Explican dónde y cómo recibir ayuda en caso de adicciones

Explican dónde y cómo recibir ayuda en caso de adicciones

El Centro Preventivo Asistencial "La Casita", dependiente de la cartera sanitaria provincial, es una referencia especializada en la prevención y tratamiento de las adicciones. 

"La Casita" es un centro especializado en la prevención y tratamiento de las adicciones, que brinda asistencia a los pacientes y sus familiares. En la provincia se cuenta con modalidades de tratamiento ambulatorio y de internación.

"En caso de contar con un familiar que tenga problema de adicciones, en Formosa existen lugares dónde acudir", dieron a conocer desde la cartera sanitaria provincial. Se explicó que el sistema de salud está preparado para contener a los pacientes y sus familiares, con modalidades de atención ambulatoria, contención e internación.

El trabajo se realiza cotidianamente "con las familias y el mismo paciente que presenta un consumo problemático de sustancias y que por ello asisten a este centro preventivo", explicaron responsables de "La Casita", institución dependiente del ministerio de Desarrollo Humano.

El Centro Preventivo Asistencial "La Casita", dependiente de la Dirección de Salud Mental y Neurociencias de la cartera sanitaria provincial, es una referencia especializada en la prevención y tratamiento de las adicciones, al que concurren adultos y jóvenes acompañados por sus familiares, ya sea padres, tutores u otros. Se encuentra ubicado en Saavedra 775, 1er piso, de esta ciudad.

En el lugar se trabaja para brindar contención a la familia del paciente; orientarlos en cuanto a la mejor forma de ayudar a su familiar en su recuperación; informar sobre los avances y/o retrocesos en el proceso de tratamiento de paciente; y abordar las interacciones intra-familiares: diálogo, comunicación, puesta de límites, roles de los adultos, afecto.

Así como para chequear y corregir comportamientos cotidianos tanto del paciente como de los integrantes de la familia a fin de evitar posibles recaídas; y concientizar a las familias en cuanto a su resistencia y negación del problema de consumo de su hijo/a o familiar.

INGRESO

Para acceder al tratamiento, las personas que atraviesan un consumo problemático de adicciones lo hacen de dos maneras: Por voluntad propia, que puede ser por petición familiar, cuando son llevados por sus padres en los casos de adolescentes; o por derivación institucional, sea de Centros de Salud, hospitales, juzgados u otros organismos.

Allí reciben un tratamiento psicoterapéutico-educativo en base al modelo cognitivo-conductual, donde la persona y su familia realizan cambios como resultado de la toma de conciencia de su situación-problema. De esta manera, el tratamiento no se dirige sólo al individuo sino que incluye a todo el sistema familiar que lo contiene y en el cual se encuentra inmerso.

Para ello, "se realiza un abordaje integral con el paciente y su grupo familiar, siempre de acuerdo a las etapas del proceso que transita la persona. La etapa inicial se denominada admisión y contiene una evaluación integral e interdisciplinaria del paciente, su contexto familiar y social", informaron especialistas del lugar.

Y se ofrece "un espacio de contención y orientación con encuentros semanales coordinado por trabajadores sociales y psicólogos. Están dirigidos a todas las personas significativas del entorno, en especial las convivientes: padres, tíos, abuelos, hermanos, pareja. Es decir, adultos que acompañarán al paciente en el proceso de admisión-evaluación y posterior tratamiento".

Luego, en la etapa de tratamiento se proponen dos modalidades: ambulatoria y casa de día. En ellas "se trabaja también en espacios semanales de manera unifamiliar o multifamiliar, en reuniones que resultan ser de contención, autoayuda, informativas o terapéuticas propiamente dichas", se detalló.

Estos espacios "constituyen un apoyo real para todos los miembros de la familia. El grupo es imprescindible sobre todo en la primera etapa por la necesidad de los padres de ser escuchados ante la angustia y depresión que atraviesan una vez que descubren el consumo de sus hijos".

"Al principio presentan una resistencia al cambio y negación del problema real. Pero al cabo de un tiempo, una vez que se ha logrado la confianza entre el terapeuta-familia, se obtienen resultados favorables", aseguraron.

Finalmente, revelaron que "si el tratamiento ambulatorio en La Casita no resulta suficiente para lograr los cambios necesarios en la persona y el consumo continúa constituyendo un riesgo para él mismo y para terceros, el equipo interdisciplinario sugiere la modalidad de internación. La misma tiene lugar en la comunidad "Dr. Eduardo Macedo" de Tatané, a pocos kilómetros de esta ciudad". 

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