La estrategia de Vidal para retener el "voto original"

La estrategia de Vidal para retener el

La mandataria volverá a ponerse la campaña al hombro. Ordenó redoblar el esfuerzo militante, endurecer el discurso y sepultar la pelea de pañuelos. Resguardo a Macri para evitarle escraches y videos. 

Perdida la batalla por el desdoblamiento de las fechas electorales y con el fantasma del Plan V siguiéndole los pasos, la gobernadora María Eugenia Vidal, ultra pragmática, decidió iniciar el camino de la precampaña de Cambiemos con un primer objetivo específico: retener el voto original que consiguió en 2015 y que se volvió volátil al calor de la crisis. Y, para lograrlo, se pondrá la campaña al hombro. Ordenó redoblar el esfuerzo militante y endurecer el discurso para contener el pedido de mano dura ante la inseguridad nunca resuelta. Además, quedará sepultada la pelea entre pañuelos verdes y azules, puesto que la discusión por el aborto abrió una grieta al interior de Cambiemos.

La participación del Presidente, creen, será permanente, pero con contadas visitas al interior y a los distritos amigos del conurbano, donde pueda ponérselo a resguardo de críticas y escraches.

“Nosotros contamos con una ventaja fundamental, ya tenemos todo decidido”, dijo la gobernadora a sus legisladores y funcionarios en una reunión, semanas atrás. “Sabemos quiénes son nuestros candidatos a intendentes, quiénes a la gobernación de la mayoría de las provincias y cómo se ordenará el reparto de las listas”, les remarcó. Quedó claro entre los que participaron del encuentro que, además de la propia figura de Vidal, esa es quizás la única mínima ventaja en un escenario por demás hostil para Cambiemos.

El objetivo fundamental, analizado en mesas que no superan los cuatro integrantes y blanqueado a la tropa en los últimos días por el jefe de Gabinete y comandante de la campaña bonaerense, Federico Salvai, es ir por el voto que en 2015 le dio la victoria a Cambiemos. El “voto original”, ese que fue alterado por alguna de las medidas económicas y políticas dispuestas por el Gobierno, y que según las mediciones podría emigrar a otros candidatos, es el que busca reconquistar el vidalismo.

A ese grupo se suma, además, el núcleo duro del voto PRO, más conservador y desilusionado por cierto giro progresista mostrado por el gobierno en 2018, cuando se discutió en el Congreso y en las calles el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). El PRO tiene muchos voceros que atienden el sentir de este sector, que en líneas generales pide orden, mano dura y una moral regida por la iglesia católica.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, es la cara visible a nivel nacional, junto a otros varios funcionarios. En tanto, en la provincia, el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, es quien encarna esa visión desde lo religioso, y varios diputados provinciales, como Carolina Píparo y Guillermo Castello, reciclan de forma dosificada la lógica de la tolerancia cero.

Este es un grave problema, fiscales actuando cual defensores oficiales, si no les gusta el rol, concursen para defender delincuentes pero dejen de atentar contra lo que deben representar.

En esta campaña se guardarán bajo llave los pañuelos verdes y los celestes, que simbolizaron la primera grieta real en el ámbito de Cambiemos y, en particular, en el PRO. Además, se alentará un lenguaje más duro.

Cuentan que la disputa entre quienes avalaban la legalización del aborto y se proclamaban feministas y quienes estaban en contra de la ley –que, en línea con las consignas de la iglesia católica, no se aprobó- no culminó. “Los enojos persisten, marcaron un antes y un después en la relación interna de Cambiemos”, afirmó a este portal un dirigente PRO muy cercano a la gobernadora. Por eso, para resolver el frente interno y recuperar el voto conservador, se decidió sepultar el tema, aunque el oficialismo sabe que esto no impedirá que se instale como agenda este año.

El esquema formal de la campaña será similar al esbozado en 2017, con una presencia absoluta de Vidal y los timbreos, recorridas y visitas de ministros, intendentes, legisladores, candidatos en distritos sin tierra y demás.

Aunque, esta vez, Vidal acompañará todo lo que se precise, con un refuerzo extra para con los postulantes vidalistas que tengan chance de ganar un municipio gobernado por el peronismo.

Este año, en las recorridas bonaerenses, Macri estará acompañando las obras grandes, y en lugares muy cuidados del Gran Buenos Aires. La idea es evitar escraches y reclamos grabados por celular. En el interior el panorama es distinto, no solo porque la imagen del Presidente no cayó en tan baja consideración, sino porque existe una mirada más formal hacia las autoridades nacionales. En esto influyen las pocas visitas que históricamente han realizado a esos municipios los mandatarios y, también, el nivel de conocimiento entre vecinos de pago chico.

 

ENTRE ALGODONES. Este año, en las recorridas bonaerenses, Macri estará acompañando las obras grandes y en lugares muy cuidados del Gran Buenos Aires. Quieren evitar escraches y reclamos grabados con celular. En el interior, el panorama es distinto, no solo porque la imagen del Presidente cayó menos, sino porque existe una mirada más formal hacia las autoridades nacionales. Influye la escasa visita que históricamente realizaron a esos municipios los mandatarios, además del nivel de conocimiento entre vecinos de pago chico.

La figura del Presidente estará omnipresente durante todo el proceso, pero tendrá un esquema dosificado en el conurbano, donde su imagen se desplomó, sobre todo en los últimos meses. Cuentan que el jefe de Estado ya había advertido en la última elección que si su nombre podía ocasionar más resistencia que adeptos lo evitaran. Pragmático como Vidal, Macri dejó en claro que el objetivo es ganar, más allá de lo imprescindible o prescindible que resulte su figura.

“Una vez que viene un Presidente no lo van a estar puteando, porque además todos saben quién es quién y al otro día queda escrachado en el barrio, no está bien visto hacer eso”, explicó en confianza un intendente radical del interior.

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