Con una Europa sellada y vallada, ya suman 44.000 los refugiados varados en Grecia

Con una Europa sellada y vallada, ya suman 44.000 los refugiados varados en Grecia

A menos de una semana del cierre total de la llamada ruta de los Balcanes, ya suman este domingo 44.000 los refugiados e inmigrantes que quedaron encerrados dentro de Grecia, sin posibilidad de seguir camino hacia el norte y pedir asilo político en los países más ricos de Europa. 

El gobierno de Grecia informó que actualmente unas 31.000 personas recién llegadas de algunas de las zonas más pobres y violentas del mundo están varadas en el continente, mientras otras 9.000 se encuentran en sus islas en el mar Egeo, esperando que un barco las lleve a Atenas.

La mayoría de los refugiados que se encuentran en Grecia continente están concentrados en el paupérrimo campo de Idomeni, en la frontera norte con Macedonia, que se encuentra completamente cerrada, como las del resto de los países de los Balcanes y de Europa central.

 Pese a estar tapados por el barro y de tener que dormir en zonas inundadas, los refugiados -muchos de ellos viajan en familias, con niños y bebés- no quieren abandonar el precario campamento, porque ven en una eventual apertura de Macedonia su única posibilidad de conseguir esa nueva vida que soñaron cuando abandonaron sus países e iniciaron una costosa y peligrosa travesía.

Pero los países balcánicos se niegan a abrir sus fronteras y la situación humanitaria de los más de 12.000 refugiados que se encuentran en Idomeni ya es dramática.

El viernes pasado el primer caso de la enfermedad infecciosa hepatitis A fue diagnosticado dentro del campo. El virus es transmitido principalmente por agua potable contaminada.

 Por eso, el gobierno griego intenta sin éxito que tomen unos colectivos que puso a disposición este fin de semana para trasladarlos a centros de refugiados.

Mientras tanto, nuevos refugiados siguen lanzándose al mar Egeo para llegar a la Unión Europea y abarrotar plazas y rutas griegas, sin una idea clara de cómo avanzar en una Europa sellada y vallada, que propone como única opción expulsar a los recién llegados a la vecina Turquía.

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