Filosofía de Vidal para seducir peronistas, contener radicales y controlar la policía

Filosofía de Vidal para seducir peronistas, contener radicales y controlar la policía

Sartre, Foucault y Nietzcheadvierten al PRO. La gobernadora bonaerense crece en imagen positiva, mientras Macri baja. Su mesa chica lee esto con precaución, pero sabe que para ganar 2017 necesitan más estructura política porque el escenario es muy distinto a 2015. Para colmo el derrame de Mauricio no llega a las clases populares. La urgencia ahora para Vidal es la Bonaerense que quiere hacerle “volar el gobierno”.

Por Ricardo Carossino

 

Mientras el Presidente de la Nación intenta destrabar los dispositivos sociales y políticos que le impiden dar el tarifazo que les prometió a las empresas de energía, la Provincia de Buenos Aires (el histórico centralismo argentino) avanza paralelamente a su gestión embarrada por el “Boca-River” financiero, la clásica e histórica interna entre el Banco Central y el Ministerio de Economíaque ni Rogelio Frigerio ni Marcos Peña pueden enfriar (para saber del tema leer a los editorialistas de Clarín, para entenderlo leer Ámbito).

El conurbano bonaerense está calmado, aunque no está bien, pero aún nadie encendió ninguna mecha para que explote. El problema no son las clase medias (por el momento), sino las clases bajas que miran hacia arriba esperando el derrame amarillo que viene más lento que los tanques de Alais en el levantamiento de Semana Santa. Quienes manejan el termómetro de la situación política son (como siempre) los intendentes, en este caso del Grupo Esmeralda y del PRO, y ciertamente, en este momento, todos tienen problemas porque se les fue el 2016 sin mostrar una sola obra.

Esto se está hablando en la mesa chica de Vidal que hoy está conformada por ella misma, su operador Federico Salvai, el ministro de Educación nacional, Esteban Bullrich, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley y los líderes de la Primera, Jorge Macri y de la Tercera, Néstor Grindetti. Todos ellos saben, por otra parte, que perdido el 2016, el Presidente necesita imperiosamente de Mariú, que en imagen, crece inversamente proporcional a lo que cae Mauricio. Esto claro, alerta a la otra mesa chica: la porteña.

Quien más mira más allá de la General Paz y el Riachuelo es Horacio Rodríguez Larreta. Una calificadísima fuente del Pro que entra al despacho de un ministro nacional, confió a Política del Sur (por obra del azar) que Mauricio Macri está saturado, que llegó a pensar en no seguir en 2019, y que Larreta y Vidal se ilusionan con heredar el bastón de mariscal.

Claro que para eso falta una eternidad, e incluso necesitan que el Presidente solucione varias cuestiones, por empezar lograr que lleguen las inversiones que dudosamente lluevan si el mundo no está mirando a Latinoamérica, como pasa en este momento, porque al caer el salario real y al enfriar la economía, el flujo de liquidez en la calle escasea, y hasta este periodista sabe que ir a vender corpiños en una playa nudista es ridículo. Lo cierto es que hasta el momento, desde el Pro promocionan como obra de gobierno las asignaciones familiares para más de un millón de chicos que cobrarán sus padres, los juicios que cobrarán los abuelos, al actualización de los programas sociales y la posibilidad de que la clase baja pague cara la garrafa para subsidiar las estufas de la clase media.

Pero para los amarillos hay un salida política y empiezan a trabajarla: la chica Morón (No. No hablamos de Margarita Stolbizer, ¿o sí?). Hablamos de la gobernadora que, astuta y mucho mejor asesorada que el Presidente, está haciendo las cosas bien con lo que tiene, con lo que le dejaron, con lo que le alcanza. Como dijo Jean-Paul Sartre: “Un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”.

El existencialismo del Pro bonaerense está leyendo además a Nietzsche, que los advierte y les recuerda sobre la “voluntad del poder”. El mítico pensador alemán supo aclarar que “conservarse es morir” y que “se debe seguir conquistando”, por eso Vidal no quiere quedarse con lo que tiene (léase UCR) y empieza a tratar de seducir a peronistas para hacer crecer la tropa y tratar de ganar el 2017.

Leviatán Vidal

Hobbes explicó que el Leviatán (animal bíblico exento de temor -o el Estado-) tiene que establecer un contrato social para que los lobos (del conurbano y del interior bonaerense) no se coman entre sí, y para eso debe intervenir fuertemente para calmar el hambre, porque sin lobos tampoco hay un Leviatán democrático, sino el Leviatán autoritario y dictatorial.

Según una fuente que trabaja para un diputado nacional del peronismo bonaerense, “hay un desfile incesante” de intendentes peronistas por La Plata, y todos se sientan hasta tres veces por semana (de ser necesario) con Santiago López Medrano, ministro de Desarrollo Social y con Edgardo Cenzón, ministro de Infraestructura.

Estos dos alfiles de Vidal oyen a los nuevos barones y tratan de calmarlos ofreciéndoles lo que tienen (por ahora pequeñas obras de bacheo, planes sociales y policías). Vidal ha enviado parte del endeudamiento a los alcaldes sobre todo del Grupo Esmeralda, pero no alcanza. Scioli no dejó una administración en condiciones de abastecer la demanda social del conurbano.

Como dijo Michael Foucault cuando habló del poder pastoral: “El poder es el pastor del hombre”, y Vidal sabe que el poder radica en los intendentes propios y ajenos, y si ella misma quiere ser la Leviatán nacional debe sí o sí, dar de comer a quienes pueden sostenerla hasta 2019.

Por otra parte, como explicó un importantísimo dirigente macrista de la Tercera, la gente le endilga la responsabilidad de los problemas al Presidente y al Intendente, y por ahora, al igual que Daniel Scioli que sin haber hecho una buena gestión casi gana una elección por dos puntos, Vidal viene zafando de las miradas críticas de la gente, a excepción claro de gremios combativos como ATE, que le complican la gestión.

La Tercera amarilla

En la mesa chica de Vidal uno de los temas que más se hablan es cómo reforzar la tercera.Tienen claro que quieren a Daniel Salvador como presidente del Comité Radical bonaerense y quieren a los peronistas para hacer crecer en estructura lo que no pueden aún hacer crecer en sujetos que votan.

La paradoja es que durante el Mayo Francés de 1968, los estudiantes concluyeron que no son las estructuras las que salen a las calles, sino los sujetos, y el sujeto es el votante de Ensenada,Berazategui, La Matanza, Quilmes, Avellaneda, Lanús, Lomas, Brown y Echeverría, y el Pro necesita poner un líder junto a ese sujeto para que el voto sea amarillo, y para eso necesita referentes importantes, quizás más peronistas que radicales, sin querer bajarle el precio a los correligionarios que dieron su sangre centenaria para alimentar Cambiemos, pero en un año las cosas cambiaron mucho. Bueno, las cosas siempre cambian.

Para ganar en 2017, los coroneles de Vidal saben dos cosas: hay que tener peronistas aunque crean más en el asistencialismo que en la gestión como propaganda y que Cristina Fernández no esté presa para tener un enemigo de altura política que le levante el precio al Vidal, porque como decía Nietzsche, “no hay hecho, sino interpretaciones”, y el PRO bonaerense necesita que un sector del electorado interprete que ellos son lo contrario al kirchnerismo, pero con estructura del peronismo.

La cuestión es que aún con todo eso, si en los Municipios como Avellaneda, Lomas, Brown y Echeverría sino hay referentes capaces de mover masas votantes, habrá que generar un derrame de “fierros” para los PRO de esos distritos.

Grindetti bien podría ser un ejemplo si todos los recursos de Nación que le llegan a Vidal para fortalecer la Provincia fueran a Lanús, porque paradójicamente, el ex ministro porteño de Hacienda (que, renglón aparte, supo manejar exitosamente los aumentos de ABL para neutralizar el veneno interno de un tarifazo), gobierna entre el Grupo Esmeralda (Lomas de Zamora) y el Instituto Patria (Avellaneda) que no es más que la interna peronista postkirchnerista.

Pero algunos grindettistas, no están de acuerdo con esta lectura y concluyen que hay que derramar sobre los referentes del PRO de esos municipios porque mostrando una sola buena gestión no alcanza para ganar 2017 en la Tercera.

“Bendita” Bonaerense

Salvado el escollo del diálogo con los intendentes del conurbano y los radicales del interior bonaerense, ahora Vidal tiene otra histórica interna (como la del Central y el Ministerio de Economía para Nación) pero que tiene que ver con la Seguridad.

La policía bonaerense es ese monstruo devenido en fuerza democrática en 1983, luego de la dictadura, que todavía no logró (después de 30 años) entender que terminó su época de poder insaciable en que, como los leones sedientos, deambulaban tranquilos por la selva matando y comiendo la carne cruda de los animales inferiores.

Ahora, la pregunta que le plantea Foucault a Vidal es: “¿Cómo actúo yo políticamente en medio de una multiplicidad de hechos que no puedo entender? Porque para actuar políticamente sobre la realidad, alguna síntesis tengo que poder hacer. Sino, yo también me vuelvo loco, entro en el dionisismo y me emborracho y no puedo actuar sobre la realidad”.

La praxis política de Vidal sobre esa sangrienta y amenazante interna, ¿cómo debe ser?, ¿debe apelar a una suerte de rebelión política de poder sobre la fuerza o por el contrario unir A con B y luego con C?, porque donde hay poder (Vidal-Bressi) hay una resistencia al poder (SIPOBA-Sindicato de policías bonaerenses) y esa resistencia ya dio muestras de que no quiere negociar. El llamado recibido desde la Penitenciaría es por demás claro y merece un análisis aparte.

Todo había comenzado con los secuestros express en Morón (donde ella vive) y en Lomas de Zamora, tierra del principal líder político del peronismo hasta el momento en el conurbano. Luego, una fuente estrechamente cercana a la gobernadora había confesado a Política del Sur, en la primera semana de junio que esperaban un muerto. ¿Ese muerto llegó ya? El diputado nacional del Frente para la Victoria, Edgardo Depetri, dijo que los crímenes en Lanús (como el de Nicolás Gamboni) bien podrían relacionarse con la interna policial y afirmó: “En esta lucha (contra la interna bonaerense) todos tenemos que estar junto a Vidal”

Lanús hoy no es un distrito más. Es el Municipio en el que gobierna el líder de Cambiemos de la sección electoral más habitada de la Argentina, es el más macristas de los intendentes y que es parte de esa mesa chica de Vidal. Néstor Grindetti es quien está trabajando a destajo para unir peronistas y radicales en la Tercera, tratando de equilibrar los reclamos de los PJ, los UCR y encima algunos PRO que complican el escenario como es la interna de Avellaneda. Bien, podría haber sido Gamboni la inocente víctima de una interna policial. Según la Correpi hay 300 casos al año de gatillo fácil, esa secta azul formada en democracia, heredera de la aristocracia parapolicial que nació con la “liga patriótica” para romper huelgas en 1918 y 1919, matando obreros a mansalva.

Si Gamboni es solo un caso de inseguridad de motochorros comunes, también se puede leer como el mensaje mafioso a la gobernadora 48 horas después del homicidio del hijo de la dirigente del Frente Renovador lanusense. Que el llamado haya sido hecho de la Penitenciaría, implica que la policía que reclama poder, podría tranquilamente abrir las cárceles para llenarle la Provincia de delincuentes a Vidal y, como le advirtieron, hacerle “volar el gobierno”.

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