El fiscal pide reabrir el caso contra el dos de Zannini y separar a Oyarbide

Es una causa por enriquecimiento ilícito contra el alto funcionario que llamó al juez para frenar un allanamiento.
Las consecuencias del escándalo que rodea al juez Norberto Oyarbide ya tuvo consecuencias directas en la Justicia. Ayer, el fiscal federal Patricio Evers pidió la reapertura de la causa por presunto enriquecimiento ilícito contra el subsecretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Liuzzi, quien llamó a Oyarbide para detener un allanamiento en la financiera de un amigo suyo. El polémico magistrado había archivado una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans sobre el crecimiento patrimonial del funcionario más cercano a Carlos Zannini.

Oyarbide ni siquiera investigó a Liuzzi. Y mucho menos lo llamó a indagatoria.

Según una investigación del diario Perfil, Liuzzi multiplicó 38 veces su patrimonio desde 2003. Ese año declaró apenas $ 189.339, distribuido en una casa y un terreno en Pilar, dos departamentos en Capital, un tiempo compartido en Bariloche y dos autos, modelos 1996 y 1997. A finales de 2011, el excéntrico funcionario dijo tener un patrimonio de $ 7.226.160. Pero un año después tomó un préstamo con el Banco Nación y logró reducir su patrimonio a $ 4.686.222.

Liuzzi vive actualmente en un lujoso departamento de Puerto Madero con su joven pareja y jefa de gabinete, Thaiss del Corazón de Jesús Hidalgo. La propiedad, valuada en $3.167.683, la habría adquirido con el préstamo bancario y con la venta de otro departamento en la calle Azucena Villaflor al 400. Esa operación la concretó en marzo de 2013, según registros oficiales a los que accedió Clarín. Liuzzi también paga impuestos por dos cuatriciclos, radicados en una oficina de Talcahuano al 600, donde también registró su empresa constructora.

Su patrimonio actual se completa con terrenos en Tupungato (Mendoza), una de las zonas más fértiles y caras de la Cordillera para producir viña para malbec y uva blanca para espumantes. Y junto a su pareja abrió recientemente el spa “Sybella” en Puerto Madero.

Las inversiones de Liuzzi se dispararon a partir de 2008. Cuando los medios pusieron la lupa sobre su patrimonio, tuvo que enviar a la Oficina Anticorrupción una nota aclaratoria sobre sus últimas declaraciones juradas.

Luego del escándalo desatado por Oyarbide, quien admitió haber recibido un llamado de Liuzzi el 19 de diciembre, y de una presentación del diputado Manuel Garrido, el fiscal Evers pidió desarchivar la investigación por el patrimonio del segundo de Zannini. También le solicitó a Oyarbide que se aparte del caso. Lo dijo en términos jurídicos: “Por una cuestión de decoro debería examinar la posibilidad de apartarse del trámite de la causa”. En Tribunales aseguran que el magistrado debería apartarse del caso y enviarlo a sorteo. Pero se trata de Oyarbide ...

Garrido festejó ayer el pedido del fiscal: “De los dichos de Oyarbide surge claramente una relación de cercanía, amistad o colaboración indebida con el funcionario. Esa relación pone bajo sospecha la decisión que tomó anteriormente Oyarbide”.

Liuzzi había sido denunciado por enriquecimiento ilícito y negociaciones incompatibles. Oyarbide archivó la parte patrimonial y lo sobreseyó por el segundo delito. Ahora, en base a una nota de Clarín del pasado fin de semana, Evers consideró que “resultaría oportuno desarchivar el expediente y reactualizar el análisis de los sucesos allí investigados a la luz de estos nuevos elementos”.

El segundo de Zannini, quien cuenta por ahora con el respaldo de Cristina Kirchner, también fue denunciado por encubrimiento por los diputados Manuel Garrido, José Cano y Mario Negri. Esa causa le tocó al juez Marcelo Martínez De Giorgi, quien podría declararse incompetente. En ese caso todo se acumulará en el juzgado de Luis Rodríguez, que investiga las irregularidades durante el allanamiento a Propyme, donde policías de la DIFOC habrían pedido coimas millonarias.

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