Los fantasmas de Arroyo

Los fantasmas de Arroyo

El intendente está convencido de que algunos sectores de la oposición impulsan un plan para destituirlo

“Me quieren voltear”. Palabras más, palabras menos, Carlos Arroyo no tiene dudas: está convencido de que algunos sectores de la oposición impulsan un plan para destituirlo. No da nombres, pero en la intimidad de su despacho sus dardos apuntan principalmente contra Acción Marplatense.

 

Arroyo cree que detrás de las maniobras desestabilizadoras está “el amigo de Boudou”, como lo llama al ex funcionario de Pulti y precandidato a concejal de AM, Marcelo Artime. Esta semana el ex presidente del Enosur estuvo en boca de todos por una frase tan polémica como desafortunada: pidió una junta médica para “saber si Arroyo está en buenas condiciones de salud para gobernar”. Desde el entorno del intendente salieron a contestarle con los tapones de punta: “Artime salió a decir esa barbaridad para distraer la atención y que no se hable del revés judicial que sufrió Pulti en la causa por irregularidades durante su gestión”. La Justicia rechazó los pedidos de nulidad del ex intendente y ahora el juez Saúl Errandonea debe decidir si eleva la causa a juicio.

Cansado de las críticas de la oposición, Arroyo recogió el guante y también le pegó al referente local del Frente Renovador Ariel Ciano. “Fue el que hizo un expediente para declarar visitante ilustre a Boudou, ¿no?”, recordó en alusión al ex presidente del Concejo Deliberante durante la gestión pultista. “Ciano salió muy rápido a la cancha a jugar”, dijeron fuentes del oficialismo.

Los fantasmas de Arroyo se agigantaron esta semana, tras una nueva embestida de la oposición. Los sectores más radicalizados volvieron a pedir la cabeza de la cuestionada secretaria de Educación, Ana María Crovetto. Detrás de ese reclamo, sumado al pedido de renuncia de Silvana Rojas en la secretaría de Cultura, el intendente ve una maniobra destituyente.

Crovetto está en el ojo de la tormenta, pero cuenta con el apoyo de Arroyo. Si bien cuando adelantó que haría cambios en su Gabinete todas las miradas apuntaron hacia la ex inspectora, el intendente defendió públicamente su gestión. Diferente es el caso de Rojas, muy criticada por los artistas locales. Arroyo no pone las manos en el fuego por ella, pero no puede hacerla renunciar porque no tiene el aval de la gobernadora Vidal, principal sostén de la secretaria de Cultura. Tanto Rojas como la titular del Emtur, Gabriela Magnoler, cuentan con el respaldo del núcleo duro de las esferas más altas del PRO. Para Arroyo, un cambio de nombres en la Secretaría de Cultura no es tan importante como para poner en juego su relación con Vidal.

El intendente también ve fantasmas dentro de su propio espacio político. Sin pelos en la lengua, fiel a su estilo, no suele ahorrar críticas para algunos dirigentes de Cambiemos que adoptan actitudes y posturas que lo irritan. “Son indefendibles, son indefendibles”, repite. No lo nombra, pero sus dardos apuntan contra el diputado de Elisa Carrió, Guillermo Castello, crítico de la gestión de Arroyo.

En medio de la interna de Cambiemos, la oposición volvió a mostrar las garras y le pegó duro al intendente. ¿El motivo? Con el 10,6 por ciento, Mar del Plata sigue siendo la ciudad con mayor tasa de desocupación del país, según cifras del Indec correspondientes al cuarto trimestre de 2016. “La desocupación bajó un punto y medio. Hay que seguir por este camino”, dijo el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente. La lectura que hizo el Gobierno fue, cuanto menos, desacertada. Lo que no dijo Vicente es que la “buena noticia” del descenso del desempleo se explica por la “mala noticia” de que más gente pasó a la inactividad. Así, esta baja de la desocupación no fue porque se crearon más empleos sino porque más personas sin ocupación dejaron de buscar trabajo por las menores perspectivas de encontrarlo.

En la ciudad hay 31 mil desocupados, 57 mil personas que si bien tienen trabajo buscan otro y 40 mil subocupados. Si bien la tasa de desempleo bajó en relación al tercer trimestre, Mar del Plata es la única ciudad que registra dos dígitos. Y todos la llaman la capital nacional de la desocupación.

No todas fueron malas noticias esta semana. Mar del Plata recibirá 90 millones para mejorar el calamitoso estado de las calles, tras una gestión que hizo Arroyo ante el secretario del Interior Sebastián García De Luca. Fue, acaso, uno de los anuncios más esperados por los vecinos y uno de los más importantes desde que llegó al poder. Envalentonado, el intendente ya piensa en la reelección: “Voy a ganar otra vez”. 

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