El dirigente estacionero aseguró que “el balance del 2019 fue totalmente negativo y criticó las acciones del gobierno saliente que atentaron contra el consumo interno, provocando el derrumbe de las ventas de combustibles durante más de ocho meses consecutivos”.

A este problema, Llorvandi agregó el fallido decreto de congelamiento que causó el desabastecimiento y quiebre de stock especialmente de las estaciones de servicio blancas, las cuales aún hoy están tratando de recuperar lo perdido y al borde del quebranto.

Advirtió que la debacle de ventas del sector minorista de naftas es mayor a lo que las cifras oficiales globales indican, y que como dirigente expendedor, le interesan los indicadores que marcan a pico de surtidor, que a su entender “se acentuaron por encima del expendio al por mayor”.

Admitió que la inflación anual se ha salido por fuera de cualquier parámetro previsto y por ende, afectado el consumo del mercado interno. “Nos impactó de cuajo en las ventas de nuestro rubro, desde el 2018 hasta su profundización en el 2019”, afirmó Llorvandi.

La problemática actual se relaciona “con la caída de ventas”, remarcó y auguró que es el deseo de todos sus colegas que el nuevo titular del Poder Ejecutivo “quien estuvo en contacto permanente estos últimos días con todas las petroleras, sindicato y cámaras estacioneras, pueda implementar decisiones a favor de la recuperación del bolsillo de la gente”, aseveró.

A su entender, el hecho de haber “secado la plaza de pesos para controlar la inflación causó que las Estaciones de Servicio decaigan por debajo del volumen mínimo de expendio para mantener el punto de equilibrio y sostener el negocio con los costos en constante incremento”.

Finalmente Llorvandi aludió que “tenemos esperanza en el nuevo gobierno porque hasta el momento el discurso de Alberto Fernández  es favorable a la recuperación del poder adquisitivo de la clase media y la clase trabajadora, lo que significa la base de nuestros negocios”, sostuvo.