Para el martes todavía está pautada una reunión de labor parlamentaria con los jefes de bloque de Diputados, prevista inicialmente el último jueves, con el objetivo de definir un temario para inaugurar las sesiones por sistema remoto, cuyo protocolo fue aprobado el miércoles después de extensísimos debates en la Comisión de Modernización.

En uno de ellos, surgió una idea que por estas horas tomó forma: probar el software para votar por internet con la sesión de la ley Micaela, una capacitación en perspectiva de género que a cargo de la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Victoria Gómez Alcorta. Llegó a hacerla en el Senado, la pandemia obligó a suspenderla en Diputados y sólo en el recinto pueden caber los 257. 

La idea fue avalada por la macrista Silvia Lospennato en una de las reuniones de Comisión, pero no así por Graciela Camaño, referente del interbloque federal. Fuentes del oficialismo y de Cambiemos confirmaron a LPO este sábado que la propuesta sigue en pie y podría confirmarse el martes.

Es que a nadie le resulta cómodo debutar con sesiones remotas sin familiarizarse con el sistema, sobre todo porque hasta este sábado a muchos les faltaba registrarse. De mínima, en el oficialismo garantizan que la primera reunión será con leyes acordadas y sin temas que dividan la opinión.

El temario presentado el pasado domingo en la sesión especial pedida por los rebeldes de Cambiemos es bienvenido por todos los bloques: acumula proyectos para brindar aportes y ayudas a trabajadores de salud y seguridad que combaten la pandemia.

Pero en la oposición tienen una larga lista de iniciativas de asistencia a pymes que, de mínima, deben ser discutidas en comisión para evaluar su impacto fiscal, porque el oficialismo tiene los suyos.  "Estamos juntando todo para ver en detalle. Pero la primera sesión tiene que ser de acuerdo", confirmó a LPO una autoridad del oficialismo.

Es que lo que sigue no puede ser fácil, porque deberá tratarse el proyecto de Máximo Kirchner para gravar altas fortunas, que todavía no se presentó. Cristina, que no termina de acordar el protocolo en el Senado, quiere además eliminar el ajuste por inflación de los balances de las empresas, para cobrarle más impuesto a las Ganancias. Pero quedaría para más adelante.