Europa empuja a Escocia hacia la independencia

Europa empuja a Escocia hacia la independencia

Brexit. Fuentes comunitarias indican que es imposible que Escocia logre permanecer en la UE si el Reino Unido sale de Europa. Una salida será separarse de Gran Bretaña y pedir entrar al bloque.

El 62% de los escoceses votó el pasado jueves por seguir en la Unión Europea. Pero el voto de los ingleses los saca del bloque europeo. Ése es el argumento de la jefa del gobierno escocés Nicola Sturgeon y de casi toda la clase política escocesa.

El miércoles en Bruselas Sturgeon intentó buscar en las instituciones europeas la forma de que Escocia se pueda quedar en el bloque a pesar de la salida británica, sin hablar en ningún momento de organizar un segundo referéndum de independencia tras el de 2014, pero dejando claro que su mandato era el de defender que Escocia encuentre la forma de seguir siendo parte de la UE.

Lo que quiere Sturgeon es que mientras se negocia la salida del Reino Unido, la UE negocie paralelamente con Escocia para que siga siendo miembro del bloque. Esa iniciativa está condenada alfracaso, porque va contra los tratados europeos y porque políticamente encuentra reticencias, principalmente en Madrid, quehace paralelismos con la situación de Cataluña.

Una alta fuente comunitaria decía este jueves a “Clarín” que es imposible que Escocia consiga su primer objetivo, el de mantenerse en la UE a pesar de la salida del Reino Unido: “saldrá, después puede pedir la entrada, y entrará, pero es parte del proceso político británico, no es asunto nuestro”.

Las instituciones de la UE no pueden negociar la adhesión o continuación en el bloque de una región de un Estado miembro, y por ahora el Reino Unido es un miembro de la UE con todos sus derechos y obligaciones.

Así, sin quererlo, Europa está forzando a Escocia a ir hacia un segundo referéndum, separarse del Reino Unido y volver a llamar a la puerta europea para pedir la adhesión. El presidente español Mariano Rajoy había dicho el miércoles en Bruselas que “si el Reino Unido sale, Escocia sale”. Su respuesta algo simple fue completada por la del francés François Hollande: “la negociación es con el Reino Unido, no con una parte. A partir de ahí podrán sopesarse soluciones para Escocia”.

Alyn Smith, eurodiputado escocés, dijo en una entrevista a “Clarín”que su país –se refiere a Escocia- “votó para quedarse, tenemos que encontrar una forma de hacerlo posible y creemos que hay formas”. Smith asegura que si la única manera de hacer que Escocia siga en la UE es la independencia “nos reservamos nuestro derecho a hacer cualquier cosa. Pero esta no era nuestra elección, hicimos campaña para no salir, votamos para no salir, nuestra labor ahora es conseguir lo mejor para Escocia”.

En cuanto a un hipotético veto español a que Escocia siga en la UE –o vuelva si sigue el camino de la independencia-, Smith asegura que el caso escocés “no establece ningún precedente para ningún otro lugar, nuestra situación es diferente, sólo queremos mantener el status quo”, aunque reconoce que tendrán que “trabajar con nuestros amigos y aliados para encontrar una solución. Ya estamos estableciendo contactos con nuestros amigos en España y Francia para que tengan claro que nosotros ahora no estamos hablando de independencia”.

El gobierno escocés intenta buscar cualquier fórmula que le permita tener la opción de saltarse esa vía porque conllevaría otro referéndum de independencia de pronóstico incierto –aunque los sondeos dan desde el jueves pasado una fuerte subida de los partidarios de la independencia, que llegarían a sumar casi el 60% de los votos- y una dura negociación con la UE con un período incierto desde la salida como parte del Reino Unido hasta la entrada como un Estado independiente.

Un informe del banco de inversión estadounidense JP Morgan asegura que su escenario más probable a medio plazo es el de una Escocia independiente, miembro de la Unión Europea y con una nueva moneda, el euro.

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