El lanzamiento de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner para la próxima elección presidencial de octubre fue analizado en la reunión de gabinete semanal que celebra María Eugenia Vidal cada miércoles.

Dos ministros que estuvieron presentes en ese encuentro de trabajo en la Casa de Gobierno de La Plata hablaron sobre la situación del binomio kirchnerista. "Sí, se habló de la fórmula Fernández-Fernández y del intento que hará esa dupla de llevar a Vidal a pelear a la contienda nacional", dijeron los funcionarios provinciales.

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Además, se refirieron al futuro de Cambiemos y sus socios. "Los próximos quince días traerán muchas novedades en la conformación de nuevas alianzas", afirmaron los dirigentes.

Frente a esta tembladeral, Vidal ratifica como su principal capital la alianza con la UCR .

La jefa del Ejecutivo provincial está satisfecha con el rol de su vicegobernador, el radical Daniel Salvador, y todo indicaría que volverá a acompañarla en la fórmula para el mandato provincial 2019-2023.

La gobernadora está convencida de que los hitos de su gestión son más que suficientes para diferenciarse de los 28 años de gobierno peronista que la precedieron.

Anclará su campaña en estos hitos de cambio de su gestión. E intentará no entrar en otras discusiones nacionales, en particular, sobre la macroeconomía o la evolución del dólar.

Eso no significa que se despegará de Mauricio Macri. Al menos dos veces por semana se seguirá mostrando junto al Presidente porque sabe que su futuro está ligado a la mejora de la imagen del jefe del Estado.

Pero Vidal quiere hacer campaña sobre su gestión, sobre lo que considera el legado que tiene para exhibir: como por ejemplo la instauración del SAME en la provincia o la institucionalización de las declaraciones juradas para funcionarios, policías y personal del servicio penitenciario.

Reuniones

La gobernadora ya adoptó algunos cambios en su campaña para fortalecer la imagen deCambiemos en el territorio bonaerense. Por ejemplo, en las reuniones con desilusionados que se realizan entre grupos de electorales que simpatizaban con Cambiemos y que se adhirieron al mal humor social luego de casi cuatro años de gobierno.

La dinámica de estas reuniones comienza con encuentros entre los vecinos y el intendente local, y luego se suma la gobernadora Vidal a escuchar a los desencantados.

Son reuniones que no tienen difusión y que preservan el perfil bajo.

Mientras tanto, la jefa de Estado provincial analiza una micro campaña mucho más segmentada, para llegar a sectores de la sociedad por intereses particulares en lugar de las clásicas banderas políticas.

Se acercará por focos de interés laboral y profesional, antes que por la militancia o la simpatía política partidaria del electorado.