Las pymes de zonas relacionadas con la producción agrícola ganadera, vienen denunciando una importante caída en su nivel de ventas, no solamente por el aumento de los precios a surtidor, sino también por la baja en la cartera de clientes de pequeños campo, tambos y otros, que la economía actual dejó al borde de la quiebra.

“A pesar de ello, estimamos que la cosecha será buena este año y esto contribuirá un poco a mejorar el trabajo de todos los sectores involucrados en la actividad”, comentó el Director de Agroenergia S.A y Presidente Don Antonio Combustibles y Lubricantes, Mauro Lapacó.

El empresario advirtió que “hoy en día, para poder sostener el empleo de 7 u 8 familias que viven del trabajo en una Estación de Servicio, se requiere un promedio de no menos de 350 mil litros mensuales de expendio, cuando antes solamente se necesitaba 150 mil litros”.

En ese sentido, se lamentó porque en los pueblos y ciudades que subsisten por la agricultura y ganadería, la petrolera YPF tiene copado el mercado, en un primer lugar, con el servicio de gasoil directo al campo, que ya lo había implementado en su momento la entonces Repsol.

En un segundo orden de cosas, agregó que la otra pata de la competencia tiene relación con la desigualdad del estacionero particular con las grandes operadoras propiedad de la compañía estatal y en ese sentido, recalcó la importancia que tendría la aprobación del histórico proyecto de ley de comercialización de combustibles líquidos y gaseosos que no logró prosperar todavía en el Congreso Nacional.

Aseveró que la petrolera estatal “en todas las zonas núcleo como las localidades de Tres Arroyos, Mar del Plata, General Villegas y Carmen de Areco captó la venta de entre 500 mil y 1 millón de litros por mes, con sus megaestaciones, sumado a los clientes de transportes y logística más importantes que compran de forma directa”.

Por último responsabilizó a las políticas del ex Ministro Juan José Aranguren, que a su entender, pusieron en crisis a las demás compañías petroleras que “perdieron plata por los desbarajustes del mercado derivados de la liberación de los precios internacionales del crudo”.