El PJ evita la interna

El PJ evita la interna

El Partido Justicialista de la Ciudad decidió prorrogar las autoridades hasta, al menos, 2017. El objetivo fue impedir rupturas y acudir a las urnas con dos listas. Quiénes se habían anotado en la carrera y cómo se llegó a la decisión final

En medio de una verdadera revuelta puertas adentro, el Partido Justicialista de la Ciudad decidió poner paños fríos y evitar rupturas. Por eso, el pasado viernes 1° de julio prorrogó sus autoridades hasta, al menos, el próximo año, cuando se llevarán a cabo las elecciones legislativas. La razón principal fue impedir una sangría, tal y como sucedió a nivel nacional, donde después de la derrota numerosos dirigentes y funcionarios pegaron el portazo e hicieron “rancho aparte”.

Alertados sobre esta situación, el PJ porteño puso un freno y entendió que lo mejor para el partido era no recurrir a las urnas, más aún, teniendo en cuenta la interna que ya se vislumbraba en un futuro cercano. “En este momento político, llegar a una elección que lleve a internas en todo el distrito y donde no haya una claridad y acuerdo general, hacia delante, no era lo mejor”, señalaron a Qué desde el partido.

El escenario era más que complejo. Los pases de factura estaban a flor de piel y más aún tras los escandalosos casos de corrupción que salpican a los más altos estamentos del kirchnerismo. En los últimos meses, comenzaron a sonar dos posibles candidatos que mostraron intenciones de conducir el PJ Ciudad. Uno de ellos era Mariano Recalde, quien ya había acordado un “enroque” con el actual titular del espacio Víctor Santa María en las elecciones de 2014. La mencionada jugada tenía por objetivo intercambiar roles entre ambos dirigentes. De esta manera, Recalde sería el nuevo presidente y el líder de los porteros, primer congresal nacional.

Sin embargo, Recalde no lograba contener a todos los espacios que integran el partido, sobre todo a quienes provienen del ala sindical y más ortodoxa del peronismo. El origen camporista del ex presidente

de Aerolíneas Argentinas no es algo que iban a olvidar tan fácilmente y hubo quienes que ni siquiera queríanreconocer el acuerdo previo. Por ello, comenzó a sonar también el nombre de Jorge Taiana como candidato alternativo, quien contaba con el apoyo de la rama sindical como el sector que responde a Juan Manuel Olmos, uno de los principales operadores judiciales del peronismo. No obstante, la lista encabezada por el presidente del Parlasur no tenía los votos asegurados y, según contaron a Qué, tenían la intención de intervenir el partido en caso de perder las elecciones. Es más, en los pasillos de la sede el PJ Capital ya habían advertido sobre reuniones entre Olmos y la jueza María Servini de Cubría. Quienes acompañaban a Recalde estaban confiados. Creían que si

el ex candidato a jefe de Gobierno porteño se presentaba en una interna frente Taiana, “ganaba seguro” ¿La razón?

La masiva campaña de afiliación que impulsó a comienzos de este año y que, en su mayoría, serían simpatizantes del ex Gobierno nacional. En otras palabras, kirchneristas. Lo cierto es que desde “la ve-reda de enfrente”, señalaron que la sola idea de recurrir a las urnas este año “fue una operación de Mariano Recalde”. Hace algunos meses comenzó a circular el rumor que el peronismo porteño había fijado para el 2 de octubre las elecciones internas. “El Consejo Metropolitano nunca puso fechas. Si armabas uncronograma posible te daba octubre, pero sólo fue una operación de Recalde”, confiaron a este medio.

Todos estaban jugando y midiendo sus posibilidades. Inicialmente, se barajaron tres hipótesis. La primera, presentar una lista de unidad para las autoridades generales del PJ CABA e ir a internas en las Comunas, donde también se debían elegir a los secretarios generales y demás autoridades. La segunda, presentar dos listas e internas en todos los ámbitos, tanto en el distrital como en el comunal. Y la tercera, suspender las elecciones y que se prorroguen los mandatos, esto sin la necesidad de una intervención de la Justicia. En el Congreso partidario que tuvo lugar el pasado 1° julio se avanzó en este sentido. Se aplazaron los cargos, que vencieron hace dos meses, hasta tanto se confirme la fecha de las elecciones dentro del PJ. Ahora, será el Consejo Metropolitano el encargado de convocar al proceso electoral y establecer el cronograma correspondiente que, en principio, sería recién en 2017. “Es complejo llamar a una elección interna en medio de una crisis política y económica. Que discutamos renovación de autoridades partidarias, me parece desacertado. Distinto es el año que viene, cuando haya que avanzar en cargos los legislativos”, consideró a este medio Fernando Barrera, apoderado del PJ, enrolado en UPCN.

Más allá del escenario nacional en el que el Frente para la Victoria sufre los desplantes y la fuga de sus dirigentes, en la Ciudad tiene una dinámica propia y ha logrado mantener la unidad más allá de las dificultades y las evidentes diferencias. “Todos los sectores trabajan en el marco de una posible unidad. No hay, a diferencia del PJ nacional, sectores que se hayan autoexcluido. Estamos trabajando en una mesa común. Los procesos electorales generan diferencias; es lógico y normal”, añadió Barrera.

En medio de un período de introspección, el peronismo porteño se replanteó la posibilidad de renovar sus autoridades y llevar “vientos de cambio” al partido. Si bien Recalde y Taiana eran los nombres que sonaban más fuerte para la conducción, lo cierto es que Víctor Santa María se quedará al frente del PJ por un tiempo más.

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