Falta de tierras y asentamientos, problemas importantes de Bahía

Falta de tierras y asentamientos, problemas importantes de Bahía

n caso de reactivarse el rubro de la construcción, la matrícula de nuevos profesionales resultará insuficiente para llevar adelante de manera armoniosa un futuro promisorio, aseguró el titular del Colegio de Arquitectos.

Cecilia Corradetti

ccorradetti@lanueva.com

Si nuestra ciudad logra reactivarse en el campo de la construcción, teniendo en cuenta sus enormes potenciales, como el desarrollo del Polo Petroquímico, el puerto y la actividad del campo, los arquitectos resultarán insuficientes.

Así lo manifestó Jorge Santiago Llambrich, presidente del Colegio de Arquitectos de Bahía Blanca, quien aseguró que, más allá de las especulaciones respecto de los muchos profesionales que salen de las universidades y no logran insertarse laboralmente, “nuestra matrícula no alcanzaría para un futuro muy promisorio”.

--¿Cuál es hoy la principal problemática de la ciudad?

--Su expansión, su crecimiento desordenado y en lugares inadecuados. Generalmente esto se da porque no hay políticas municipales o herramientas de planeamiento que permitan regular de qué manera se puede controlar el crecimiento. En todas las ciudades el mercado inmobiliario suele ser muy fuerte. Tanto, que marca tendencia y da pautas de crecimiento para sectores que, tal vez, como en este caso, no están previstos.

--¿Como los nuevos asentamientos en la periferia?

--Claro. Hasta hace unos 12 años teníamos una ciudad que crecía de manera lineal contenida por la barda (40 metros sobre el nivel del mar) y el borde que representaba la ría. Algo así como un rectángulo y se planificó en función de eso. El problema se planteó con la radicación de nuevos asentamientos en las afueras de esa figura, donde hoy cuesta llegar con servicios y política municipal.

--¿Por qué sucedió esto?

--Por falta de control en la reglamentación municipal. Se pasó la barda y se instaló este tipo de barrios. Y, por consecuencia, en el medio, quedaron macizos de terrenos vacíos que deberían reactivarse y ser parte del desarrollo de la ciudad.

--¿Qué otra problemática padece Bahía?

--Movilizar el suelo urbano inactivo. Es difícil acceder a suelo urbano. El plan ProCreAr puso en evidencia ese tema.

--¿Se debe actualizar el Código de Planeamiento?

--Sí, porque data de 30 años y no está aggiornado, algo que desde nuestro lugar solemos pedirle al gobierno municipal de turno. Modificar el código es una tarea que lleva tiempo e inversión y depende del interés o el criterio del Ejecutivo. En este caso tenemos pautadas reuniones con autoridades municipales para comenzar a cambiar algunas pautas.

--¿Cómo se encuentran los espacios públicos?

--Necesitamos más y que los mismos sean parte de la planificación urbana. Debemos contemplar que los hábitos han cambiado: hoy, la principal utilidad en los espacios verdes está dada por la actividad física y recreativa. Vamos camino hacia una sociedad donde el espacio público será cada vez más necesario.

--¿Este gobierno municipal ha manifestado interés en revalorizar lugares?

--Sí y es muy positivo que las autoridades compartan la aparición de estos nuevos circuitos o bicisendas en terrenos poco atractivos, tal como sucedió con el camino La Carrindanga, que hoy se ha convertido en un paseo agradable.

--¿Por qué considera que retrocedieron los índices de la construcción?

--Por varios factores, aunque el plan ProCreAr reactivó el rubro. La vivienda multifamiliar decayó por cuestiones como el corralito, una planificacion desactualizada, la falta de políticas municipales y, en especial, por la situación económica. Si bien el ritmo ha decrecido, ha mejorado la calidad de diseño en lo que se refiere a vivienda en cualquiera de sus modalidades.

--Si se tiene en cuenta que el metro cuadrado tiene un costo de 16 a 18 mil pesos, se puede deducir que para una familia de clase media es prohibitivo construir...

--Claro, porque además hay que tener en cuenta el terreno, cuyos valores comienzan desde los 30 mil dólares en adelante. Deben existir políticas de crédito. De lo contrario es muy difícil.

--¿Será favorable para Bahía contar con jóvenes arquitectos egresados de la UNS?

--Sí. Será un cambio rotundo y sin dudas aportará no solo calidad de diseño sino una mesa de debate sobre diferentes temas, algo de lo que hoy carecemos. Creo que será un punto de partida importante. Desde el Colegio de Arquitectos se promovió la carrera pensando en la ciudad y fundamentalmente en quienes deseaban estudiar y formarse como arquitectos.

Perspectivas a partir de un “cambio de mentalidad”

“Observo una ciudad con muchas perspectivas porque representa un verdadero polo de desarrollo, más allá de sus universidades y los servicios que presta para la región y la zona sur. Sin embargo, no toda la ganancia del Producto Bruto queda aquí”, sostuvo Llambrich, para apuntar a un “cambio de mentalidad”.

Ejemplificó con que cualquier empredimientio que pretenda radicarse encontrará trabas debido a la falta de actualización del Código de Planeamiento. En ese sentido, insistió con la necesidad de definir la radicación de nuevos usos.

“Veinte años atrás, por caso, si un emprendimiento familiar de tipo industrial, ejemplo fábrica de fideos, pretendía instalarse en el área urbana, no podía, debía hacerlo en el Parque Industrial o en una zona alejada debido a los desechos, olores y ruidos que producía. Hoy esa situación es posible debido al avance tecnológico. Aun así, en determinadas zonas el código no lo permite y esa inversión se frena o se va para otro lado”, señaló.

“Hay burocracia y se deben sortear ciertas reglas de juego para lograr el desarrollo esperado”, opinó.

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