El ministro de Economía de la provincia Hernán Lacunza entregó a los senadores nacionales bonaerenses un borrador del proyecto de ley que quiere María Eugenia Vidal para aumentar la coparticipación de la provincia de Buenos.

El texto, de tan solo cuatro carillas, al que accedió LPO, es bien ambicioso. El primer artículo plantea recuperar para las arcas bonaerenses la plenitud del Fondo del Conurbano, compuesto con el 10% de lo recaudado por el impuesto a las ganancias.

En 1997 un decreto de Carlos Menem dispuso un tope de 650 millones de pesos para Buenos Aires y repartir el resto entre las demás provincias, que con el paso del tiempo terminaron acaparándolo. “Sólo Tierra del Fuego recibe menos. Debería llamarse conurbano al fondo”, bromean en los despachos platenses.

El 2015 Ganancias recaudó 381.463 millones y este año superaría los 400 mil millones, o sea, si el Fondo se aplicara como hace dos décadas Vidal agregará no menos de 40 mil millones de pesos a sus arcas, casi la mitad del endeudamiento autorizado para este año.

Pero la gobernadora no se conforma: el proyecto también incorpora a Buenos Aires al reparto del 4% de Ganancias distribuido entre las provincias según el índice de necesidades básicas insatisfechas (conocido como NBI), una caja también creada en aquel decreto de 1997.

En plena disputa con Eduardo Duhalde, Menem lo excluyó de este aporte y Vidal no encuentra motivos para sostener esa decisión. “El 36% de los hogares con necesidades básicas insatisfechas residen en la provincia de Buenos Aires”, señalan los argumentos de su proyecto.

La negociación no parece sencilla. En la sesión del miércoles, el senador del Gen Jaime Linares, bonaerense y uno de los que participa de las reuniones con Vidal y Lacunza, aprovechó el debate de la baja de IVA a los jubilados para pedir por la coparticipación de Buenos Aires.

El salteño Juan Carlos Romero no tardó en cruzarlo. “En la última década, el gobierno nacional repartió uno de cada cuatro pesos que recaudó. Si logramos que distribuya el doble cada provincia va a tener el doble de recursos y no tendremos que entrar en esa discusión estéril de quitarnos unos a otros”, respondió.

“Es muy difícil que podamos discutir recursos para la provincia de Buenos Aires si no discutimos ese problema con relación a todo el país”, cerró Romero. Se sabe, en el Senado sólo hay 3 representantes por provincia y si esa postura se expande una ley para Buenos Aires se convierte en una utopía.

Pero Vidal está dispuesta a ir a fondo. En la reunión que tuvo con Linares y sus pares bonaerenses Juan Manuel Abal Medina y María Laura Leguizamón (ambos del Frente para la Victoria-PJ) anticipó que si no es posible negociar una ley irá a la justicia.

Pero al trío de senadores bonaerenses no los convence la idea de perder una votación y ya barajan otras alternativas, aunque en todas se le quitaría fondos a la Nación, concesión que Macri tal vez no esté dispuesto a hacer.

Hablan de sumar un porcentaje mayor en concepto del fondo sojero, conformado con el 30% de las retenciones a la exportación de la oleaginosa y distribuido según los índices de coparticipación, que no favorecen a Buenos Aires, porque recibe el 18% y sus habitantes aportan más de un 30%.

Claro que si dan ese paso no tardarán en hacerse sentir otras provincias sojeras como Córdoba y Santa Fe, que ya han dado muestras de perseverancia en sus reclamos: en noviembre lograron junto a San Luis un fallo favorable de la Corte que les subió un 15% la coparticipación, por considerar ilegítimo el giro de fondos a Anses.

Otro camino para engrosar las arcas bonaerenses es que Mauricio Macri elimine por decreto el fondo del conurbano y esos 40 mil millones de pesos entren el reparto natural de la coparticipación. Aunque el 18% es considerado escaso por Vidal, en este caso le permitiría recibir bastante más que 650 millones de pesos.

La gestión de la gobernadora seguirá con reuniones semanales de Lacunza con los senadores (hoy debieron suspenderla por la agenda del ministro), para cerrar cuanto antes un proyecto de ley.

Abal Medina y Leguizamón visitaron el viernes a los intendentes, tan expectantes por la suerte de Vidal en esta gestión como deseosos de recibir fondos frescos si termina con éxito.

Es que el Fondo del Conurbano no lo garantiza. En su origen fue destinado en forma directa a la Provincia para financiar “programas sociales y obras de infraestructura social básica en el Conurbano Bonaerense”.

Y el borrador que llevó Lacunza al Senado no prevé cambiar su destino a una distribución a los municipios. Pronto deberá explicárselo a los alcaldes.