Más de 1.500 personas apreciaron a este destacado músico santiagueño, que ha llegado al corazón de muchas generaciones. Su canto, ligado al pueblo, a la gente humilde y a la vida, es un festejo para el alma.

El domingo, apenas pasadas las 22 subió al escenario con su guitarra e interpretó, primeramente, temas incluidos en su reciente producción discográfica titulada “Los caminos santiagueños”, que el 4 de septiembre presentará en concierto en el Teatro Ópera de la ciudad de Buenos Aires.

Luego interpretó algunas de las canciones más añoradas de su repertorio, invitando a cantar sobre el escenario a las mujeres que quisieran hacerlo y, posteriormente, a un niño que lo acompañó en “A mis viejos”. No sólo dio protagonismo al público de esta manera, sino que bajó del escenario y realizó un solo de violín entre la gente que no podía retener la alegría y el cariño que este gran artista despierta. Su recital duró aproximadamente dos horas.