Europa apuesta por el encanto de Máxima para oxigenar las monarquías

Europa apuesta por el encanto de Máxima para oxigenar las monarquías

Por Martin Rodriguez Yebra |

MADRID.- España mira a Amsterdam como un espejo. Tal vez un espejo de reflejo idílico, en medio de la grave crisis que atraviesa el rey Juan Carlos , envuelto en escándalos familiares y personales mientras se debate como nunca antes si debe o no seguir en el trono.

Aquí se habla de Máxima Zorreguieta en los diarios, en las tertulias de televisión, en la calle. Tal vez como en ningún otro país que no sean Holanda y la Argentina. Su figura simboliza el cambio en la casa de Orange y, según opinan diversos especialistas en la realeza, de su éxito como reina depende en buena medida el futuro mismo de las monarquías europeas.

Con menor repercusión, la figura de Máxima ocupa páginas en Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña... Se la menciona casi tanto o más que al futuro rey, Guillermo.

"Ella se ha ganado en poco tiempo la simpatía de los holandeses. Es de lo mejor y será una gran reina", señaló Jaime Peñafiel, biógrafo del rey Juan Carlos y uno de los grandes especialistas en cuestiones reales a nivel continental. Según él, las instituciones monárquicas "necesitan un aire fresco, modernidad, como ha aportado Máxima, quizá la mejor de todas las consortes actuales".

Los elogios de Máxima suelen leerse aquí como dardos para la princesa Letizia Ortiz, esposa de Felipe, nunca del todo aceptada por los monárquicos españoles.

Verdad o no, los principales diarios madrileños destacan la entronización de la princesa de origen argentino como foco central de su amplia cobertura sobre la nueva era en Holanda. "La Casa de Orange ha experimentado una dramática revitalización gracias a la personalidad de Máxima", señaló ayer El Mundo, en un artículo sobre ella titulado "La joya de Holanda". El monárquico ABC le dedica cuatro páginas a la previa del festejo, llena de loas a la futura reina, aunque se permite recomendarle que encuentre "un estilo propio" para vestir.

La especialista en monarquía de El País, Mabel Galaz, señaló que Máxima ahora es uno de los miembros más queridos de la familia Orange por su "cercanía" con la gente. Y opina que el reinado de Guillermo y Máxima podría convertirse en "un rescate" a las casas reales europeas.

Otro país en el que la sucesión de la reina Beatriz capta una fuerte atención pública es Alemania. En sus medios también Máxima parece eclipsar al futuro rey. "Guillermo tendrá que vivir con el hecho de que, aunque sea el número uno desde el martes, la mayor simpatía volará hacia su esposa", escribió el columnista Rainer Haubrich, en el conservador Die Welt.

El sensacionalista Bild recuerda que antes del matrimonio "era una chica fiestera", pero "demostró ambición para dominar perfectamente todas las tareas asignadas". Ella "tira para adelante todas las encuestas de popularidad" de los Orange, añade.

Los medios europeos resaltan la ausencia del padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, por su condición de ex funcionario de la dictadura militar. El Corriere della Sera y La Repubblica, en Italia, y los británicos The Sun y The Times apuntan el pasado de su padre como uno de los grandes desafíos que debió superar Máxima para llegar al reinado.

En The Economist se reconoce "el toque latino" que ella le otorgó a la corona y también se vincula la sucesión holandesa con España, al recordar los esfuerzos de transparencia que hicieron los Orange para esquivar las amenazas a su popularidad: "El príncipe Felipe está preparado para el trabajo. ¿Se bajará su padre?".

El periodista inglés Andrew Morton, especialista en la realeza, incluyó a Máxima en la "nueva generación de consortes sin sangre azul que salvaron a las casas reales de Europa, al tender puentes con el pueblo".

En Francia, menos deslumbrada por las monarquías, los grandes medios también analizan la sucesión holandesa en clave regional. Le Figaró le dedicó un artículo de tapa este fin de semana a la sombra que proyecta sobre España la abdicación de la reina Beatriz.

Por su parte, el diario Le Monde se pregunta si hay futuro para reyes y reinas en la nueva Europa de la crisis. Y no deja de puntualizar la alta popularidad de Máxima sin olvidar que trajo "en la dote un parentesco aterrador".

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