San Fernando: “Acá el problema no es la seguridad, sino la salud”

sello propio

“El 50% del trabajo que tiene que hacer un municipio es el control interno y externo”. La frase pertenece a Luis Andreotti, el intendente con mejor ponderación en el Gran Buenos Aires. Y que es reconocido por su obsesión por llevar los números de su gestión al detalle. De hecho, en su despacho sólo tiene una computadora, un teléfono y una calculadora que usa todo el tiempo.

Contador de profesión, Andreotti transita por su segundo y último mandato –“no le escondo a la gente que no voy a estar en 2019”, aseguró a EL DIA- y es uno de los pocos jefes comunales que se mantienen leales a Sergio Massa, el líder del Frente Renovador. “A esta elección la quieren polarizar más de lo que puede dar una legislativa. Pero se van a llevar una sorpresa”, advirtió.

Andreotti gobierna un distrito pequeño, de sólo 23 kilómetros cuadrados y 165.000 habitantes, aunque también contiene una vasta zona de islas en el Delta del Paraná con menos de tres mil residentes. Históricamente San Fernando fue considerado como “un pozo entre pozo entre San Isidro y Tigre”, los desarrollados municipios vecinos, pero últimamente logró levantar el perfil.

A tal punto, que los adversarios políticos de Andreotti se lo reconocen. “Tiene una excelente gestión”, dijo a este diario Alex Campbell, actual subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales bonaerense y concejal de San Fernando, donde perdió la elección de 2015 contra el intendente. Aunque Cambiemos apunta ahora a consolidarse en el distrito para ser alternativa en 2019.

Con ese objetivo, la alianza gubernamental presentó la semana pasada su mesa local, con el apoyo de intendentes como Gustavo Posse (San Isidro), que tiene incidencia en la región. Y ya anunció que llevará a la joven Agustina Ciarletta –elegida por la propia gobernadora Vidal- como su primera candidata a concejal. Pero en el PRO saben que competirán por el segundo lugar.

Ese sitial lo disputarán con el PJ, que está desorganizado tras 16 años de gobierno de Osvaldo Amieiro –a quien destronó Andreotti en 2011-, cuyo yerno Matías Molle, integrante de La Cámpora y ex funcionario del RENAR, quedó segundo por un punto sobre Campbell en la elección de 2015. En la interna del PJ también aparece Gustavo Aguilera, cercano al Grupo Esmeralda.

“San Fernando fue siempre un pueblo peronista”, afirmó Andreotti en una entrevista que ofreció en su despacho. Sólo que ahora esa representación no la ejerce el PJ sino el FR, por medio de un intendente muy crítico de las gestiones de Cristina Kirchner y Daniel Scioli. “Fue el primer gobernador que casi llega a presidente sin hacer nada”, definió el experimentado jefe comunal.

En la misma línea, comparó el anterior Gobierno con el actual. “Con Cambiemos hay mejor diálogo que con el kirchnerismo, pero el resultado es el mismo: nada”, disparó el intendente, que el último sábado abrió el período de sesiones del Concejo Deliberante local con duras críticas tanto a la Nación como a la Provincia. A la gestión de Vidal le reprocha especialmente el estado de la Salud.

“Acá el principal problema no es la seguridad, sino la salud”, afirmó Andreotti en referencia al hospital provincial de San Fernando, que según definió “peor no puede estar, porque ni siquiera tiene médicos y le faltan sobre todo los pediatras”. Aunque destacó que Vidal cumplió con el municipio al llevar personalmente un decreto que habilitó una “necesaria” obra de viviendas.

Cuestionado por dirigir una “pyme familiar” –su mujer es funcionaria, su yerno presidente del Concejo y su hijo Juan es senador provincial-, Andreotti tiene sin embargo una imagen positiva del 80% debido a obras concretas como los bajo a nivel y los polideportivos. Y casi todo lo consiguió con recaudación propia, ya que San Fernando recibe el 0,69% de la coparticipación bonaerense.

Este “mago de los números” que suele pelearse con funcionarios nacionales y bonaerenses, calcula que en 10 años la población del distrito llegará a las 200.000 personas y sostiene que debe “mejorar sus ingresos y fuentes de trabajo”. Luego se despide: “El problema del Conurbano es la falta de espacio y la violencia. Hay que intervenir para brindar tranquilidad y dar más servicios”.

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