El gobierno de Mauricio Macri pegó una vuelta en el aire y decidió tomar el toro por las astas. Anoche el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y coincidieron que era insostenible la estrategia original de tratar de congelar en el tiempo el debate por la ley antidespidos aprobada en el Senado.

Se acordó entonces hacer todo lo contrario: Apurar su debate para, salga pato o gallareta, sacarse de encima un tema que le está contaminando toda la agenda política y obliga al propio Macri a poner la cara una y otra vez, con una posición claramente antipática como es la de amenazar con vetar una ley que tiene un consenso tan contundente como se vio en el Senado, donde se aprobó por dos tercios.

"Esto se fue de las manos y no queda otra que tratarlo cuanto antes", reconocían esta noche fuentes de Cambiemos, mientras seguían negociando contra reloj con Sergio Massa, para acordar algún tipo de modificaciones que atenúen la derrota del Gobierno, que pasó del ninguneo a la impresionante movilización sindical del viernes pasado y la amenaza presidencial del veto, a resignarse a tratar la ley.

El Gobierno de Macri pasó en horas del ninguneo a la movilización sindical y la amenaza de veto, a la resignación por tratar el proyecto cuanto antes, para salir de una encerrona que le contamina toda la agenda.

Monzó le explicó esta noche a Triaca que hasta tanto no se trate este proyecto que se ha convertido en el eje de toda la oposición, Cambiemos no podrá tratar ninguna otra iniciativa en Diputados. Un ejemplo alcanza: Como adelantó LPO, el oficialismo suspendió la sesión de mañana prevista para tratar la ley de acceso a la información pública, porque no quería darle a la oposición un escenario para que reclamase por la ley antidespidos.

Por eso, para destrabar este bloqueo político se acordó en una negociación que incluyó a Sergio Massa, convocar para mañana mismo a las 13 a un plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Legislación del Trabajo para tratar el proyecto de emergencia laboral que tiene media sanción del Senado, pero que a una semana de su media sanción, aún no ingresó a la cámara baja por una inexplicable demora en remitirlo de la vicepresidenta Gabriela Michetti.

Fuentes del macrismo confirmaron esta noche a LPO, que la nueva estrategia se terminó de consensuar luego de la reunión del interbloque Cambiemos a la que también se sumó Triaca. Desde el Frente Renovador agregaron que fue el propio Massa quien armó el recorrido que seguirá el análisis de la ley.

 

 

 

Se acordó entonces que mañana se anunciará un muy apretado cronograma de debate con todos los actores involucrados, que comenzará el próximo jueves con los líderes de las centrales sindicales; sigue el próximo martes con las Pymes y cierra el miércoles siguiente con la presencia del ministro Triaca.

 

 

 

La idea de Cambiemos es sacar entonces el mismo jueves de la semana que viene el dictamen conjunto, tratar el proyecto en la próxima sesión y regresarla al Senado para que la convierta en ley.

Esta noche, Monzó y sus laderos seguían negociando con Massa con la idea de incorporar al proyecto del Senado beneficios para Pymes a cambio de sacar la prohibición de despidos, aunque el líder del Frente Renovador exigía que se mantenga la doble indemnización que Macri rechazó públicamente.

Se trata en definitiva de una ingeniería política compleja que busca dejar al kirchnerismo sin la sesión especial que convocó para el jueves, al tiempo que se consigue hacerle entender a Macri que es necesario habilitar algún tipo de proyecto que desbloquee la situación política y se busca el acuerdo de Pichetto para que en el Senado apruebe una versión moderada del proyecto votado.