Festejos en la noche helada en los jardines de la catedral

Festejos en la noche helada en los jardines de la catedral
Los malvinenses consideran a ese lugar un símbolo de su opción por ser británicos.

Bastó que las autoridades anunciaran el resultado abrumador triunfo del “Sí” para que unos 300 malvinenses apostados en la fría noche frente a la catedral anglicana de Puerto Argentino -Port Stanley, según su nombre británico– estallaran en festejos. Una fiesta comunitaria estaba ya organizada con música, comida y bebida en las afueras del templo, donde se levanta una escultura de costillas de ballena. La gente se fue agolpando allí, muy de a poco, ya antes del anuncio, que fue transmitido en vivo, por altoparlantes.

Los lugareños emocionados cantaron al unísono la llamada “Canción de las Falklands”, una suerte de himno local, repartida en fotocopias entre todos los presentes en papeles –inclusive los periodistas de todo el mundo que llegaron para cubrir la elección– con un membrete con el escudo de la administración británica de las islas en el que se lee “Desire the right” (“Desea lo correcto), un lema que recuerda al primer barco británico –llamado “Desire”– que llegó a estas aguas. También hubo gritos coontra los enviados de medios argentinos.

“En mi corazón hay un llamado hacia las islas muy lejos/ Donde el viento del (Cabo de) Hornos vaga y juega/ Donde las kelp (por las algas que dieron origen al gentilicio ‘kelper’) se mueven y crecen hacia el viento y la bajamar / Y grupos de pingüinos bajan de la solitaria ladera...”, dice la letra que entonaron los malvinenses.

La catedral es un lugar más que simbólico para esta fiesta. A las puertas del viejo templo anglicano, el culto que por mayoría se practica en Malvinas por herencia de la colonia británica, tuvo lugar lo que aquí consideran el “primer referendum” local, también ligado al conflicto entre Londres y Buenos Aires. Ocurrió en 1968. En aquella ocasión, recuerdan algunos memoriosos, también gran parte del pueblo de las Malvinas se volcó a los jardines del frente del edificio para esperar a un ministro británico que llegaba en barco desde Montevideo. La gente había ido a protestar por las versiones de que Gran Bretaña iba a traspasarle la soberanía de las islas a la Argentina. Por eso, ese mismo lugar fue elegido para el festejo por la victoria en el referéndum de quienes votaron porque las islas continúen con su status jurídico de “Territorio británico de ultramar”.

En otro tramo de los festejos, niños, jóvenes y ancianon entonaron “I am sailing” del cantante escocés Rod Stewart. “Estoy navegando, Estoy navegando a casa otra vez. A través del mar, estoy navegando, aguas tormentosa para estar cerca de ti, para ser libre...”, cantó la gente.

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