La UIA evitó confrontar pero Macri se colocó en la línea de batalla contra los industriales

La UIA evitó confrontar pero Macri se colocó en la línea de batalla contra los industriales

El presidente respaldó las críticas de Cabrera, pero la entidad fabril habló de diálogo y unidad.

Los empresarios no salieron de la sorpresa ante una nueva embestida del Gobierno nacional, incluso más fuerte que la recibida desde fines de la semana pasada en declaraciones públicas. Si bien aclararon que no lo escucharon de boca del presidente Mauricio Macri, los industriales admitieron que el mensaje provenía del propio el jefe de Estado. La respuesta fue una foto de unidad de la UIA, junto a todos los integrantes del G6 en el marco del Buisness 20 que se realizó ayer en Salta.

"Lo importante es entender que tanto presente como futuro exigen concebirnos como unidad. La inserción inteligente de Argentina tiene como condición necesaria la mancomunión en pos de un objetivo superador, como es el desarrollo. La clave es complementarnos y potenciarnos productivamente: Industria más agro más servicios", destacó el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, durante su intervención en el panel del Foro de Líderes Empresariales del NOA realizado en la provincia norteña, que convocó a figuras representativas de los sectores público y privado, quienes debatieron sobre los ejes estratégicos del B20, vinculados al crecimiento sostenido y al empleo de calidad.

No fue casual la frase utilizada por el líder de la UIA, quien un día antes había recibido un contundente respaldo de parte de sus pares de la mesa chica de la entidad fabril, e incluso de círculos empresariales de gran poder. La foto con el G6 completo, hecho que no ocurría hace mucho tiempo, fue una demostración de esa unidad ampliada.

Si bien varios dirigentes evitaron o directamente negaron relación, llamó la atención que en el medio de la embestida pública contra la UIA se haya efectivizado la detención del expresidente y actual vicepresidente de la entidad, Juan Carlos Lacurain, en el marco de la causa Río Turbio (ver aparte). Sucede que las críticas del Gobierno profundizaron la mala imagen con la que cuenta el empresariado argentino, y la decisión judicial pareció ir en línea con la denuncia política.

"A mí me encantó lo que dijiste", le dijo Macri a Cabrera en todo de felicitación ante todos los miembros del gabinete reunidos ayer en Casa de Gobierno, según consignó, de parte de una fuente, la agencia oficial Télam. Horas antes, el diario Clarín había ido más lejos en la filtración de la reunión gubernamental: "(Guillermo) Moreno les rompió la cabeza a muchos de estos tipos", dijo al jefe de Estado ante su Gabinete, al referirse al efecto que tuvo la influencia del ex secretario de Comercio Interior en la lógica de los empresarios.

"No es el sentido hacerlo. A mí me gustaría hablarlo claramente. Si es así (lo que dijo Macri), me duele. Yo no he salido a polemizar. Tampoco creo que a la Argentina le convenga estar hablando de si alguien está haciendo las cosas bien o mal", fue la respuesta de Acevedo. Quedó claro que la estrategia fue evitar el choque aunque también los empresarios evalúan ahora si la retirada envalentonó al Gobierno.

Cierto, también, es que la UIA no abandonará la férrea defensa del sector perjudicado por las importaciones. El expresidente, directivo de la multinacional alimenticia Arcor, y titular de CIPA, Adrián Kaufmann Brea, lo dejó claro en una entrevista con radio Milenium: "Ni lloramos, ni es verdad que no seamos competitivos ni que no sepamos competir, esta es una industria (la de alimentos) que ha llegado a exportar latas de tomate al mundo".

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