“¿No era que esto generaba inflación?”

“¿No era que esto generaba inflación?”

El Banco Central tuvo ganancias record en 2015 y transfirió 110 mil al Tesoro para cubrir en parte el déficit. El ex titular Alejandro Vanoli indicó que el creciente desequilibrio se cubre con emisión. Justo “lo que decían que no hay que hacer porque genera inflación”.

El Banco Central computó ganancias de 147.111 millones de pesos en 2015. La entidad, pese a las frases repetidas de consultores de la city acerca de que la autoridad monetaria estaba quebrada, registró un incremento del 88,4 por ciento respecto de los beneficios obtenidos en 2014 (78.124 millones de pesos). El actual directorio, encabezado por Federico Sturzenegger, aprobó en los últimos días transferir al Tesoro unos 110 mil millones de pesos de estas utilidades para gastos corrientes. En lo discursivo, el equipo económico afirma que la emisión monetaria no debe utilizarse para cubrir déficit fiscal, puesto que genera impacto en materia de aceleración inflacionaria, pero en la práctica sigue financiando al Gobierno con fuerte impresión de billetes.

“Nos decían que el Central estaba quebrado, pero casi se duplicaron las ganancias el año pasado en relación con las embolsadas en 2014”, dijo a este diario Alejando Vanoli, ex titular de la autoridad monetaria. El cierre del balance contable del organismo, que llevó la firma de Sturzenegger, junto con la de distintas autoridades de la entidad como el radical Nicolás Gadano, subgerente general de Administración y Servicios Centrales, confirma que en 2015 se obtuvieron importantes ganancias, pese al pago de más de 41.054 millones de pesos en concepto de diferencias en contratos a futuro, provocado por la megadevaluación de la gestión Macri en las últimas semanas de diciembre. En esos días se desembolsaron el 70 por ciento de los pagos de estos derivados financieros.

Vanoli no sólo criticó a economistas de Cambiemos por hacer falsos anuncios respecto del estado contable del Central durante su gestión. “Ellos hablaban de que no había que financiar al Gobierno con emisión pero lo están haciendo. Hay un resultado fiscal cada vez con mayor desequilibrio y se van a girar utilidades para tapar ese déficit. ¿No era que eso generaba inflación?”, se preguntó. Agregó que este año habrá como piso un rojo de las cuentas públicas de alrededor de 350.000 millones de pesos, de los cuáles el nuevo Gobierno tiene pensado financiar con emisión uno 160.000 millones. Indicó que el resto quiere cubrirse con deuda y blanqueo, pero no sería “raro”, sugirió, que la autoridad monetaria termine transfiriendo más pesos de los que ya acordó con el Tesoro.

Precisó que las medidas económicas de Macri generaron fuerte caída de los ingresos del sector público, lo que quedó claro con una recaudación tributaria creciendo en junio al 24 por ciento interanual, cuando la inflación ascendió al 40 por ciento. En la segunda mitad del año, aseguró, el desequilibrio fiscal puede ampliarse aún más de lo que estiman la mayoría de los analistas del mercado. “Gran parte del financiamiento del déficit va a tener que recaer sobre el Banco Central, puesto que desde el Ministerio de Hacienda afirmaron que en el segundo semestre no se volvería a tomar deuda en los mercados internacionales de capitales”, apuntó. Señaló además que la recaudación por el blanqueo tampoco permitiría cubrir todo el bache fiscal.

El ex titular de la autoridad monetaria aseguró también que el contexto internacional ya no es tan favorable y que empieza a generar tensiones para la colocación de deuda de las provincias y las empresas del sector privado. Mencionó, por caso, la colocación de la deuda de Salta por arriba del 9 por ciento. Las provincias, antes del estallido del Brexit (decisión del Reino Unido de romper con el proceso de integración de la Unión Europea), se habían endeudado con tasas cercanas al 7 por ciento, una cifra similar a la colocación de pasivos del Gobierno nacional tras el pago a los fondos buitres.

Vanoli mencionó que ve un dólar más cercano a 18 pesos para fin de año, con un mal manejo del “timing” en las decisiones de política monetaria del directorio del Central. “Es increíble que le permitieron a los bancos triplicar la compra de dólares justo cuando la incertidumbre en el mundo llevó a devaluar las monedas de los emergentes. La semana pasada bajaron la tasa e incluso usaron 500 millones de dólares para intervenir en el mercado cambiario (con el objetivo de evitar una mayor devaluación por la corrida del jueves pasado). Si nosotros vendíamos 100 millones era un escándalo, pero ahora no se dice nada. Incluso tampoco se dice nada de que las reservas están compuestas por una gran parte de deuda y hay pocos dólares propios de la entidad”, concluyó.

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