Por estas horas, el MPN analiza sus posibles candidatos a diputados nacionales. Dentro de esa nómina, nadie descarta todavía la posibilidad de que el vicegobernador Rolando Figueroa sea el que finalmente encabece la boleta. Acaso el más preocupado por esa posibilidad sea él. Otros lo festejarían y no dudarían un instante en decir sí, quiero. No es su caso. Dar el salto al Congreso de la Nación lo alejaría de la provincia, algo que dista de ser el escenario ideal para alguien que tiene aspiraciones para los cargos expectables que se pondrán en juego en el 2019.

El entorno del gobernador Omar Gutiérrez no descarta que, eventualmente, Figueroa pudiera ser el elegido. Es más, otros dicen que es número puesto. Se trata de uno de los dirigentes que mejor mide en las encuestas que hace el partido provincial, aunque queda por ver el rango de aspiraciones que se fije el MPN en octubre.

El entorno del vice dice que ya saben que le harán la oferta. Otros, de hecho, dicen que ya se la hicieron. De uno y otro lado coinciden en que está lejos de querer ser el candidato para el Congreso.

La razón primordial es que casi desde el minuto cero de su actual gestión como vice (pero antes también) trató de erigirse como un dirigente con proyección dentro de la provincia. Ese, en rigor, es el juego que juega cada vez que se diferencia del vínculo con el gobierno de Mauricio Macri que casi de forma exclusiva le toca a Gutiérrez. Con ese trasfondo, no dudaría en firmar la posibilidad de ser intendente de la capital, repetir como vice o, si se diera una coyuntura determinada, ser él un posible candidato a gobernador por su propio partido.

Es decir, la política desde el Congreso de la Nación no es un ámbito que le sentaría tan bien a alguien que quizás como nunca antes hizo del cargo de vice una notoria plataforma de despegue.

Las diferencias en torno al vínculo con Nación son, si bien no lo determinante, otro punto para la postura del vice. Algunos creen que Figueroa estaría lejos de votar a ojos cerrados las leyes de Mauricio Macri que Neuquén podría seguir respaldando en el Congreso, y en el plano político esta posibilidad tampoco le resulta estimulante.

Con todo, y llegado el caso, su respuesta plantea a la vez la pregunta sobre su futuro político. Nadie a esta altura debiera dejar de atender que Jorge Sapag y el propio Gutiérrez son los que definirán quiénes irán como candidatos (lo mismo sucederá con la lista de concejales). La pregunta del millón es: ¿Podría Figueroa decir que no a una candidatura si se la ofrecieran? La respuesta es sí, pero se trata del tipo opciones que quizás pudieran pasarle factura hacia adelante. Por eso la oferta podría tener la marca de un dilema.

 

Es uno de los referentes del MPN que mejor mide en la provincia. Si Sapag y Gutiérrez le ofrecen ir como postulante, lo ponen en un dilema.

El desafío de ser vice y fabricarse un espacio propio

Rolando Figueroa llegó como vice por decisión del ex gobernador, Jorge Sapag. Desde el principio, marcó diferencias con el gobernador Omar Gutiérrez, en torno a la relación con el gobierno nacional de Mauricio Macri.

Hizo de su cargo como presidente de la Legislatura un lugar desde donde construirse una imagen como político y un ámbito desde donde tender vínculos con otros sectores políticos y sociales de la provincia y el resto del país.

Ser diputado nacional implica dejar de lado esa construcción política y su aspiración principal: poder dar la discusión en el 2019 para algunos de los cargos importantes que se pondrán en juego en las elecciones de ese año.