Por falta e agua crecen las zonas de cultivo

La crisis hídrica hizo disminuir la cantidad de agua en los ríos, que viven de la nieve y los glaciares, y avisó que la grave situación llegó para quedarse.

El agua es un bien estratégico para el desarrollo de la economía regional y más si se tiene en cuenta que en la provincia hay 360.000 hectáreas bajo riego, que representan 25 por ciento del total de las tierras irrigadas a nivel nacional.

Para enfrentar la crisis, el Gobierno construirá tres reservorios de agua en el norte de la provincia, que equivalen a 100 lagos del Parque General San Martín, y planifica otros 17 en los distintos oasis. Mientras tanto, hay que trabajar arduamente con los 12.300 kilómetros de canales mendocinos y con los sistemas dentro de las fincas.

“Hoy muchos productores eligen qué paño de la finca van a dejar de trabajar”, destacó Daniel Rodríguez, titular de la Asociación de Productores del Este. Mientras que a 300 kilómetros al sur, en General Alvear, coinciden con la misma realidad: “Actualmente el productor está regando 25 por ciento de su finca”, manifestó Alberto Kobayashi, de la Asamblea del Pueblo de Alvear.

“Siempre se regó por surcos, pero ahora no se puede. Hay que sistematizar el riego, pero para eso hay que sacar préstamos”, contó Rodríguez y especificó lo que está pasando en el campo: “Se está regando surco por medio. Los turnos de agua son cada 20 días y están pensando en llevarlos a los 30 días. Antes necesitábamos un turno de agua para regar 60 por ciento de la finca. Ahora, como disminuyó la cantidad de agua, necesitamos más turnos para regar todas las hectáreas”.

En General Alvear la situación es similar. “Antes los turnos de riego eran cada 8 días. Ahora son cada 14 días y están pensando ponerlos cada 20 días”, contó Kobayahi. Actualmente, el productor focaliza el riego donde tiene el cultivo más importante y deja de lado el que no tiene precio o es de menor calidad.

Detalló que “vivimos una situación desesperante, si ahora falta el agua hay que imaginar lo qué puede pasar en enero o febrero. Alargar los turnos de riego es alargar la agonía”.

Los dirigentes admiten que es  necesario sistematizar el riego para ahorrar y manejar mejor el recurso que es escaso. “El problema es que este es un problema de todos, los oasis son de todos. De otra forma, para poner riego sistematizado, los productores tiene que pedir créditos y para esto ponen en riesgo sus fincas si es que no llegan a cumplir. Sin embargo, el usuario en los grandes centros poblados no arriesga nada”, sentenció Rodríguez.

Algunos costos

El ingeniero Daniel Massi, que recorre la provincia desde hace años trabajando con los productores, afirma que “una hectárea de vid necesita por año entre 5.000 a 6.000 metros cúbicos de agua si el riego está modernizado, sistematizado. Si el riego de la hectárea es por surcos, se necesita el doble de agua”.

Según explicó, hacer una perforación para tener un pozo en la finca cuesta unos 600.000 pesos, lo que permitiría el riego sistematizado. En este caso hay que contar con una represa, un reservorio de agua, que permita, por ejemplo, el riego por goteo.

“Instalar las mangueras para el riego por goteo cuesta 3.000 dólares por hectáreas, sin contar el costo del equipo de bombeo”, explicó Massi, que dijo estar convencido que los pequeños productores tienen que avanzar hacia la sistematización del riego en forma comunitaria.

Diversas alternativas

Mientras el Gobierno se propone la construcción de 20 reservorios de agua en cada uno de los oasis, que servirán para administrar las cantidades que necesitan los productores, desde la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, el ingeniero Carlos Schilardi , tiene otro punto de vista. Afirmó que en realidad “debemos encarar el manejo estratégico del agua, para lo cual no son necesarias grandes inversiones sino mejorar la administración del recurso”.

Schilardi, titular de la cátedra Hidrología agrícola y recurso, dijo que: "El agua que tenemos, con una buena administración, alcanza para todos”. Destacó que se puede optimizar 20 por ciento el riego por gravedad y 10 o 15 por ciento el riego presurizado. El académico hizo hincapié en que con un manejo adecuado del agua se podría hacer frente a la actual escasez.

Explicó que "el agua está en un período de tensión creciente entre la agricultura y los usuarios que crecen en forma exponencial. Por esto, la agricultura tendrá que revisar el agua que consume. Además, el cambio climático está creando incertidumbre que muestra a futuro que los caudales en nuestros ríos van a decrecer. El panorama de la agricultura está demostrando diversas tensiones”. Para Schilardi, la clave de este panorama lleno de tensiones reside en el manejo estratégico del recursos hídrico a todos los niveles. Todo comienza en el dique y sigue por los canales y dentro de cada finca, explicó.

Los reservorios

El Gobierno anunció recientemente la construcción de tres reservorios de agua en el norte de la provincia cuya superficie equivale a 100 lagos del Parque General San Martín. Se construirán en los departamentos de San Martín y Lavalle junto con la impermeabilización de 44 kilómetros de canales. Con el agua que se guarde allí se podrán regar 10.000 hectáreas. El objetivo final es contar con 20 reservorios distribuidos en los oasis.

“Los reservorios que se van a construir son las primeras obras de almacenamiento de agua en nuestra red de riego", explicó el ingeniero Fernando Gomensoro, del Departamento General de Irrigación.  Mendoza cuenta con 12 diques, 7 embalses y 12.300 kilómetros de canales. Estos permiten el almacenamiento estacional del agua. Los reservorios facilitarán la regulación en pequeña escala sobre la red de riego.

Existen muchos reservorios de agua en propiedades privadas, pero construidos por el Estado, ninguno. Para conocer qué es un reservorio, El Sol viajó hasta Costa de Araujo, en el departamento de Lavalle, a 10 kilómetros al norte hasta el distrito “El Carmen”, donde está la finca Santa Bárbara que tiene 1.200 hectáreas. Posee un reservorio de 7 hectárea de extensión, con lo que se riegan 400 hectáreas de tomate con goteo.

La crisis hídrica ya se instaló entre nosotros. El Gobierno deberá  detallar una política respecto del agua, y los reservoriosson parte de ella. En tanto, los productores y los usuarios en las ciudades tendrán que cambiar sus hábitos para cuidar el agua responsablemente.

Por la sequía, preocupa el desgaste de los glaciares

Mariano Masiokas, es ingeniero Agrónomo, doctor en Geografía e investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), y explicó que: "Desde 1951 se realizan mediciones de nieve en nuestra zona y desde 1909 comenzaron a medirse los ríos. Más de 60 años de datos precisos, compilados por las ocho estaciones instaladas en la cordillera. Nosotros estudiamos y analizamos esos datos ", precisó el profesional. 

El aporte a tener en cuenta es saber que en 1968 fue el año que en promedio menos nevó, solo 6 por ciento. Pero lo interesante es saber que en los últimos cinco años, la sequía es la más importante. "Lo que sucede es que por esos tiempos habían menos habitantes, menos industrias y el recurso alcanzaba porque había un año seco y otros dos no, se alternaba. En cambio, en los últimos cinco años seguidos con tan poca agua, con más población y más industrias es mucho más preocupante", comentó Masiokas.

¿Cuáles fueron los mejores años en términos hídricos? "Y desde que se mide la nieve acumulada podemos decir que entre los años 1914 y 1919; luego desde 1982 hasta 1987 fueron los mejores años, con más nieve y lógicamente mayor caudal en nuestros ríos, que dependen casi exclusivamente de la cantidad de nieve por la escasa cantidad de lluvia que cae en nuestra región", contó el investigador.

Lo más grave de estos tiempos es que al haber poca nieve, se derrite rápidamente y luego afecta a los glaciares, que en esta etapa comienzan a tomar relevancia debido a que han estado retrocediendo significativamente en las últimas décadas.

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