Evalúan una reforma en la estructura operativa de la policía para antes de fin de año

Evalúan una reforma en la estructura operativa de la policía para antes de fin de año

En silencio, pero a paso firme, la jefatura de la Policía provincial avanza para poner en vigencia un nuevo organigrama que será la base de una reestructuración de la fuerza que, si bien se ha mantenido en reserva para la mayor parte de la estructura, ya promete generar roces y malestar porque implicará ascensos extraordinarios y la llegada de más civiles a la Plana Mayor.

 

Dos altas fuentes policiales confirmaron a SanLuis24 que antes de fin de año la estructura y organización actual de la Policía quedaría en la historia. Hasta ahora, la fuerza cuenta con un jefe, un subjefe, nueve departamentos (Personal, Operaciones, Informaciones, Logística, Judicial, Asuntos Internos, Policía Caminera, Lucha contra el Narcotráfico y Protección Ejecutiva), cinco unidades regionales y divisiones especiales -como el COAR o el Comando Radioeléctrico-, que dependen de un departamento específico.

El nuevo organigrama o estructura está inspirada en policías provinciales más grandes, como la de Córdoba o Mendoza, con más efectivos y recursos: luego del jefe y el subjefe vendrán las direcciones generales, luego los departamentos y, por último, las divisiones.

A esa división operativa y administrativa se le sumará el cambio de nombre de algunas áreas, otras que pasarán de divisiones a departamentos y hasta está previsto que las unidades regionales muten de nombre. Por ejemplo, podrían pasar a llamarse unidades departamentales, aunque esa denominación no está confirmada.

¿Dónde anida el problema detrás de un cambio necesario según la mayoría de las fuentes consultadas? En los ascensos y en los civiles que podrían llegar a ocupar cargos clave.

La posibilidad de este último punto no es disparatada. El gobernador Alberto Rodríguez Saá siempre prefirió introducir algún civil en la pirámide de poder policial. Aunque en sentido estricto los policías son, también, civiles, empleados del Estado a los que se le confiere una atribución específica. Los comisarios retirados ven en este nuevo escenario una posibilidad para regresar.

En cuanto a los ascensos, una fuente razonó que un subcomisario o comisario no puede estar al frente de una división o de una dirección general. “Va a haber ascensos y a muchos eso no les va a caer bien porque los criterios van a ser arbitrarios, a dedo”, dijo un informante.

Por ahora, la reestructuración está pensada y plasmada en papel, pero, evalúan las fuentes consultadas, primero deberá pasar por la Legislatura como proyecto de ley. Después será el momento de la pelea por los cargos y los nombres que llenarán el organigrama.

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