La falta de fondos ya inquieta en las aulas de las universidades públicas

La falta de fondos ya inquieta en las aulas de las universidades públicas

A pesar de la partida extra dispuesta por el Gobierno, hay preocupación de los rectores, estudiantes y gremios por los límites del presupuesto

Con clases o con clases en las que se cuela la discusión de las dificultades presupuestarias. Ése es sin dudas el síntoma más visible de un presente complejo para la mayoría de las 53 universidades públicas del país. Pero no el único. Con matices y distinto grado de conflictividad, hay instituciones que sostienen algunas carreras con fondos propios y sus docentes no logran acceder a programas de capacitación o registran un mayor ausentismo de los estudiantes por las subas en las tarifas del transporte. El origen de estas complicaciones no es idéntico, pero es consecuencia de un mismo tema: los $ 51.000 millones presupuestados este año para las universidades, que fueron aprobados en el Congreso en diciembre pasado, son insuficientes.

Mientras tanto, el Ministerio de Educación de la Nación define la paritaria con los docentes y resuelve cómo instrumenta la ampliación presupuestaria de $ 500 millones anunciada anteayer para paliar la situación.

"Hemos votado un presupuesto hasta agosto, porque sin refuerzos no podemos afrontar todos los gastos", advirtió el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Alberto Barbieri. Allí señalan que disponen de $660 millones para costear los gastos operativos de todas las facultades este año, apenas un 2% más que en 2015 y pese a la inflación de los últimos cuatro meses. La escasez de fondos, según indican, se siente en varios niveles. "Los programas que permitían que los docentes hicieran posgrados o finalizaran su tesis de posgrado fueron suspendidos este año", expuso Federico Montero, secretario de prensa de la Conadu, uno de los gremios con mayor representación de los docentes. Mientras que los estudiantes, agrupados en la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), reclamaron por obras paralizadas como el jardín maternal de la Ciudad Universitaria o el edificio de la Facultad de Ciencias Sociales en Constitución.

Sin embargo, los rectores no obtuvieron precisiones sobre cómo se distribuirá la partida extra de 500 millones de pesos, surgida principalmente para compensar los aumentos de tarifas en la luz y el gas, una ayuda que muchos rectores ya consideran insuficiente. "Ese dinero es el 4,5% de los fondos presupuestados para gastos de funcionamiento. Resulta muy insuficiente -consideró la rectora de la Universidad de General Sarmiento, Gabriela Diker-. Nosotros tenemos comprometido el funcionamiento de la universidad a corto plazo. Por ejemplo, por la escuela secundaria que abrimos hace dos años y a la que van 150 alumnos no recibimos fondos desde diciembre."

El rector de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Carlos Ruta, remarcó que "[El ministro Esteban] Bullrich se mostró dispuesto a conversar cada vez que haya un problema", y destacó que no tiene "motivos para desacreditar esos dichos". Mientras tanto, esa universidad le hace frente a la falta de presupuesto con fondos propios. Por las 17 carreras nuevas, que aún no completaron todos los años, la Unsam no percibió fondos para su funcionamiento por parte del ministerio este año y debió desembolsar $ 7 millones de sus ahorros, una situación que no se puede sostener por mucho tiempo, según revelaron en esa casa de estudios.

Ayer, los rectores de 25 universidades públicas del país se reunieron en la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado para evaluar el proyecto de ley que pide eximir a las universidades de los aumentos de gas, luz, agua y teléfono.

Los rectores están expectantes por el cierre de la paritaria, que ayer volvió a fracasar luego de que la oferta del ministerio (15% en mayo, 5% en octubre y 16% en diciembre) no conformó a los gremios, que piden entre un 40% y un 45%. Por un lado, el cierre de la paritaria normalizaría las clases. Hoy, de hecho, la Federación de Docentes de las Universidades convocó a un paro junto con Apuba, que representa a personal no docente de la UBA, por lo que en muchas facultades no habría clases. La Conadu Histórica hizo un paro de seis días el mes pasado y la Conadu, dos huelgas -una de 24 horas y otra de 48-. El cierre de la paritaria podría destrabar además el giro de fondos adicionales a las universidades. Bullrich les dijo a los rectores que antes de desembolsar los $ 500 millones quería finalizar con las negociaciones.

Según pudo saber LA NACION, las partidas se repartirán de acuerdo con la información suministrada por las universidades. Anteayer, Bullrich señaló en Vuelo de regreso, el espacio de LA NACION en radio Milenium: "Los $ 500 millones cubren el tema tarifa y gastos de funcionamiento adicional que puede haber en las universidades en los próximos meses".

"Nos preocupa que no se fijó fecha para girar los fondos adicionales y costear los incrementos tarifarios. Y también cómo va a ser esa distribución, porque si es proporcional nosotros tendríamos dificultades para afrontar la suba de luz. De pagar mensualmente $ 84.000 pasamos a $ 800.000", dijo Daniel Martínez, rector de la Universidad Nacional de La Matanza.

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