Finalmente la Policía Provincial decidió suspender preventivamente al agente calafatense que había sido detenido en un supuesto caso de tentativa de robo.Hace una semana La Opinión Austral informó sobre la detención de un agente policial, que estando de franco y vistiendo de civil, fue apresado en oportunidad que rompió una ventana e intentaba ingresar a la sede de la Asociación Civil Policial, en Río Gallegos.El hombre fue apresado por el cuidador de esa sede, también un policía que vive a pocos metros del lugar, quien fue advertido que algo ocurría por la activación del sistema de alarma.Cuando el supuesto delincuente fue reducido y llevado a la Comisaría Tercera de la capital provincial, se constató que se trataba de un agente policial con prestación de servicio en El Calafate.El agente Giménez residía en Río Gallegos hasta que a principio de año fue trasladado a la villa turística junto a su pareja, también una agente policial.Cuando fue detenido, el policía estaba haciendo uso de un franco y correspondiente permiso para viajar a ver a sus hijos, en Río Gallegos.Al caso se le sumó un reciente antecedente que indica que el policía se encontraba con asistencia psicológica por su reciente separación de su pareja.Su concubina había logrado ser trasladada a una dependencia riogalleguense. El agente pidió lo mismo pero su permiso le estaba siendo denegado, lo que lo llevó a pedir la intervención de la asociación policial para lograr su objetivo de volver a la capital provincial.En la asociación se comenzaban a considerar los dichos de policías calafatenses sobre que no se le permita el traslado, al menos hasta que se terminara el tratamiento psicológico.Miembros de la fuerza comentaron sus sospechas sobre que el policía no habría tenido fines de robo al querer entrar de madrugada a la sede de la asociación, sino que podría deberse a alguna cuestión de despecho por no lograr el traslado.El policía ingresó detenido a la Seccional Tercera, oportunidad en la que se le abrió una causa penal. En pocas horas se benefició con la excarcelación y fijación de domicilio, y antes que se cumplieran las 24 horas del episodio, fue encontrado en El Calafate, uniformado y cumpliendo servicios en una consigna.

Separación preventivaAnte la consulta de La Opinión Austral, el jefe de la Regional Sur Sergio Morales había confirmado los hechos, informando que el efectivo se había reintegrado a sus funciones.El jefe policial había dado la noticia sobre que se había iniciado un sumario administrativo, aunque se consideraba que el efectivo no podía entorpecer la investigación, por lo que volvía a sus funciones normalmente.El caso generó varias molestias puertas adentro de la Policía santacruceña. Por ejemplo, efectivos de El Calafate mostraron enojos con su compañero por los hechos denunciados, y luego con los jefes provinciales porque no se habían tomado medidas. Considerando que el caso manchaba a todos los integrantes de la fuerza y que el efectivo no podía estar trabajando uniformado a menos de 24 horas de haber sido detenido, con una causa abierta en su contra, policías de distintos rangos opinaron por lo bajo, criticando a la Jefatura de Policía por permitir que el agente vuelva a sus funciones.Horas atrás se conoció la novedad. A la comisaría 2da de El Calafate llegó el radio de la Jefatura Provincial, disponiendo la separación preventiva del agente.Según conoció la corresponsalía de La Opinión Austral, por ahora se le aplica el artículo 105 del reglamento de los policías provinciales, el que estipula la suspensión en sus funciones al efectivo que fuera cuestionado por cuestiones delictuales.La suspensión fue solicitada por el jefe de la Regional Sur, y firmada por el jefe de Policía, cuya notificación llegó a la comisaría calafatense en la jornada del lunes.La decisión sobre el futuro laboral del efectivo está ahora supeditada a la resolución judicial por el caso.