El pasado miércoles fue encontrado sin vida en la capilla de la ciudad de La Florida el cura Juan Viroche, para los investigadores se trató de un suicidio, pero sus familiares más cercanos no aceptan esta hipótesis.

Para la familia del religioso “es imposible que él hubiera hecho eso”, según declaraciones realizadas por una sobrina al diario La Gaceta.

“No creemos de ninguna manera en la hipótesis del suicidio. Mi tío amaba la vida y amaba a Dios. Estaba preocupado por las amenazas que recibía, pero tenía proyectos por delante. Él no se mató”, advirtió la mujer.

La entrevistada contó que el cura trataba de no hablar sobre las denuncias que había recibido por su militancia contra el narcotráfico, para no preocupar a la familia y contradijo a las autoridades que habían informado que el cura jamás había presentado una denuncia en contra de los “transas”. “La Policía no le daba mucha bolilla pero si las presentó. Las estamos buscando”, aclaró.

"Él murió por esto", dijo en referencia a su lucha contra las drogas, "no por esas cosas que andan diciendo de que tenía mujeres o que había embarazado a una de ellas y otros inventos. En este momento y ante todo esto, nosotros nos vemos en la obligación de aclarar que son mentiras. No podemos dejar que ensucien su buen nombre”, explicó.

 La familia de Viroche cree que fue un homicidio. 

“Está el Cristo roto. Sabemos que se cree que estaba contra una puerta y que lo rompieron las primeras personas que entraron cuando empujaron con fuerza la puerta, pero durante la noche de la reconstrucción pude hablar con gente que entró en ese momento y que me dijo que la imagen ya estaba rota. Es cierto que el Cristo estaba contra la puerta pero había lugar para pasar”, denunció la mujer.

La otra situación por la que cree que pudo haber sido un asesinato es el hallazgo de los dos bancos que se encontraron tirados. Según las pericias, Viroche los habría pateado cuando su cuerpo realizaba un movimiento pendular, mientras colgaba de la soga. “Yo mido 1.52 y lo abrazaba con toda facilidad. Mi tío era muy bajito, no medía más de 1.65. Jamás pudo haber pateado esos bancos pesados”, contradijo su sobrina.