Experta en crisis

Experta en crisis

Por: Jorge Fontevecchia. Como no hay una receta para comunicar malas noticias, lo mejor es mantenerse en un recatado punto medio.

No pocas veces la causa se confunde con la consecuencia. Carrió fotografiándose con el ministro Aranguren, saliendo de la Casa Rosada o de Olivos diciendo corporalmente a la sociedad: “Acá vino la madre de la República a protegerla” y, tácitamente, que si precisa protección es porque debe estar todo mal, echando así más leña al fuego que ella también había iniciado quejándose del futuro aumento de las tarifas. “¿Quién empezó con el tema de las tarifas en abril? Fui yo, no la oposición”, dijo orgullosa al salir de la Casa Rosada la semana pasada, y luego agregó casi como una confesión: “A mí esta adrenalina me encanta, la adrenalina de poder sostener y acompañar en momentos de crisis. Yo sirvo para esto, no sirvo para la victoria, sirvo para los momentos difíciles”. Sobre ese punto, los que estuvieron en el gobierno de De la Rúa dicen que otra vez son ella y algunos radicales quienes desde dentro de un gobierno que integran fomentan que el peronismo tenga que aumentar su beligerancia opositora.

El anterior socio político de Carrió antes de Macri, Pino Solanas, con su ojo cinematográfico, dijo que las dos mayores actrices de la Argentina son Cristina Kirchner y Carrió. Ella quiere protagonizar, ya sea para quejarse del Gobierno como para apoyarlo, pero siempre ser prima donna.

El histrionismo exacerbado de Carrió conecta con una sociedad que no está plenamente equilibrada emocionalmente, y sus declaraciones siempre levantan el rating de cualquier programa, retroalimentándose en una escalada adictiva:

“En el medio de la inflación fui a comprar un chivo y valía 6 mil pesos, cuando en Ojo de Agua vale 600 pesos. ¡Lo pagué en dos cuotas!”“Hagan patria. No retengan la soja, empiecen a liquidar para que ingresen dólares. Nosotros dimos la vida, la Coalición con todo por el campo. ¡Liquiden la soja!, ¡liquiden la soja!”“Es razonable un dólar a 21 por las exportaciones y ya va a bajar. Nos tenemos que acostumbrar a estas fluctuaciones porque ocurre en todo el mundo por las políticas de Trump y la guerra comercial que hay.”“No hay que hacerle caso al teñido. Estoy harta de Duran Barba, este hombre ordena no comunicar, mátenlo, tienen mi aval.”“Sé que es difícil, pero le quiero decir a la sociedad que los estoy defendiendo.”“Nadie les dijo que iba a ser fácil, demasiado bien estamos, miren Brasil.”“No se trata del presidente Macri, hay que sostener la República.”

Es que sus tours orales para “llevarle tranquilidad a la gente” generalmente son más efectivos a la hora de inquietarla, y en materia económica carece de consistencia. Por ejemplo, del FMI reciente dijo que avanzar con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional “fue una acción preventiva, de una eficacia brutal contra los golpistas de siempre” y “la oposición irresponsable del PJ está poniendo en jaque la confianza en la Nación argentina. Pese a ello, los argentinos vamos a revertir esto en el corto plazo. Ir al Fondo Monetario Internacional con una tasa del 4% es ahorrar la mitad de los intereses, estar cubiertos hasta el 2019 e impedir el eterno golpismo de los devaluacionistas’’.

Pero la oposición le recuerda que ella en octubre de 2001 denunció judicialmente a 12 funcionarios del propio gobierno que integraba, entre ellos el actual presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública durante la renegociación de la deuda externa con los organismos internacionales. Y que el 1° de abril de 2002 presentó en Diputados un proyecto de declaración repudiando la visita del enviado del FMI Anoop Singh.

Aunque ella ni se lo pueda imaginar, es la mejor alumna de Duran Barba y muchas veces la mejor expresión de las ideas del asesor presidencial, quien cree que la gente quiere sentir a los políticos, verlos, pero no los escucha. Que es más importante cómo se muestran y los sentimientos que expresan que si lo que dicen son buenas ideas o meras incoherencias.

Siguiendo la misma línea sobre que los gestos comunican más que las ideas es que Duran Barba se opone a comunicar crisis y está totalmente en contra de las fotos de los radicales entrando de urgencia a reunirse con el Presidente o el jefe de Gabinete, porque cree que aumentan la percepción de zozobra.

Pero el tema de cómo comunicar malas noticias es siempre discutible, y muchas veces se prefiere criticar la comunicación para no criticar la más peligrosa cuestión de fondo, como no pocos critican a Marcos Peña para no criticar a Macri.

El último presidente de México que tuvo que enfrentar una crisis financiera similar a la de Argentina fue Ernesto Zedillo durante el efecto Tequila a mediados de los 90. Aquella crisis, aunque de consecuencias incomparables, tuvo algunas situaciones similares: México tenía un déficit de cuenta corriente de alrededor de 30 mil millones de dólares anuales financiado por capital especulativo, su ministro de Economía subvaluó la crisis, pensaba en diciembre que se devaluaría el 15% y llegó a mayo con seis veces más de devaluación; en solo un mes perdieron 10 mil millones de dólares de las reservas de su Banco Central y le vencían casi 30 mil millones de dólares de tesobonos, algo similar al vencimiento de Lebac que Argentina tiene la semana próxima, aumentando la tasa de interés, la inflación y la fuga de divisas. Zedillo, que estuvo en Argentina participando por el G30, contó que cuando invitó a los empresarios a la casa de gobierno la oposición lo criticó porque al hacerlo agravaba la dimensión simbólica de la crisis, asustando a la población.

Como no hay una receta para comunicar malas noticias, lo mejor es mantenerse en un recatado punto medio. Pero en esa posición no hay lugar para la espectacularidad que a Carrió le produce  la adrenalina que disfruta. Argentina ahora precisa calma para atravesar esta crisis, sobreactuar también puede  ser negativo.

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