Los organismos de derechos humanos reaccionaron con pesar y bronca ayer al fallo de la Corte Suprema que declaró aplicable el beneficio del dos por uno en un caso de lesa humanidad.

A la cabeza de las críticas estuvo Estela de Carlotto , que adjudicó la sentencia a una movida política del gobierno de Mauricio Macri . "Nos están destruyendo en esta gestión, no solamente en la economía, sino en la parte moral y en la conciencia cívica que hemos tomado en los últimos tiempos", dijo ayer la titular de Abuelas de Plaza de Mayo en declaraciones a radio AM 750. Y agregó: "[Macri] trajo como norma el que se olvide, el desprestigio, porque han querido minimizar la cantidad de desaparecidos, nos han tratado de 'curros' (...). Ahora quieren fusilarnos en una cosa tan terrible como el dos por uno". Carlotto afirmó estar "sorprendida" e "indignada" y usó términos como "estafa moral", "abominable" y "tremendo" para hablar del fallo.

En esa misma línea, la referente de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora Nora Cortiñas repudió el fallo, al que calificó de "aberrante", afirmó que los derechos humanos "no son negociables" y reiteró, al igual que Carlotto, que hay una embestida contra los organismos. "Todos los días parece que quisieran darnos un golpe", cuestionó.

Además de Carlotto y Cortiñas, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquiveldijo al programa de LA NACION en radio Millenium Vuelo de Regreso que el fallo es "político" y que el dos por uno no debería aplicarse "porque ese es un principio para los delitos comunes y hay una diferencia entre estos delitos y los de lesa humanidad".

El rechazo también se sintió en el ámbito político. La ex presidenta Cristina Kirchner, por ejemplo, arremetió contra el Gobierno. En una serie de mensajes en Twitter dijo que la Argentina retrocedió "20 años" y que un fallo como el que se conoció ayer "no se hubiera dado en el gobierno anterior".

En un comunicado el bloque de diputados del FPV-PJ calificó a la sentencia como "un retroceso en la lucha contra el terrorismo y en la imagen que el país había recuperado a nivel internacional en la defensa de los Derechos Humanos".

El bloque conducido por Héctor Recalde, además, afirmó que la decisión se trata de un "indulto", y aprovechó para vincularla con un posible involucramiento del macrismo, al considerar que "no es menor el dato" que los jueces que "Macri intentó nombrar por un simple decreto -Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti-" hayan votado a favor del fallo.

Otros dirigentes kirchneristas apelaron a las redes sociales para criticar el fallo. Ese fue el caso del ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez, que consideró a la sentencia como "vergonzosa" y "triste".

También opinó en Twitter el líder de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella. "[El fallo] Es una afrenta a la memoria de las víctimas y una señal de impunidad espantosa", escribió.

El diputado nacional radical Miguel Bazze fue uno de los pocos oficialistas que alzaron su voz. El legislador dijo que el fallo es "altamente cuestionable".

Por parte del massismo, el diputado nacional Facundo Moyano también dijo que el fallo es "un precedente muy peligroso"

En tanto, la diputada nacional y presidenta de la comisión se DD. HH. en la cámara Baja, Victoria Donda (Libres del Sur) coincidió en que el fallo es un "retroceso".

Por el lado de la izquierda, la condena también fue unánime. El diputado nacional Néstor Pitrola (PO-FIT) afirmó que la decisión judicial se trata de "un salto hacia la impunidad". La ex diputada nacional Myriam Bregman (PTS-FIT) sostuvo que con ese fallo la Corte está "indultando" a represores.