El Ave Fénix peronista y la unidad para volver

El Ave Fénix peronista y la unidad para volver

Todos conocemos el mito griego de la famosa ave. Por si hay algún lector desinformado, lo podríamos sintetizar así: Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna.

 

Y valga la analogía, para detallar la situación del Peronismo.

Hasta el retorno de la democracia, en 1983, el Peronismo, con Perón vivo, nunca había perdido una elección. Siempre fue desalojado del poder por dictaduras, a través de golpes de estado, o por proscripciones.

La generación de dirigentes de 1983, con Ítalo Luder y Herminio Iglesias de candidatos y la foto del general en la boletas, creían, en esa lógica, que la elección era un trámite. Pero no. Gano Alfonsín y 2 años después, la UCR arraso. Fue ahí que se dictamino la muerte del peronismo.

Pero luego de la elección de 1985, Antonio Cafiero inicia la Renovación Peronista, gana la gobernación Bonaerense, y sin duda, la candidatura presidencial de 1989. De alguna manera, Don Antonio, vuelve a poner al “movimiento” en competencia. Con un desgaste considerable.

Pero… Pierde la interna con Carlos Saúl 1º, y como el ave Fénix, se inmola, para que el peronismo asuma la conducción del país por 10 años.

En 1999, luego de una puja interna de antología, Eduardo “Tachuela” Duhalde es el candidato, y pierde con de la Rúa. Nuevamente se dictamino la muerte del peronismo.

La crisis del 2001, está fresca en la memoria. Helicóptero, seis presidentes en 10 y días, y… el senador nacional Eduardo “Tachuela” Duhalde, es designado por la Asamblea Legislativa, como presidente de la Nación, para completar el mandato del radical.

Duhalde, agarra un país devastado, y con errores y aciertos, lo estabiliza, se imagina “EL” candidato para 2003, pero la muerte de Kosteki y Santillan, fueron un torpedo que pegó bajo su línea de flotación. Pero no.

Convoca a elecciones y previo abandono de la segunda vuelta por parte de Carlos Saúl 1º, Néstor “Lupin” Kirchner, asume un periodo que, con CFK y su reelección, dura 12 años y meses.

En 2015, Daniel Scioli, ganador de la 1º vuelta, pierde por punto y medio la segunda, y Mauricio Macri es presidente. Nuevamente se dictamino la muerte del peronismo.

Este espacio político, no tiene vocación de ser oposición. Por eso durante 2016, distintas expresiones “compañeras” se aliaron disimulada o abiertamente a Macri. Como el peronismo, esta vez sí estaba muerto, porque se esgrimía ese asunto de “la pesada Herencia”, causas, bolsos y valijas, con la expresidenta enlodada de causas y ataques mediáticos, los muchachos del bombo, salvo algunas excepciones, le ofrecieron a Macri “Gobernabilidad”. Y esto produjo una diáspora, peor que la del 83.

Ya en 2017, año electoral, la provincia de Buenos Aires, era el centro de todas las atenciones, y se vislumbraba la madre de todas las batallas.

Claro, CFK, asomaba como candidata natural, y casi toda la dirigencia nacional, lanzo el concurso “Péguele a Cristina”.

Por fuera del PJ, CFK gana las PASO, y pierde la general por un puñado de votos. Esta vez sí. Es la muerte del peronismo, con la consigna “no vuelven más”.

Pero los que desde el partido, festejaban el desgaste de Cristina, también Perdieron. La CGT explotó, nuevos y no tanto asumen la conducción del PJ bonaerense, y hasta un gobernador dijo, pensemos en el 2023.

CFK asume su banca de Senadora, hizo tartamudear en el juramento a la vice, y luego se guardó.

Todos se canibalizaron, tenían la pelota, pero no podían o no sabían jugar… La expresidenta, aun derrotada, generaba espanto en propios y ajenos (dirigentes, claro)

Esto, mientras la calle hervía, le bajaban la jubilación a los viejos, reprimían a mansalva, y por esas cosas de “la gente” la imagen presidencial se empezó a venir a pique.

Y que creen que paso?

CFK, como el Ave Fénix, se inmoló, pero mostró los puntos débiles del gobierno, y posibilitó que, ante la incerteza y el miedo al 2001, los sectores del peronismo, comenzaran a juntarse, sin ella, autoexcluida como candidata.

Tanto es así, que el jueves 8 de febrero, en CABA, comienza el camino de la reconstrucción. “El kirchnerismo, el randazzismo y el massismo se reunirán en una jornada con mesas de debate sobre temas de actualidad. Asistirán gobernadores, intendentes, sindicalistas y legisladores” titula Página 12.

Con la idea de pasar del objetivo proclamado de lograr la “unidad” del peronismo a los hechos concretos, el encuentro será en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) en la que confluirán gobernadores, intendentes, sindicalistas y legisladores de distintas corrientes para debatir en mesas temáticas. La intención del equipo que viene trabajando en la organización es que este primer evento se replique luego en las provincias del interior para ir generando un programa común y un clima competitivo en 2019.

El equipo de trabajo está conformado por Agustín Rossi, Daniel Filmus, Jorge Taiana y Víctor Santa María por el kirchnerismo; Fernando “Chino” Navarro y Alberto Fernández por el sector de Randazzo; y Felipe Solá y Daniel Arroyo por el massismo.

Participarán gobernadores como el puntano Alberto Rodríguez Saá y el sanjuanino Sergio Uñac, el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, junto a otros intendentes de la Provincia como su vice Fernando Gray (Esteban Echeverría), Verónica Magario (La Matanza) y Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa), los economistas, Marco Lavagna, Aldo Pignanelli y Guillermo Nielsen, entre otros.

“El 2018 es un año de discusión de proyectos para que no nos una sólo el espanto. Hay que armar un programa que tenga en cuenta a los sectores más postergados, que sea inclusivo y federal”, explicó Daniel Filmus.

“La Argentina necesita una oposición unida”, coincidió Daniel Arroyo.

Como podrá observarse, el peronismo, como el ave Fénix, la hora de morir, hace un nido, pone un único huevo, y se quema por completo y, al reducirse a cenizas, resurge.

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