Estudiar sin hacer las valijas

Hasta hace no mucho más de una década, las posibilidades de realizar estudios superiores en la zona, sin viajar a Bahía Blanca, eran casi nulas. Hoy la realidad ha cambiado tanto que más de 6.200 jóvenes y adultos están cursando para obtener el título universitario o terciario en sus propios distritos.
Con este cambio mucho han tenido que ver la Universidad Provincial del Sudoeste, los institutos de formación superior y el avance de la tecnología, que ha permitido la creación de las denominadas aulas virtuales, un fenómeno en crecimiento.

Hace algo más de una década, cursar estudios terciarios o universitarios implicaba, para los jóvenes de la zona, cumplir una condición inexorable: emigrar. Esa era la única opción, tomando en cuenta las escasísimas ofertas de formación superior que había en los distritos de la región; de otra forma, había que salir a buscar trabajo con el título del secundario bajo el brazo.

Esta realidad, sin embargo, comenzó a revertirse hace algo más de diez años. Primero, con el fortalecimiento de los institutos de formación superior; luego, con la creación de la Universidad Provincial del Sudoeste; y, ya en estos últimos años, con la puesta en marcha de las denominadas aulas virtuales.

¿El resultado? Si bien aún se registran significativas diferencias entre la oferta educativa de las ciudades más grandes y la de los pueblos de la región, ya hay unos 6.200 jóvenes buscando un título desde sus respectivos distritos. El fenómeno otorga un innegable beneficio económico a las familias de los estudiantes, pero además constituye una acción concreta contra el desarraigo y el despoblamiento de los pueblos de la zona.

Así lo señaló el ingeniero José Alberto Porras, rector de la Universidad Provincial del Sudoeste, institución que dicta carreras universitarias de tres años de duración en 15 localidades bonaerenses, y que actualmente tiene una matrícula aproximada de 2.700 alumnos (además de unos 750 graduados desde 2003).

"Los pobladores de todas las localidades tienen los mismos derechos que cualquier habitante de una metrópoli regional en cuanto a la educación. Este concepto es una de las bases de la Upso. No se puede pretender poblar el interior si todos los servicios están en las metrópolis", enfatizó.

Para Porras, llevar la educación universitaria a los pueblos es esencial para evitar el despoblamiento de los mismos.

"Si no hacemos nada, el proceso (de desaparición de los pueblos) no sólo no se va a detener, sino que se va a agravar. Si queremos otro modelo, tenemos que actuar sobre la realidad", opinó.

El ingeniero reconoció, no obstante, que si bien la educación superior ha avanzado mucho en la región, aún hay limitantes.

"Si hablamos de carreras que exigen laboratorios o equipamientos sofisticados, está a la vista que aún es muy difícil llevarlas a la zona. Esto equivaldría a poner una universidad en cada pueblo, y así no hay presupuesto que aguante", advirtió.

"Ante esta realidad de no poder formar médicos o ingenieros, la Upso apunta a formar licenciados en desarrollo local y regional, técnicos universitarios en emprendimientos agropecuarios o agroalimentarios, en creación y gestión de pequeñas y medianas empresa... es decir, gente con fuerte perfil emprendedor, pero sobre todo que puede ser muy útil en su lugar", subrayó.

"Hay muchos jóvenes de ciudades chicas que se han graduado en grandes ciudades, pero el problema es que no vuelven. En cambio, casi todos los que estudian en la Upso se quedan en sus pueblos", destacó.

La Upso no sólo se sustenta académicamente en la Universidad Nacional del Sur, sino que la complementa. De hecho, ninguna de las carreras que dicta una de estas casas de altos estudios se repite en la otra.

Además, en la elección de las carreras que se dictan en cada sede, en forma rotativa, juega un rol fundamental las necesidades de los municipios. El objetivo es claro: que el título sea una herramienta valiosa para conseguir trabajo y permanecer en cada distrito.

Más allá de la oferta educativa de la Upso --presente en Carmen de Patagones, Coronel Dorrego, Coronel Suárez, Darregueira, General La Madrid, Médanos, Pellegrini, Pigüé, Puan, Punta Alta, Salliqueló, Tres Arroyos, Coronel Pringles y Monte Hermoso-- en varias localidades de la zona también existen institutos de formación superiores.

Por ejemplo, en Coronel Suárez unas 1.300 personas estudian carreras de grado o terciaras, ya sea en el Instituto de Formación Docente y Técnica Nº 48 o en el Instituto de Formación Docente Nº 160.

Según indicó la directora del primero de ellos, Raquel Malek, entre las posibilidades que se brindarán durante el ciclo lectivo 2012 se encuentran la tecnicatura superior en Seguridad, Higiene y Control Ambiental y la tecnicatura Superior en Producción Agrícola Ganadera; además, continuarán la tecnicatura superior en Comunicación Multimedial, en Administración Contable y la de Trabajo Social. También hay una variada oferta en profesorados.

Otra opción son las carreras a distancia, aprovechando los adelantos tecnológicos. En Suárez funciona el centro tutorial de la Universidad Fasta, con licenciaturas en Inglés y en Turismo.

En otra población de la zona --Darregueira--, actualmente 47 alumnos estudian alguna carrera universitaria o terciaria a través de la CEAD, mediante el mecanismo de educación virtual. La localidad también cuenta con el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº 37, con una matrícula de 133 alumnos locales y de localidades vecinas, como Guatraché, San Miguel Arcángel, Puan, Villa Iris, 17 de Agosto y Bordenave, entre otras.

En la ciudad de Puan, la oferta educativa terciaria proviene del Instituto María Susana en el que se dicta el profesorado de Psicopedagogía, con diez inscriptos, y el profesorado en Escuela Especial, con 17 alumnos, ambas con tres años de duración.

Asimismo, en Coronel Dorrego, con 29 años de existencia y 145 alumnos, el Instituto Superior de Formación Docente Nº 62 se ha transformado en una válida alternativa para muchos jóvenes.

A cargo del profesor de Fabián Barda, actualmente se dictan en la entidad el profesorado en Educación Inicial, profesorado en Educación Especial, tecnicatura en Trabajo Social y tecnicatura en Comunicación Multimedial, y profesorado en Educación Primaria, en un anexo que funciona en la localidad de Oriente.

Barda consideró fundamental la función que desarrolla el instituto para evitar que muchos dorreguenses se vayan a estudiar otros lugares.

"Hemos tratado de presentar ofertas educativas que respondan a las necesidades de la comunidad como herramientas potenciales de desarrollo de un proyecto de vida de nuestro jóvenes y que produzca el arraigo en la comunidad", completó.

En Coronel Pringles funciona el Instituto de Formación Docente y Técnico Nº 158, donde se cursa profesorado en Educación Primaria, profesorado en Educación Especial y profesorado de Matemática y Educación Inicial; también se puede estudiar tecnicatura superior en Administración Contable, tecnicatura superior en Enfermería, Administración en Pymes, Administración en Recursos Humanos y Trabajo Social.

En Pigüé son 95 los alumnos que cursan en alguna de las cuatro carreras de nivel terciario que ofrece el Instituto Niño Jesús, como Enseñanza Primaria, Educación Física, Psicología y Trabajo Social.

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