Finocchiaro renunció a la candidatura en La Matanza y Macri está furioso

Finocchiaro renunció a la candidatura en La Matanza y Macri está furioso

Vidal lo había intimado a que defina su candidatura como anticipó LPO. Abre una crisis en el distrito clave para ganar la Presidencia y la provincia.

El ministro de Educación, Alejadro Finocchiaro, renunció este viernes a su candidatura en La Matanza, según confirmaron a LPO dos fuentes de alto nivel de Cambiemos. La noticia cayó como una bomba en el Gobierno y desató la bronca de Mauricio Macri, que se queda sin candidato en el municipio más importante del Conurbano, con más de un millón de votantes, crítico para ganar la presidencia y la provincia.

Como reveló LPO, María Eugenia Vidal intimó a Finocchiaro a dar una definición esta semana, a raíz de la molestia en su círculo más íntimo porque el ministro se había "borrado" del territorio por priorizar su pesada agenda como funcionario. 

En el entorno de la gobernadora esta tarde una fuente muy relevante confirmó a LPO que en efecto tenían la versión de su paso al costado, pero Finocchiaro no había hablado con ellos. "Parece que es por la denuncia", agregaron. La denuncia es un presentación por ataque sexual durante su adolescencia que presentó una mujer de La Matanza que dice haber sido compañera del secundario del ministro.

En el entorno del ministro afirman que esa denuncia fue instigada por Miguel Saredi, concejal de cambiemos de La Matanza y rival local de Finocchiaro y tienen en su poder una retractación judicial de la denunciante así como un estudio de como se trabajó el tema en redes con personas supuestamente vinculadas a Saredi. Sin embargo el costo personal de ese tema fue demoledor para el ministro. "Le destruyó el año", reconocen cerca suyo.

Como sea, en Cambiemos algunos funcionarios sostienen que la decisión no es irreversible y dicen que se limitó a plantearle su inconformidad a Macri, que ahora deberá pensar cómo abordar ese bastión peronista.

Lo cierto es que la poca disponibilidad del ministro, que veía "imposible" ganar La Matanza al peronismo, obligaron desde hace meses a repensar la estrategia para encarar el distrito, aunque finalmente la cúpula del PRO había definido que -ante la falta de un "plan B"- el candidato debía ser Finocchiaro. Pero en un camino inverso, el ministro, que un principio se mostraba entusiasmado con ser candidato y derrotar a los kirchneristas Verónica Magario y Fernando Espinoza, también empezó a replegarse al ver las dificultades de que implicaba hacer política en un distrito "áspero" para la visión de Cambiemos.

Se suma a esto que la actual crisis económica pegó con especial fuerza en el Conurbano sur, donde la imagen de Macri está por el piso y crece la de Cristina. Un escenario poco alentador para el ministro.

Finocchiaro se alejó de La Matanza y Vidal quiere que defina ya si será candidato

El problema ahora para el PRO es que no tienen otro nombre de peso. Se supo que varias veces tentaron a Cristian Ritondo, que es el que más mide en el distrito y dicen que llega a los 15 puntos, pero no tiene ninguna intención de ser candidato, al punto que evita todo lo que puede visitar La Matanza.

 Otro nombre que mencionan es el de Toty Flores, que maneja la Coalición Cívica en La Matanza. "No tiene militantes, sólo lo conocen por la tele", lo fulmina un sector del PRO y expone las internas. Al que descartan es a Miguel Saredi, último candidato de Cambiemos en el distrito que hoy se acercó al peronismo y jugaría con Juan Manuel Urtubey. 

También se menciona como posible candidato a Hernán Berisso, un dirigente de Cambiemos y diputado nacional cercano a Finocchiaro. Lo que evidencia esta danza de nombres es que en tres años de ocupar el poder de la Nación y la Provincia, la alianza gobernante no supo darse una estrategia coherente en un distrito crítico para su supervivencia política.

Vidal fue y vino con la idea de dividir el municipio -incluso en conversaciones con Sergio Massa-, cuando se dio cuenta que desde la militancia no iba a lograr penetrar la hegemonía de Espinoza y sus aliados. La confirmación que esa estrategia había sido descartada pareció desinflar el entusiasmo de Cambiemos. Hoy empiezan a verse las consecuencias de ese descuido político.

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