El estilo confrontativo de Axel Kicillof ya divide al Frente de Todos

El estilo confrontativo de Axel Kicillof ya divide al Frente de Todos

No es fácil la situación legislativa de la provincia de Buenos Aires. Si bien en Diputados el Frente de Todos tiene mayoría propia, en el Senado la mayoría es de Juntos por el Cambio, que cuenta con 26 legisladores, contra solo 20 del oficialismo. 

Tal como adelantamos, el martes Axel Kicillof envió un paquete de leyes impositivas, que motivó la reacción de la oposición, por dos motivos clave. Uno formal y aleatorio: el escaso tiempo para analizarlo que implicaba su tratamiento en tiempo récord. El otro, de fondo: el 75 por ciento de aumento que se imponía en el impuesto inmobiliario a sólo doscientos grandes propietarios rurales bonaerenses. 

Hay varias cuestiones que incomodan a los senadores de Juntos por el Cambio. El fundamental, el cambio en la matriz impositiva que propone Kicillof, incrementando la carga impositiva sobre los más ricos. Paradójicamente, la actitud cerrada de los senadores opositores no pasa por su cohesión interna, sino por su fragmentación: no está claro el liderazgo dentro del espacio, y ninguno de los espacios que conforman la alianza quiere aparecer haciendo concesiones al Frente de Todos, a riesgo de perder el apoyo de sus votantes. Por esta razón, todos deben jugar a ser los más opositores, aunque no necesariamente estén en contra de los cambios puestos en discusión. 

 

María Eugenia Vidal está en París, disfrutando de su romance y observando a la distancia el panorama de una provincia a la que quebró. Ella también disputa la interna por el liderazgo, por lo que ordenó a quienes aún le responden que impidieran el tratamiento del paquete de leyes. Jorge Macri codicia ese lugar, por lo que lejos está de ceder un tranco de pollo. La UCR sabe que tiene preeminencia territorial y legislativa dentro de la oposición bonaerense, pero escasa capacidad de traducirla en liderazgo, tal como viene demostrándolo desde hace cuatro años. 

Por esa razón, hicieron caer la sesión de ayer por la tarde. El tratamiento de los proyectos deberá esperar al año próximo. Para acelerarlo, Axel debería convocar a extraordinarias, pero para ello debería estar seguro de contar con un quórum que hoy no puede garantizar. En caso contrario deberá dejar pasar el verano, con el daño sobre la recaudación de un estado quebrado y endeudado mucho más allá de su capacidad de pago por la gestión Vidal. 

Desde el Frente de Todos se escucharon voces coincidentes sobre "falta de interlocutores válidos", según denunció el jefe de Gabinete provincial, Carlos Blanco. "Hubo mensajes desde París”, agregó.

El referente del Frente Renovador, Jorge D’Onofrio, fue el más activo al momento de denunciar las actitudes de Juntos por el Cambio en su cuenta de Twitter. “Macri se fue en plena emergencia a la final de la Champions. Vidal de viaje romántico por París. Mientras tanto los que queremos poner a la Argentina de pie tenemos que esperar que sus legisladores definan sus temas de acefalía para poder sesionar”.

Pero hay otra razón de fondo que impidió la concreción de la sesión: las exigencias de cargos en el directorios del Banco Provincia y de numerosos organismos provinciales y de control que Juntos por el Cambio planteó a cambio de posibilitar la discusión del paquete.  

Al respecto, nuevamente Jorge D’Onofrio dio su versión en Twitter: “Tenemos una oposición extorsionadora y poco responsable, la pelea que se está dando es por los carguitos. Esto es un caos organizado”.

Desde su cuenta de Twitter, Jorge Macri justificó la posición de su coalición: “Nuestro espacio político está a disposición para sesionar en extraordinarias si encontramos un proyecto impositivo de consenso. Porque así como la sociedad lo votó al gobernador para gobernar, nos votó a nosotros para tener mayoría en el senado”. Y exigió cambios drásticos y consensuados en la propuesta en debate: "La sociedad eligió un equilibrio. Si podemos votar o construir con nuestros equipos técnicos un proyecto impositivo de consenso, vamos a estar trabajando para que él lo tenga”.

La situación en la provincia es compleja. Mientras que Axel precisa con premura la aprobación del paquete de leyes para tratar de comenzar a revertir la gravísima situación económica y financiera en que asumió, los responsables de haber generado esa situación apuestan a profundizar la crisis, para debilitar la figura del gobernador y debilitar la gobernabilidad, con la mirada puesta en las elecciones de 2021. 

Para el gobernador es una dura prueba, ya que ha conformado hasta ahora un gobierno con llamativa prescindencia de los intendentes, quienes aún no han hablado en público, pero tampoco se muestran dispuestos a inmolarse por su éxito. Hasta ahora, la nueva gestión ha mostrado llamativas limitaciones políticas para gestionar, privilegiando una línea dura difícil de sostener con su complicada situación en las cámaras. 

A diferencia de Vidal, que garantizó gobernabilidad a cambio de un acuerdo concesivo en Diputados con el Frente Renovador, Axel no parece propenso a impulsar una política de equilibrios y consensos, ni hacia afuera ni hacia adentro de su propio espacio. 

Tal vez por esta razón es que trascendió que la resistencia de la oposición habría contado con el apoyo, al menos tácito, de varios intendentes del Frente de Todos, disconformes con el estilo del nuevo ejecutivo provincial. Un secreto a voces que circuló este jueves y viernes en La Plata, aunque nadie se mostró dispuesto a confirmarlo.

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