de la mandataria “son en función de usos y costumbres normales, es decir, se hace a través de canales informales o supuestos”.

Berni la desmintió sin titubear: “Todos los movimientos no protocolares de la señora Presidenta en Santa Cruz son custodiados exclusivamente por efectivos de las fuerzas de seguridad nacionales, los cuales no tienen contacto alguno con la policía provincial”, indicó en un parte de prensa. Y tras acusar a Knoop de mentirosa, arremetió asegurando que su secretaría “intimó a dicho ministerio de abstenerse de monitorear los movimientos de la primera mandataria, mientras la misma se encuentre en dicha provincia realizando actividades privadas”.

Ni Berni, ni nadie, denunció penalmente que fuerzas policiales o parapoliciales hayan “monitoreado” el andar de la jefa de Estado. Tampoco actuó ningún juez ni fiscal de Santa Cruz, ni siquiera aquellos integrantes de la Justicia que forman parte de la familia presidencial.

Pareciera que algo no está en su lugar. Cada vez que la Presidenta viaja a cualquier lado, un equipo de su seguridad llega antes que ella para prever cualquier contingencia. La Secretaría de Inteligencia también desprende su propio dispositivo para informar y proteger a la mandataria. Si un reportero gráfico atravesó todos esos anillos de seguridad es porque algo no está en su lugar, o se montó un circo a medida de Peralta.

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