Fabric 89: la diversidad del house

Fabric 89: la diversidad del house

Gerd Janson, parte de Tuff City Kids, recurre a una fórmula de sintetizadores y polirritmia para recuperar la historia de la electrónica.

Nicolás Torino

La música House tiene aproximadamente 30 años de vida. Su origen es, en cierto sentido, oscuro. La historia cuenta que empezó en Chicago, con DJs como Frankie Knuckles que pasaba música en el legendario local The Warehouse ante una audiencia LGTB de afroamericanos y latinos. Pero esto se puede relativizar fácilmente. Después de todo, Frankie no venía de Chicago, sino de New York, y su habilidad como DJ había sido aprendida de Larry Levan, que pasaba música en The Loft, y es considerado por algunos como el verdadero fundador del genero. Y nada podría haberse hecho sin Kraftwerk o Giorgio Moroder, pioneros indiscutidos.

Pero en cierto sentido, una discusión de este tipo siempre termina siendo un debate de etiquetas, dado que estilos como el house, el electro y el disco se entrelazan en la época, con DJs que pasaban todo tipo de música. Hoy esa versatilidad de los inicios no es tan común, debido a que la división entre géneros se profundizó mucho.

Unidad de lo heterogéneo

Fabric 89, de Gerd Janson, funciona como un antídoto a estas tendencias de separación. El formato del mix-cd permite que el DJ seleccione temas que abarcan desde el house a secas hasta acid, deep, disco, jazz. En cierto sentido, el mix es un viaje en el tiempo que recorre fielmente distintas etapas del género, pero con una visión cohesiva que evita que el disco se transforme en una mera colección de temas.

La línea principal va a ser el estudio de los sintetizadores. La mayoría de los temas tiene al menos un estilo particular de sintetizador, pero en todos el instrumento es usado de una forma casi matemática, con un énfasis en las series y la repetición. El disco abre con un remix de Snooze 4 love - Todd Terje, que es un arquetipo de esto: las series de los sintetizadores aparecen y desaparecen, creando interminables variaciones.

Este énfasis en las dimensiones matemáticas de la música también va a aparecer en la percusión, que tiene muchos momentos de ritmos complejos, como en Rhythm. Pero esto no va a significar tampoco el abandono del tradicional 4/4, que contará con varias apariciones en los temas más disco, como Mess of Afros.

Lo que no va a tener mucho lugar en el mix es la incorporación de voces, dado que la perspectiva de Janson es casi completamente instrumental. Los momentos excepcionales en los que no se cumple esta regla, sin embargo, van a encontrarse entre los más memorables. Por ejemplo, en return to acid una gran parte del efecto de acid house va a estar no solamente en el sintetizador, sino en el loop de la voz.

Relate

El mix-cd es reemplazado un poco cada día por formatos más nuevos (podcast, radios online, sets grabados), y por momentos parece estar a punto de desaparecer. Pero, como los libros en papel, tiene una resiliencia particular. Si los tiempos de Sasha & Digweed están lejos, al menos cada año aparece un puñado de discos que mantienen vivo el medio. Fabric 89 es uno de estos casos, una obra que muestra que las posibilidades del formato no están agotadas, y que a “tan solo” 120 bpm todavía hay algo para ofrecer.

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