El Gobierno ya encontró un culpable por el fracaso con tintes escandalosos del desembarco de la Fórmula 1 en Mar del Plata.

La propia Cristina Kirchner había anunciado el pasado 14 de marzo en la Casa Rosada que la Argentina volvería a albergar carreras de la Fórmula 1, en los Grand Prix de 2013, 2014 y 2015. La presidenta había anunciado además que el Gobierno invertiría unos 20 millones de dólares para cada uno. “Ustedes saben, yo sólo anuncio, lo que está decidido”, dijo Cristina en ese momento.

El escándalo estalló la semana pasada cuando la Federación Internacional del Automóvil (FIA) publicó el cronograma de la Fórmula 1 para 2013 y allí no figuraba la sede de Mar del Plata.

El papelón se agrandó luego de que el hombre fuerte de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, que advirtió que “habrá Grand Prix en la Argentina cuando tratemos con gente seria”.

El golpe cayó directamente en el ministro de Turismo, Enrique Meyer, y dejó al Gobierno nacional en una situación embarazosa en una vidriera internacional como es la competencia automovilística más importante del planeta.

Meyer esta complicado por dos lados y en el Casa Rosada ya se habla de su renuncia. Lo cuestionan por haber elegido a un empresario de antecedentes tan polémicos como Fernando Moya para comandar una operación de primer nivel mundial.

Pero lo más grave es que en el gobierno se habla de un intento de pedido de coima de u$s 3 millonea a los organizadores de la Fórmula I. Segúne sta versión le habrían ofrecido a la gente de Ecclestone que sobrefacture el contrato por este monto.

Como sea, en el Gobierno apuntan a Fernando Moya. Este empresario que proviene del mundo del espectáculo no es ni más ni menos que el ideólogo de la vuelta de la Fórmula 1 al país, la célebre carrera que no se corre en Argentina desde 1998.

¿Quién es Fernando Moya?

Moya inició su carrera como productor de la banda de rock argentino Dulces 16. No tardaría en convertirse en un productor estrella en la década de los 80. Tan es así que produjo a artistas como Celeste Carballo, Los Twist, Los Abuelos de la Nada, Fabiana Cantilo, Charly García, Calamaro y a Fito Páez, que incluso lo menciona en uno de sus temas.

El éxito de Moya lo llevó a asociarse con el empresario Daniel Grinbank en la Rock & Pop. También estuvo junto a Grinbank en el desfalco de los clubes Independiente y en la aventura en el fútbol español del empresario, cuando compró el Leganes.

Moya también incursionó en el periodismo produciendo a Jorge Lanata. Fue su socio en el portal Data54, que es investigado por la justicia desde 2006 por una supuesta quiebra fraudulenta que dejó a unos 100 periodistas en la calle.

Luego de eso, creó junto a otro socio la productora Ozono. Su último desembarco en el mundo del show fue como directivo de la compañía Time For Fun, una de las tres empresas de espectáculos más importantes de Brasil.

Fue a través de esa empresa que le vendió al Gobierno que traería la fórmula 1 a la Argentina y fue presentado a la presidente por el ministro Meyer.

Luego de ese encuentro, Cristina anunció la vuelta de la competencia al país y Moya concertó reuniones con los empresarios de la Fórmula 1.

Pero Moya no avisó al Gobierno de sus frustradas negociaciones con la FIA. Y pese a los rumores que comenzaron a circular que indicaban que la carrera argentina se caería, el kirchnerismo siguió confiado en que la Fórmula 1 se correría en el país el año que viene.

Como pudo saber LPO, Meyer está furioso con el empresario, que lo dejó mal parado ante la propia presidenta y que ahora puso en riesgo su permanencia en el cargo.

Para colmo, Moya salió a aclarar que los problemas en la negociación ocurrieron por disputas entre Cristina Kirchner y Daniel Scioli. "Siempre fue una zona gris. Debe resolverlo la municipalidad. Yo no me meto en la interna política entre el gobierno nacional y el provincial", señaló en diálogo con ESPN Radio.

"Como empresa nunca anunciamos el Gran Premio, como no lo hacemos con ninguna otra negociación. No sé cómo lo manejó el Gobierno", alegó.

Hoy Meyer salió a replicar a Moya y a Ecclestone. "No es tanto la falta de seriedad de Time for Fun. Los números que los arquitectos (de la FIA) analizaron eran mucho más importantes de los que se había planteado originalmente", señaló el ministro.

Argentina, que fue una de las sedes regulares del circuito de Fórmula 1 desde 1953 hasta 1981, seguirá sin poder ingresar al circuito del Grand Prix.