Explota la guerra de intendentes entre cristinistas y peronistas

Explota la guerra de intendentes entre cristinistas y peronistas

Ferraresi pide por Cristina en 2019 y Granados quiere volver al PJ. Espinoza juega a dos puntas.

A menos de una semana de gobierno macrista, se desató la guerra entre los intendentes del Conurbano. La autocrítica llegó y ya se cristalizaron dos grandes polos de poder: los cristinistas y los peronistas.

La pelea es por la conducción del peronismo para recuperar la provincia y la nación en 2019, con el paso de las legislativas en 2017. Este fin de semana, con la jura de los principales jugadores del tablero, quedaron expuestas las posiciones sin lugar a ambigüedades.

 

Jorge Ferraresi fue reelegido en Avellaneda y con camporistas en primera fila juró por "Dios, la Patria, los compañeros muertos y desaparecidos, la memoria de Néstor Kirchner y la conducción de Cristina para volver al gobierno en 2019".

 

Alejandro Granados volvió a asumir en Ezeiza y blanqueó lo que venía señalando en las reuniones internas: "Nada tengo que ver con el Frente para la Victoria", arremetió en un enfurecido discurso, lo que marca su quiebre total con Cristina Kirchner.

 

La ruptura formal comenzó en la Legislatura, con la división del bloque de Senadoresbonaerenses, pero se dirimirá también en el territorio. En Diputados la unidad es endeble y se auguran también cambios a medida que avance la interna.

 

Fernando Espinoza, como presidente del PJ de la provincia, juega a dos puntas e intentará pivotear entre los sectores, al menos por ahora. Puso a disposición La Matanza para el repliegue de parte del sciolismo y hasta de una ministra de Cristina, Débora Giorgi, mientras en la Legislatura mandó al senador Daniel Barrera a enfrentar a La Cámpora.

Fue en este sentido en que Verónica Magario, en su asunción, recordó a Ballestrini, a Néstor y a Cristina y pidió por la unidad del peronismo. 

 

Con todo, es una incógnita el rol de Daniel Scioli ante este posicionamiento de los intendentes. Si avanzará definitivamente en un proceso de “peronización” o si permanecerá “cristinizado” como se muestra últimamente. Algunos intendentes temen un nuevo pacto del ex motonauta con la ex presidenta que los deje una vez más afuera de las listas legislativas.

 

En tanto, los intendentes nuevos como Gustavo Menéndez (Merlo) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) están más preocupados por las urgencias locales, necesitados de plata y apoyo político para garantizar la gobernabilidad de sus distritos. Barones como Raúl Othacehé y Jesús Cariglino siguen manteniendo poder de fuego y serán acaso la principal oposición de los flamantes jefes comunales. El Vasco, de hecho, se quedó con la presidencia del Concejo Deliberante de Merlo.

 

Lo de Ferraresi y Granados fue brutal y muestra a las claras la interna que sufre el peronismo. En el microestadio de Racing, el intendente de Avellaneda manifestó: “Quiso existir el peronismo sin Perón y, algunos dan risa, porque quieren plantear la continuidad del peronismo sin Cristina. Ni un paso atrás en el liderazgo, la que lidera es Cristina”, exclamó con dardos a su par de Ezeiza.

 

Granados ya había adelantado algunas críticas al kirchnerismo al ingresar a la Legislatura bonaerense para la asunción de Vidal. Le auguró éxito en la gestión de Cristian Ritondo y afirmó que el funcionario macrista tendrá "la ayuda del Gobierno nacional" que él "no" tuvo durante su mandato.

Ya en Ezeiza, al asumir un nuevo mandato como jefe local, terminó de asumir su rol: "Soy del Partido Justicialista de Ezeiza y mis próceres fueron San Martín, Rosas, el teniente general Perón y la compañera Evita", sin una sola mención al kirchnerismo.

 

Cercano al ex ministro de Scioli se ubica el hombre fuerte de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, que protagonizó una asunción menos jugada aunque se ocupó de repetir su voluntad de colaboración con el PRO, diferenciándose también del cristinismo.

 

“Voy a trabajar para seguir defendiendo los intereses de los vecinos de Lomas. Si le va bien a Mauricio Macri en nación y a María Eugenia Vidal en provincia de Buenos Aires, le tiene que ir bien a los vecinos de nuestro distrito”, dijo Insaurralde, que estuvo acompañado por Mariano Cascallares (Almirante Brown) y el ex intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, del bloque del PJ en la Legislatura bonaerense, entre otros.

A Ferraresi lo acompañaron Patricio Mussi, Martín Sabbatella, los camporistas Cuervo Larroque y Julián Domínguez, y dirigentes como Luis D'Elia y Jorge “Quito” Aragón, entre otros cristinistas que aplaudieron los dardos del intendente: "La derrota nos va a demostrar quienes están a nuestro lado por interés y donde están los traidores", sostuvo.

“Desde Avellaneda nos ponemos a disposición del armado provincial y nacional para sumarnos a la organización y al servicio de la construcción de la unidad, para que el FPV vuelva al gobierno en el 2019”, completó Ferraresi.

 

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