Estiman que el consumo de carne en Comodoro cayó un 20 por ciento en los últimos seis meses

Estiman que el consumo de carne en Comodoro cayó un 20 por ciento en los últimos seis meses

Uno de los rubros más golpeados con el descenso de las ventas por la crisis económica que atraviesa el país y que repercute con fuerza en Comodoro Rivadavia, a partir de los vaivenes de la actividad petrolera, es el de las carnicerías que han sufrido una merma de ventas de alrededor del 20% en los últimos seis meses. Los comerciantes sostienen que es imposible ofrecer cortes por menos de 100 pesos el kilo y que la gente ahora prefiere precio antes que calidad.

El intendente Carlos Linares recibió al Centro de Jubilados del Petróleo, que reclama agilidad y más tarjetas SUBE.El aumento de precios de la carne se combina desde principios de año con una fuerte caída del consumo. Según un estudio que elaboró la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes se estima que a nivel nacional las ventas disminuyeron un 6,5% frente a igual mes de 2015 y que el incremento de precios, desde enero hasta la fecha ha sido del 46,6% promedio en los diferentes cortes. Así, la media de consumo nacional de carne ha quedado en 55,7 kilos por año y por habitante, la más baja en los últimos 5 años, advierte esa organización empresarial.

En el caso de Comodoro Rivadavia, El Patagónico recorrió carnicerías en la última semana para conocer cuál es el panorama que observan los comerciantes del rubro. En ese sentido, la mayoría de ellos sostiene que desde diciembre a la fecha se ha registrado en sus comercios una baja del 20% en la compra de la carne y que cada vez se hace más difícil llenar las exhibidoras con cortes de primera calidad, ya que están perdiendo la demanda que tenían hasta el año pasado.

"Los cortes que son la parte de la pulpa -como nalga o cuadrada- son los que más salen y no necesariamente la de mejor calidad. La gente hace un año atrás no preguntaba precio, preguntaba la calidad o de dónde era la carne. La gente busca hoy carnicerías baratas. No de calidad", sostuvo el propietario de un comercio ubicado en Kennedy al 2.220.

Además, para los comerciantes se hace cada vez más difícil tener un punto de equilibrio entre oferta y demanda, ya que en la actualidad se hace casi imposible "ofrecer productos por debajo de los 100 pesos", reconocen.

"Nosotros hace más de dos meses nos vemos obligados a mantener los precios y cada vez el margen de las ganancias se achica más y todo se vuelve más difícil cuando ves que todo aumenta menos tus ingresos", manifestó Aníbal Bustamante, quien tiene una carnicería en Polonia al 2.500.

UNA MALA NAVIDAD

La primera señal de las bajas en las ventas se manifestó en Navidad donde, a diferencia de otros fines de año, muchos de los comerciantes se quedaron con una gran cantidad de corderos en sus cámaras frigoríficas. Otros, más precavidos, decidieron vender lo que tenían y no abastecerse con un stock por encima de lo habitual.

"Hace dos años, solo por Navidad vendía 30 corderos y muchas veces me quedaba corto porque no alcanzaba a la demanda que había. Estas fiestas si vendí 15 fueron muchos. Nadie pensaba que se iba a poner tan brava la cosa", lamentó Nicolás De Luca quien tiene su comercio en Rivadavia y Las Rosas. 

Lo que generó dudas sobre la proyección en las ventas fue la celebración de Año Nuevo ya que las mismas se mantuvieron estables respecto a otros fines de año, por lo que los carniceros consideran que la población comodorense valoró una fiesta sobre la otra.

"Lo que uno puede analizar es que la gente usó el aguinaldo en Año Nuevo y que a la Navidad no le dio mucha importancia. La situación generó confusión porque por ahí pensaba que la crisis no era tal", detalló un carnicero de la zona céntrica. 

PRECIO SOBRE CALIDAD

Los comerciantes coincidieron en que el hábito de compra de la población ha cambiado en los últimos seis meses. El tradicional asado de los fines de semana perdió terreno contra "las comidas de olla" donde los cortes más baratos ganan protagonismo.

"La costumbre de comprar a ojos cerrados ya no existe más. Ahora lo que más sale son cortes tradicionales como cuadrada, que pueden ser utilizados en diferentes tipos de comidas. El pollo también sale mucho y poco a poco se va adueñando de la elección del día a día", describió un vendedor.

Los compradores eligen precio antes que la calidad y recorren varias carnicerías para obtener el corte más barato. Algunos comerciantes han optado por inclinarse por los mataderos locales antes que otros proveedores. La carne es más barata por su menor calidad, aunque es lo que más ventas tiene en estos tiempos.

"Nosotros hace tiempo venimos haciendo esto porque la carne de Gaiman (la más cotizada en el mercado regional) no tiene salida. Igualmente se explica a la gente que debe hervirla dos horas como mínimo para que pueda comerla porque es mucho más dura que la 'normal' pero se deja llevar por su valor", contó Regina Accaros, dueña de una carnicería ubicada en Mburucuyá casi Huergo.

EL MIEDO DE LAS TARIFAS 

Los comerciantes coinciden en que pese al anuncio del gobierno de Mauricio Macri de atenuar los incrementos de las tarifas de servicios públicos como el gas, todavía existe una cuota de temor por lo que puede ocurrir con sus negocios en los próximos meses ya que un aumento del 400% ó 500% en sus gastos fijos significa un golpe duro para su ecuación económica y los puestos laborales.

"Tener una carnicería significa gastar luz para las exhibidoras, los frigoríficos y la sierra. Estas cosas no gastan lo mismo que un freezer de casa que vos lo podés regular o desenchufar a tu antojo. A todo esto tenés que sumarle el alquiler. Los gastos se disparan y la gente cada vez entra menos y si entra compra lo justo y lo necesario", indicó Julio Martínez, quien tiene un local en Kennedy casi Chile.

Estos aumentos repercuten directamente en el precio de la carne por lo que en la última semana se tuvo que volver a incrementar en un 5% el valor al público de los diferentes cortes. "Lo malo es que si las carnicerías aumentan no entra nadie. El panorama ya es malo y cuando cambiamos el valor la gente da media vuelta y se va", sostuvo Luciano Martillan, carnicero del local de Polonia y Kennedy. 

"El kilo de cualquier corte está más de 100 pesos. Algunos pueden costar menos, pero son incomibles, aún así la gente los elije. Hay hambre y eso se nota con el paso de los días", lamentó.

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