El financista Greppi también llamó al vicejefe de la Metropolitana

El financista Greppi también llamó al vicejefe de la Metropolitana
El uniformado que hoy trabaja en la policía porteña fue el primer jefe de la custodia de Néstor Kirchner en 2003.
La tarde del 19 de diciembre, mientras su financiera era allanada por un grupo policías de la DIFOC, el financista Guillermo Greppi hizo decenas de llamados telefónicos. Estaba desesperado porque su hijo y su abogado, que estaban en el lugar, le trasmitían que los uniformados enviados por el juez Norberto Oyarbide por una supuesta denuncia de lavado de dinero eran violentos con los empleados y los clientes, y que pedían una coima para detener el operativo. Primero exigieron US$300 mil y terminaron en $2.500.000. Entre los llamados que hizo, Greppi se comunicó con el segundo de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace, a quien conocía hace tiempo.

El contacto fue confirmado a Clarín por ambos. “Me estaban saqueando, llamé a todas las personas que conocía y que me podían ayudar. No iba a dejar que esos policías me robaran mi dinero”, lo justificó Greppi.

Pedace le respondió que no podía ayudarlo y que ya no estaba en la Policía Federal.

El comisario Pedace es el actual subjefe de la Metropolitana y viene de la Federal, donde supo ser el jefe de la custodia de Néstor Kirchner. El ex presidente lo relevó de su cargo apenas tres meses después de asumir, en 2003, y en su reemplazo designó al subcomisario Héctor Patrignani. El cortocircuito se originó porque Pedace dijo en una entrevista que temía por la seguridad del Presidente, en las épocas en que Kirchner solía romper el protocolo y burlar a su custodia.

Pedace había estado antes a cargo las comisarías 17ª y 23º, y también fue director de Medios de Comunicación de la Federal como comisario mayor. En diciembre de 2010 pidió un retiro voluntario a la ex ministra de Seguridad, Nilda Garré. Meses después, en abril de 2011, asumió como superintendente de Seguridad de la Metropolitana, y a partir de diciembre de ese año se transformó en el número 2 de la fuerza.

No fue el único comisario al que llamó Greppi. Según él mismo confirmó en su declaración testimonial ante el juez Luis Rodríguez, también se comunicó con el comisario mayor Guillermo Calviño, actual superintendente de Seguridad Metropolitana. La respuesta fue muy similar: “No te puedo ayudar”. Nunca más le atendió el teléfono, según contó Greppi.

Cuando la situación ya era crítica, el dueño de Propyme llamó a su amigo “de la vida”, el subsecretario Legal y Técnico, Carlos Liuzzi. El funcionario logró comunicarse con Oyarbide, quien detuvo los más de veinte allanamientos que se estaban haciendo al mismo tiempo. Pese a la gravedad de la denuncia, el juez no fue al lugar. Al día siguiente lo convocó a Greppi y le pidió que haga la denuncia.

Otros empresarios allanados habrían optado por pagar la coima, pero todavía no lo denunciaron ante la Justicia.

Liuzzi y Oyarbide fueron denunciados el viernes por los diputados Manuel Garrido, José Cano y Mario Negri por los delitos de prevaricato, omisión de persecución penal y encubrimiento. La causa cayó por sorteo en el juzgado de Marcelo Martínez De Giorgi, quien podría declararse incompetente. En ese caso todo se acumulará en el juzgado de Rodríguez, que investiga las irregularidades durante el allanamiento.

El financista podría presentarse en las próximas horas ante el juez Rodríguez para pedir que se haga un entrecruzamiento de llamadas entre los policías afectados al allanamiento, su hijo y su abogado Fernando Torres. “De esa manera van a poder confirmar que la denuncia es verdad”, lo justificó. Greppi también le pedirá al juez el video original de las cámaras de seguridad de su empresa, que se filtró en los medios la semana pasada.

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