María del Carmen Falbo concretó hoy el anuncio que ya le había hecho a los fiscales la semana pasada, cuando les anticipó que había decidido dar un paso al costado, y acogerse definitivamente a la jubilación, cuyo trámite de actualización había realizado hace un par de meses.

El jefe interino de los fiscales será el subprocurador Juan Angel de Oliveira hasta que el Senado designe el reemplazante de Falbo, cuyo pliego llegará a la Cámara alta en los próximos días pero tiene un largo proceso antes de ponerse en votación.

El elegido por el Gobierno es el actual Secretario Legal y Técnico de la Gobernación, Julio Conte Grand, quien ya ocupó el cargo de Procurador en la Ciudad de Buenos Aires.

La concreción de la renuncia es festejada en el oficialismo. “Hay cambios que le vienen bien a la vida institucional", dijo Cristian Ritondo al salir de la reunión con la Bicameral de Seguridad. El ministro confirmó además que “tal como Vidal lo anunció, ahora el Procurador va a ser Conte Grand".

Falbo se va aquejada por una serie de denuncias, que poco la ayudaron en una pelea con Cambiemos que arrancó silenciosa pero luego tuvo sus estridencias públicas. En el Gobierno desde hace varios meses se mostraban seguros del cambio inminente en la Procuración.

En cuanto a Conte Grand, su condición de porteño es el primer argumento de quienes ponen reparos a la posible designación. Conte Grand cuenta con el apoyo de Elisa Carrió y el visto bueno de Vidal, quien lo impulsa como responsable del Ministerio Público, y que a la vez deberá buscar un reemplazante para la Secretaría Legal y Técnica en el caso que el pliego prospere. Pero ese es un problema menor al lado del que acaba de resolver el Ejecutio con la confirmación de la renuncia de “la pochi”.

En cuanto a Conte Grand, su relación con el macrismo empezó de la mano de José Torello, amigo de la secundaria del presidente Mauricio Macri y Nicolás Caputo. Abogado de profesión, con un promedio destacado en la carrera de Derecho de la UBA, Conte Grand tuvo vínculos con el menemismo en sus albores como dirigente político, de la mano de Carlos Corach.

Vinculado a la orden religiosa católica Opus Dei ocupó la Procuración porteña desde 2012 hasta que fue convocado por María Eugenia Vidal para hacerse cargo de la Secretaría Legal y Técnica.