“Estoy afuera del PJ tandilense”

“Estoy afuera del PJ tandilense”

Pasa por el diván Nora Chiacchio. La ex diputada dice que lleva una vida más apacible y aunque no participa del peronismo local, reconoce que no esta retirada: sigue en la función pública y más que nunca enaltece la figura de Kirchner. “Gracias a el tenemos peronismo para rato”

-Para saber en qué anda tuve que “guglearla”.

-Ah, ¿sí?

 -Sí, y lo último que aparece sobre usted son noticias de la década pasada.

-Y, sí. De los medios estoy retirada. Pero sigo trabajando.

-¿Dónde?

-En un programa del Banco Provincia, un fideicomiso que se llama “Fuerza Solidaria”, como directora.

-Siempre en el peronismo.

-Obviamente. Jamás me fui. El peronismo es mi vocación, es mi vida.

-Pero en las publicaciones de la red ¿sabe a quién aparece pegada aún? Al ex presidente Duhalde.

-No reniego, porque era lo que había.

-¿“Lo que había”?  Suena a poco,  ¿acaso no tenía una gran afinidad?, ¿no era la mimada de Chiche?

-No, yo venía del cafierismo y bueno, Cafiero abandonó y Duhalde me convocó. ¿Mimada de Chiche? (risas) No. Tuve mis diferencias, sobre todo en cómo encarar el trabajo territorial.

-Me sorprende.

-No se sorprenda tanto porque tampoco reniego: Duhalde hizo mucho por este país en su momento y una de las cosas que le debe el peronismo es haber traído a Kirchner.  Luego Kirchner nos conquistó a todos.  

-¿Desde cuándo es kirchnerista?

-Desde que se golpea la cabeza el día de su asunción. Ahí me di cuenta de que se podía romper el hielo que existía entre la gente y un político. Fue volver a respirar el peronismo transformador, capaz de proponer cosas diferentes, dar una vuelta de página a la dependencia y enarbolar banderas que uno soñó.

-¿Cuántas veces fue diputada?

-Fui una vez diputada provincial y dos veces diputada nacional.

-Mucho. En ese aspecto debe ser la política del peronismo tandilense que más lejos llegó, ¿cómo hizo?

 -No es fácil, no cualquiera subsiste, mucho menos dos veces. ¿Cómo hice? Fui una trabajadora.  Eso es lo que no se ve: fui la autora de la primera moratoria previsional que habilitó la jubilación a dos millones de personas. El 80 por ciento del texto es mío. Trabajé muchísimo en el Congreso.

-¿No siente que a la vez ese lugar encumbrado le hizo perder injerencia en Tandil?

-Y sí, te aleja, porque uno ve la política desde lo macro y no estás enfocado en el terruño, pero nunca me alejé tanto. Hoy por hoy la gente me agradece cosas, sorpresivamente para mí, me reconocen más de lo que yo pensé, sinceramente. Todos los días. Gente que  no recuerdo, me agradece gestiones que había olvidado.

-Pero no participa del peronismo de Tandil.

-Hoy estoy afuera del peronismo tandilense. No estoy en el campo de batalla. Así que tampoco podría opinar porque no estoy participando, elegí un descanso personal después de 20 años de exposición.

-Le iba a preguntar cómo cree que la juzgó la sociedad tandilense, pero creo que ya me respondió.

-Eso lo tendrá que decir la historia. En general no se sabe lo que un diputado hace, eso no se ve, por ejemplo yo  fui autora en la provincia de la Ley de Enfermería, para la carrera de enfermería, y eso le llegó a todas las enfermeras de la provincia.

-¿Tiene un candidato para 2015?

-No. Hay muchos. Nos sobran candidatos. Ahí tiene otro logro de Kirchner: la convocatoria a la juventud. Todos los peronistas, más allá de la línea que estén, debieran ser agradecidos con él porque tenemos peronismo para rato. Yo, que estuve tantos años en política, le puedo decir que costaba convocar y Kirchner pudo enamorar a los jóvenes de la política, que no tengan miedo a participar, que no sea un tome y daca.

-¿Hasta acá llegó su carrera?

-Un militante nunca abandona. La política es una vocación que abracé para siempre. Si alguien me necesita voy a estar y en este momento estoy tranquila, pero por ahí también….

-¿Candidaturas?

-Puede ser, ¿por qué no?, pero no en este momento. Tengo más tiempo para mi familia, que la había  limitado. Estoy más descansada. Pero además soy consciente de que hay que renovar espacios, hay bríos nuevos, hay juventud. No soy egocéntrica. Ni creo que uno pueda tener toda la verdad. Ni tengo vocación de estrella. Si hay otro  que lo está haciendo bien lo felicito, lo aplaudo. Y para adelante. 

 

Fuera de sesión

El poder de la épica, el poder del perdón

Dentro de un programa del Banco Provincia, a la ex diputada nacional (1999/2007)  Nora Chiacchio le corresponde, desde su lugar de directora, manejar un fideicomiso que otorga créditos blandos para fortalecer organizaciones sociales, microempresas, cooperativas y mutuales, entre otras beneficiarias.

Se trata de un nuevo espacio que a ella -comenta orgullosa- le permite practicar el ideario de un gobierno peronista que, insiste, la representa más que ningún otro anterior desde el retorno de la democracia.

"Este gobierno gestiona inspirado en la independencia económica,  la soberanía política y la justicia social”, reitera el viejo slogan, “¿a alguien le quedan dudas de eso? Bueno, a mí no".

Durante muchos años, a la ex legisladora (también fue diputada provincial 1995/1999) se la identificó con el duhaldismo puro. Sin embargo, a lo largo de toda la entrevista con  El Eco, Nora Chiacchio se preocupó en enarbolar las banderas k. “Kirchner y Cristina representan para nuestro movimiento la actualización política y doctrinaria de nuestra ideología”.

-Todo suena muy lindo, pero hay un destino fatal: cada diez años, cuando un peronista “progre” aprende a ser liberal, se encuentra que llegan vientos de izquierda. Ahora, que los ortodoxos aprendieron a ser “progres” parece que vienen tiempos liberales, ¿es la rueda eterna para sobrevivir?

-Mire, yo creo en el valor de la lucha y las épicas que se tuvieron en la última década. Y en las que están dando hoy mismo, como ésta contra los fondos buitres. Y si hablamos de mi trayectoria, para mí, el gran honor es haber votado leyes paradigmáticas como la derogación del punto final y la obediencia debida. Respirar ese peronismo transformador fue lo que más me conmovió.

-Duhalde dijo a esta sección que él perdonó a todos los que lo traicionaron. Chiche, su esposa, en cambio, dice que los recuerda uno por uno y no los perdona. ¿Con quién se identifica?

-No soy rencorosa. Para nada. Me olvido las agresiones. Tengo mucho poder para querer, pero no para odiar. 

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