"La Facultad sigue siendo un semillero importante para la tecnología argentina"

El jefe del proyecto Arsat, Andrés Rodríguez, valorizó el rol de los ingenieros marplatenses y del país en el desarrollo de nuevos emprendimientos.

El ingenierio Andrés Rodríguez fue en dos oportunidades presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata y seguramente nunca imaginó que ayer iba a estar frente a sus profesores y familiares dando una charla, en su carácter de jefe de proyecto Arsat-1, el satélite lanzado al espacio el 16 de octubre desde Guayana Francesa.

Su experiencia como jefe del primer satélite geoestacionario argentino y latinoamericano que brindará servicios de telecomunicaciones, transmisión de datos, Internet y Televisión Digital Abierta (TDA), fue el tema central que desarrolló este ingeniero recibido en la Universidad Nacional local.

Frente a un auditorio repleto, Rodríguez recibió la bienvenida del decano de Ingeniería, Guillermo Lombera, y después brindó precisiones acerca de este desarrollo de la compañía Arsat, una sociedad anónima perteneciente al Estado argentino que es administrada por el Ministerio de Planificación.

Acompañado por su mujer e hijos, Rodríguez dijo que ingresó a la Facultad en 1988 y se recibió en el 95. "En el aula donde ahora funciona la Biblioteca hacíamos bailes con la Facultad de Ciencias de la Salud, ahí conocí a mi esposa y después vinieron mis dos hijos", recordó entre risas el ingeniero. En este marco destacó: "Quiero mucho a la Facultad por todo esto que viví y lo que vino después". Consultado sobre a quién agradecería por haber llegado a estar al frente de este importante proyecto, Rodríguez aseguró: "El Arsat 1 podría estar presentándolo hoy cualquier otro ingenierio que hubieran elegido en vez de a mí, y el satélite estaría en el mismo lugar porque el proyecto va más allá de mí e involucra a mucha gente". Pero entonces rememoró que en 1995, cuando regresó a la ciudad tras un curso afuera, se enteró que en la Facultad estaban recibiendo curriculums para una empresa de satélites. "Ahí recuerdo que Manuel González, muy gentilmente, tomó mi CV y a partir de ahí entré a la industria satelital", recordó.

De esta manera comenzó Rodríguez a incursionar en el mundo de los satélites, primero lo hizo en la empresa Nahuel Sat que más tarde quedó en manos del Estado y pasó a llamarse Arsat. "En Nahuel Sat eramos sólo 14 ingenieros los que fueron convocados de universidades públicas de la Argentina, y tres somos de Mar del Plata y seguimos", relató Rodriguez quien junto a Gabriel Conte y Pablo Perez, forman parte de Arsat. "Es un orgullo que haya dos colegas trabajando conmigo que egresaron de esta facultad". Entonces aseguró "Estamos entre los mejores niveles, la Facultad sigue siendo un semillero muy importante para la tecnología en la Argentina. Esperamos seguir siéndolo y con políticas con las que se lleva adelante con el plan satelital, se puede garantizar que ingenieros de diferentes latitudes puedan integrarse a estos proyectos".

Nacimiento

Rodríguez se desempeñó en NahuelSat hasta el 2007. "Argentina tiene dos posiciones orbitales asignadas y la primera estaba ocupada por el Nahuel 1, un satélite que funcionó hasta el 2010 pero en el 2007 ya no podía dar servicios operativos. Como esta empresa privada no tenía intenciones de seguir en el negocio, el gobierno nacional decide crear Arsat con el objetivo de ocupar las dos órbitas y generar la tecnología satelital en el país", precisó.

En este marco es que pasaron a ser 40 personas trabajando en aquellos años, y hoy son cerca de 400 en la sede que funciona en Benavidez, provincia de Buenos Aires, sobre la que Rodríguez mostró imágenes como la de las antenas que colaboran con el monitoreo del satélite.

El Arsat-1 fue construido en Bariloche por la empresa Invap y lanzado al espacio el 16 de octubre de este año con el cohete Ariane 5, desde el Centro Espacial de Guayana francesa, en la ciudad de Kourou. Argentina ingresó de ese modo en el grupo de los ocho países del mundo que desarrollan y producen sus propios satélites geoestacionarios y, junto a Estados Unidos, son los dos únicos en el continente americano. También fue el primer satélite de su tipo puesto en órbita por un país latinoamericano.

Rodríguez recordó que el satélite brindará servicios de televisión directa al hogar, acceso a Internet con recepción en antenas Vsat y telefonía IP a todo el territorio nacional y países limítrofes, y significó una inversión de más de 1.121 millones de pesos, a los que se sumaron otros 867 millones que fueron invertidos en ingeniería de desarrollo, estaciones terrenas, software, seguros y la puesta en órbita.

La empresa Arsat continuará construyendo satélites para el desarrollo de las telecomunicaciones de Argentina y la región. En la actualidad se está trabajando en Arsat-2, que cubrirá tanto Sudamérica como gran parte de América del Norte. Posteriormente, con Arsat-3 el objetivo será abarcar todo el continente americano.

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