Los saqueos en supermercados de Bariloche produjeron ayer un efecto cascada y extendieron el caos por otros puntos del país. El conurbano bonaerense no estuvo exento de los robos y focalizó su tensión en Campana, a 75 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, donde un grupo importante de personas vació una sucursal de Maxiconsumo, intentó irrumpir en un local de la cadena Carrefour y desvalijó una estación de servicio.

Después de robar toda la mercadería de una sucursal del mayorista Maxiconsumo, los vándalos se dirigieron hacia la periferia del ruta nacional 9, donde se levanta un local de Carrefour, sobre la colectora norte. Según informó la empresa a LA NACION, todo comenzó cuando una señora pidió "de mala manera" que se le entregue una canasta navideña y bolsones de comida. Detrás de ella, aunque afuera del supermercado, se agazapaban unas 300 personas.

La seguridad privada intentó calmar a la señora, pero al advertir que la situación podía desbordarse, recurrió a la policía y se decidió bajar inmediatamente las persianas del comercio. A los pocos minutos, los efectivos policiales lograron controlar la situación.

Cerrado el acceso a Carrefour, los vándalos desvalijaron una estación de servicio de YPF e interrumpieron el tránsito de la ruta 9 camino a Rosario. "Los grupos de jóvenes, mujeres y niños comenzaron a detener los camiones y a saquearlos de a uno", se reprodujo ayer en la crónica del sitio Campana Noticias.

La policía tuvo que intervenir y dispersó a los violentos con balas de goma y gases lacrimógenos. Además, tuvo que desviar el tránsito a la altura del río Luján.

Avanzada la noche, el caos continuaba, esta vez en las puertas de una sucursal del supermercado mayorista Yaguar. Allí se agolpaban unas 2000 personas.

La intendenta de Campana, Stella Maris Giraldi, se mantuvo anoche en silencio. LA NACION intentó comunicarse con ella, pero no hubo caso. Giraldi fue reelecta en 2011 por el Frente para la Victoria y se reacomodó hace un tiempo dentro de la tropa más alineada con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli. Es viuda del ex intendente justicialista Jorge Varela, fallecido este año.

Tras los episodios en Bariloche, Campana y Rosario (ver aparte), se tomaron precauciones en otras localidades. En Villa Albertina, Lomas de Zamora, por ejemplo, efectivos de la policía bonaerense "fortalecieron la custodia" en varios locales de la zona "ante la posibilidad de que se produjeran saqueos", según informó la agencia Noticias Argentinas.

En voz baja, los empresarios de supermercados aseguran que los saqueos en Bariloche se veían venir. "Desde la intendencia se habían comunicado con las principales cadenas en los últimos días para alertarnos que podía haber saqueos y pedirnos alguna colaboración. La mayoría de las empresas aceptamos el pedido y nos comprometimos a entregar mercaderías a distintas organizaciones sociales, pero los saqueos llegaron igual", explicó un empresario del sector.

En la visión de los supermercadistas, el panorama es muy diferente en relación con los saqueos en otras partes del país. "En Campana y el Gran Rosario estuvo todo armado y no descartamos que esté más ligado a las internas del peronismo y los últimos enfrentamientos entre sindicados", señalaron a LA NACION.

Desde otra cadena también apuntaron al componente político de los saqueos. "En los últimos días hubo organizaciones como Barrios de Pie (ligada a la agrupación Libres del Sur) y la de Castells (el MIJD) que llamativamente activaban los pedidos de comida", explicaron en la empresa.

En el Gran Buenos Aires, antes de las Fiestas, son frecuentes las movilizaciones de las organizaciones piqueteras a los supermercados para exigir mercaderías, alimentos y juguetes. El jueves de la semana pasada, Barrios de Pie marchó hasta las sucursales de Coto en el Abasto porteño, de Carrefour en Avellaneda, y de Chango Más, en el cruce de la Panamericana y la ruta 197, sin incidentes..