"La fórmula Scioli-Zannini va a obtener una victoria clara y contundente el 25 de octubre"

El ex jefe de gabinete de ministros de la Nación y recientemente electo intendente de la ciudad de Resistencia, Chaco, Jorge Capitanich, manifestó que la fórmula del Frente para la Victoria tiene fuerte nivel de adhesión a nivel país".

El ex gobernador chaqueño participó, anoche, del Primer Congreso de Economía Política organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Benjamín Hopenhayn, que se desarrolla en la Sala de ATE-Casa Espaa de esta ciudad, y en declaraciones a Télam afirmó que ese alto nivel de adhesión "tiene que ver con la continuidad de un proyecto nacional, popular y democrático que se viene desarrollando en el país”.

Al ser consultado sobre los índices de inflación, Capitanich dijo que “Scioli explicita con mucha contundencia que hay que generar mecanismos de atracción de capitales para motorizar más inversiones, una combinación pública-privada, seguir manteniendo pautas de consumo sostenidas y, obviamente, que el nivel de convergencia para el índice de precios como se ha registrado en el 2015, presente una reducción gradual y sistemática”.

“Los tres grandes objetivos estratégicos que tiene la Argentina para el próximo quinquenio son, primero, el autoabastecimiento energético. Argentina llegó a tener casi 10 mil millones de dólares en importaciones en el año 2013 hoy está en 5700 millones, incrementando los niveles de producción de gas y petróleo podemos llegar a tener equilibrio de la balance energético, lo que es muy importante en el ahorro estratégico de divisas”, aseguró.

“En segundo lugar, el país tiene que propender a fortalecer las pequeñas y medianas empresas, el desarrollo de las economías regionales con el objetivo de lograr industrialización acelerada sustitutiva de las importaciones y aumentar y diversificar exportaciones en un contexto muy complejo a nivel mundial”, acotó.

“Además, invertir en términos de logística integral para lograr competitividad en toda nuestra economía y dinamizar la creación de empleo”, aseveró.

“Eso es un tema que el liderazgo que generó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y antes Néstor Kirchner, ha transitado ese sendero. Hoy, el mundo es mucho más complejo. Cuando uno advierte que la primera fase del ciclo -2003-2008- la economía mundial crecía a un ritmo de 5,5% anual, hoy crece a menos de la mitad”, dijo.

Luego, agregó que “en segundo lugar, tuvimos que atravesar una crisis financiera no resuelta y tenemos una creación de tres elementos gravitantes: una guerra de monedas, que derivó en una guerra comercial por la restricción del comercio de parte de países centrales principalmente, y a su vez implicó deterioro de los tipos de intercambios y afectación de los precios de bienes exportables, lo que generó una crisis mundial, profundizando la injusticia social y redujo el desarrollo de las economías emergentes", manifestó

"La Argentina tuvo cobertura sistémica que permitió un crecimiento de la economía que este año va a estar en un promedio del 2,3% anual, y ha sostenido el nivel de empleo y consumo con tasas muy importantes”, explicó.

Al ser preguntado sobre el decrecimiento de la economía de Brasil, Capitanich dijo que “es nuestro principal socio comercial de manera que influye mucho”.

“En el año 2011 estábamos con un intercambio comercial de 41.000 millones de dólares, hoy vamos a cerrar entre 16 y 17 mil millones, o sea, es una reducción abrupta del nivel de intercambio y del influjo de divisas, lo que afecta a ambas economías”, destacó.

Sobre el “fantasma de la devaluación”, expresó que “el problema es que la devaluación desde el punto de vista nominal no necesariamente corrige problemas, déficit y asimetrías. Lo que nosotros necesitamos es un tipo de cambio real, efectivo y competitivo, combinar varias cuestiones".

"Cuando invertimos en logística aplicada (como puentes, carreteras, fibra óptica o puertos), reducen los costos sistémicos y la competitividad de la economía aumenta", detalló.

Y aseguró que "cuando en economía se pretende simplificar todo en una sola medida -en definitiva- se generan mayores desequilibrios y no soluciones", concluyó Capitanich.

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