Tostex asiste a un crecimiento muy importante en su última etapa de vida comercial, ¿a qué se debe este avance?

Estos últimos cuatro años han sido para nosotros de importante crecimiento. Debemos remontarnos a que la inauguración de la planta se concretó en aquella recordada visita de Néstor Kirchner a Tres Arroyos, cuando era presidente. Desde ese momento, de a poco fuimos colocando en el mercado nuestra línea de productos, en un rubro que se presenta muy competitivo.

Como todo inicio, la inserción de Tostex en el sector comercial se dio con aciertos y errores. Aprendimos de las equivocaciones, corregimos falencias, y empezamos a seguir de firme aquel objetivo de hacernos conocidos. Fuimos intentando diversas acciones de venta, aún resignando un poco de margen de rentabilidad, y paulatinamente logramos instalarnos como una opción valedera.

Ese desarrollo de nuestra línea de alimentos permitió que grandes empresas se fijaran en nosotros, y decidieran considerar que parte de nuestra producción podía ser destinada hacia ellos. Este hecho puntual creo que marcó el inicio de otra etapa para la firma, donde dimos el salto de calidad. Esta nueva relación comercial tuvo como efecto inmediato la posibilidad de que nuestra planta pudiera comenzar a trabajar las 24 horas del día, invertir en tecnología y en procedimientos. Hoy la fábrica detiene su producción solamente los domingos, para efectuar mantenimiento de maquinarias.

¿Para quién o quiénes elaboran actualmente alimentos?

Actualmente elaboramos alimentos para firmas líderes tales como Bagley, Arcor, Bimbo y Fargo, y a punto de desarrollar otros para Molinos Cañuelas y Havanna. Por otro lado, estamos por poner en funcionamiento (calculamos que para fin de año) una línea nueva de productos saborizados, que hoy tienen presencia más bien de manera artesanal en las panaderías, pero no en las góndolas de los supermercados. Se trata de realizar una apuesta distinta, de salir de aquella rutina de fabricación de los clásicos que todas las marcas producen. Parte de esta línea la adquirimos con el Crédito del Bicentenario; ya estamos en la etapa de la preventa, y por ahora vemos que contaría con mucha aceptación en el mercado.

Ese crédito del Bicentenario significó una ayuda muy importante para la empresa…

A propósito del Crédito del Bicentenario, que nos otorgó Nación, fue fundamental para seguir con el crecimiento; nos proporcionó liquidez financiera para encarar otras inversiones, fundamentalmente en tecnología y maquinarias. En este rubro todo es muy costoso y la recuperación del capital invertido no se da de manera inmediata, por eso resultó importante para nosotros. Otro ítem importante en cuanto al crecimiento de Tostex lo representa el dato de que cuando empezamos éramos apenas 8 personas trabajando aquí, y hoy somos más de 60. La facturación también ha crecido mucho. Somos una empresa muy distinta a aquella del inicio.

¿Cómo se va manejando Tostex fronteras afuera, con la posibilidad de exportar?

De las líneas de productos que hoy comercializamos de manera directa o indirecta (con marca propia o elaborando para otros) tenemos cubierto el cien por ciento de nuestra capacidad de trabajo, lo que no nos deja mucho margen para exportar. De cualquier manera, algunas de las firmas para las que fabricamos productos sí venden fuera del país, por lo que de cierta forma estamos presentes más allá de la Argentina. Por ahora no tenemos previsto buscar por cuenta propia el mercado externo. Si a futuro surgiera la chance de seguir creciendo con nuestra marca, seguramente eso será posible. Se trata de una idea para trabajar de a poco, pisando sobre firme. Yo creo que en un lapso no muy prolongado vamos a exportar, más aún de esta línea nueva que recién mencionaba.

¿Hay algún producto insignia de la marca en cuanto a las preferencias de la gente?

Con todos los productos que posicionamos en el mercado siempre se dio un crecimiento paulatino. La gente fue probando y aceptando las distintas presentaciones, por lo que aquellos que se encuentran a la cabeza son los que llevan más tiempo de desarrollo, en este caso las galletitas dulces. Nosotros logramos encontrar ese equilibrio entre el precio y el gusto del consumidor, que ha tenido buena aceptación. Lógicamente que en ese proceso hubo algunos que quedaron en el camino porque no funcionaron, pero es parte de aquel ensayo y error al que me refería antes. Argentina es actualmente el mayor consumidor mundial per cápita de galletitas dulces, por encima incluso de un artículo básico como los fideos. Esa estadística nos garantiza la demanda, porque se trata de un producto básico en los hogares de nuestro país.

¿Cómo se ha presentado el año para la firma? ¿Ha repercutido la cuestión económica?

Realmente nosotros no hemos sentido el impacto, pero supongo que eso tiene que ver con nuestro rubro, el de los alimentos, más aún si se considera que comercializamos uno de valor relativamente económico como las galletitas. En las economías familiares se suelen recortar gastos por otro lado antes que en un artículo como éste. Lo que nos llega acerca de la crisis es más bien a través de comentarios. En cuanto a los costos de producción, hemos notado que se incrementaron, pero tratamos de no trasladarlo de la misma manera a las góndolas. Hay que hacer ajustes, ser cautos. Por contrapartida, en el 2013 vimos que la demanda de nuestros productos estaba muy alta, y se estimaba que este año iba a bajar. En función de eso, sobrevendimos un poco para compensar lo que se podía presentar. Por eso mismo el desafío es hacer crecer la marca propia, para no depender de aquellas firmas a las que les fabricamos, ante una eventual retracción de su capacidad de compra.

¿En qué provincias de nuestro país Tostex tiene presencia actualmente?

Estamos en el 60 por ciento o más del territorio nacional, nos falta entrar de lleno en Capital. Sabemos que se trata de un mercado extremadamente competitivo, pero resulta la mejor vidriera para mostrarse. Antes que dar ese salto, queríamos hacernos fuertes primero en Tres Arroyos y la zona, para luego ganar mercado en otras provincias, como por ejemplo Córdoba o Tucumán. Una vez cumplimentado este objetivo, y ya con varios productos propios para ofrecer, vamos a intentar la llegada a Buenos Aires. Está claro que la idea no es competir con los grandes, pero sí marcar presencia en las góndolas.

Están dándole forma a una iniciativa que denominaron “Compromiso Social Tostex 2014”; ¿de qué se trata?

Se trata de una idea que se conversó con la responsable de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad, Claudia Cittadino, y con los integrantes del Consejo Escolar. Pretendemos donar parte de nuestros productos a los comedores escolares de Tres Arroyos, durante lo que resta del año. Si la prueba funciona bien, pensamos en continuarlo para el año 2015. Esto surge porque nosotros recibíamos muchos pedidos de donaciones de diversas instituciones y no sabíamos bien de qué manera se podían canalizar. De esta manera, queremos organizarlo a través de ellos, que nos pueden orientar correctamente en función de las diversas necesidades alimentarias, y distribuir lo que podamos aportar como corresponde, para entregar un complemento. Llevamos nuestra propuesta a otras empresas de la ciudad y también se interesaron, por lo que creemos que se puede armar una buena iniciativa.